Málaga capital va a cambiar los 12.700 contenedores de basura que tiene repartidos por todas sus calles porque una nueva ley exige que haya contenedores para residuos puramente orgánicos, que llevan una tapa marrón, y porque los que había se han quedado antiguos. Han empezado a colocar los nuevos este miércoles en la Avenida Imperio Argentina, en Parque Litoral, y se prevé que estén en toda la ciudad en mayo.
Limasam ha empezado por el distrito de Carretera de Cádiz y se seguirá, por este orden, por Teatinos, Cruz de Humilladero, Málaga Este, Centro, Bailén-Miraflores, Ciudad Jardín, Palma-Palmilla, Puerto de la Torre, Churriana y Campanillas. "Nos gustaría ir más rápido pero las empresas fabricantes también trabajan para otros puntos de España", ha dicho Francisco de la Torre, alcalde de Málaga, en la presentación de estos contenedores.
¿Es normal que el alcalde en persona presente a los medios de comunicación los nuevos contenedores de basura? Todo puede ser discutible, pero hay que tener en cuenta que los contenedores son también parte de la imagen de la ciudad y que, además, van a salir por un pico pues la inversión realizada por el Ayuntamiento de Málaga asciende a 6,8 millones de euros.
El Ayuntamiento de Málaga adjudicó en mayo la compra de los 12.700 contenedores a una empresa. Una de las compañías que se presentó al concurso lo impugnó y se quedó todo en el aire. Finalmente, se ha adjudicado a dos empresas a través de concursos públicos. Una de ellas es Formato Verde (que fabrica los contenedores de carga lateral) y la otra es Sulo (que hacen los de carga trasera).
¿Cómo son los nuevos contenedores?
Tienen un diseño más moderno y lo más llamativo a simple vista es que no tienen pedal para abrirlo con el pie, sino una bandeja de plástico en la entrada. Dicen desde Limasam que esas "bocas sin contacto" son un "mecanismo más fiable, menos vandalizable y con menos mantenimiento". Aparentemente se ven más estrechos y parece más difícil meter la bolsa sin tocar el contenedor, lo cual siempre es desagradable cuando están muy sucios.
Desde el Ayuntamiento solo ven ventajas. Dicen que estos contenedores "mejoran la estética de las calles, reducen las barreras visuales y el riesgo de atropellos ya que la altura se sitúa por debajo de la línea media de los ojos". "Esta característica permite, por un lado, una mayor seguridad para los peatones, que ven mejor y se les ve mejor respecto a los coches; y por otro lado, un menor obstáculo para escaparates, terrazas o paisajes. También facilitan el uso a personas mayores al poder verter las bolsas en la mayor parte de ellos sin ningún tipo de contacto", añaden.
Por otra parte, los contenedores están hechos en polietileno y, según explican, son más robustos y completamente reciclables. También tienen identificación en braille. El Consistorio afirma que incluso se recogen más rápido y que se reducirá tres horas diarias la presencia de camiones en las calles. Habrá que ver con el paso del tiempo si esto es realmente así.
La adquisición de estos contenedores permitirá poner en toda la capital los marrones especializados en la recogida de residuos orgánicos, que hasta ahora solo están presentes en algunos barrios de forma piloto pues los primeros se colocaron en junio también en la Avenida Imperio Argentina. De esta forma, toca tener un cubo más de basura en casa que se suma al del plástico, el vidrio, los papeles y los residuos.