El auge económico que tuvo Málaga durante el siglo XIX dejó un patrimonio arquitectónico de edificios de estilo decimonónicos que ha hecho que se convierta en una de las ciudades españolas más homogéneas en este estilo. 

El Ayuntamiento de Málaga propone tres rutas diferentes en las que recorrer el pasado través de las fachadas recuperadas. Muchos inmuebles han dejado ver una decoración mural, unas veces geométrica y otras vegetal o figurativa llenas de colorido y maestría.

Málaga, conocida por ser la ciudad natal de Pablo Picasso, también tiene más obras de arte, incluso en sus calles. Por eso os presentamos nuestra ruta favorita para conocer el arte malagueño menos conocido. 

Calle Arcos de la Cabeza.

Calle Arcos de la Cabeza, 8 (esquina a Calle Pozos Dulces)

Esta casa-palacio nos muestra unas pinturas murales solo esgrafiadas a grandes rasgos. Sin embargo, eso no es lo que más nos llama la atención, sino la simplicidad, la finura y la rectitud de las líneas alrededor de unos huecos y la profusión de líneas curvas en otros, con trazos más sueltos, más gruesos y en un tono algo más oscuro.

Carretería.

Carretería, 23 (esquina Calle Postigo de Arance)

Es un edificio en su totalidad de obra nueva, aunque originariamente era de planta baja más una planta en el que se entreveían estas pinturas murales que fueron arrancadas, restauradas y vueltas a colocar sobre la nueva fábrica.

Podemos ver un lienzo que simula unos grandes y voluminosos sillares de piedra, conseguido gracias a la exuberancia de sombras. El escudo pertenece a la orden de los dominicos. En la decoración central del hueco lateral aparece una escena militar en la que llama la atención la gran bandera que corona la torre, roja y gualda.

Postigo de Arance.

Postigo de Arance, 7

Esta hermosa casa palacio del mejor estilo barroco: balcones preñados, bajos imitando grandes sillares almohadillados, portada resaltada, balcones enrejados, hueco principal en primera planta, interior con zaguán y escalera en lateral... y también, como no, las pinturas que actualmente se han descubierto.

Arquitecturas fingidas alrededor de huecos y delimitando el inmueble, jarrones, guirnaldas y medallones, espigas, lazos en tonos esmeraldas. Solo se conserva una escena, parece que campestre, en el tondo de la parte superior.

Nuño Gómez.

Nuño Gómez, 12

Estas pinturas murales fueron de las primeras que la Oficina de Rehabilitación sacó a la luz en el año 1998. Este inmueble de tan humilde apariencia contiene años de historia. Nos encontramos con tres tiempos distintos.

El más antiguo es de estilo floral y figurativo; se trata de unas sutiles guirnaldas en tonos celestes y rosas. La figura que aparece es un fumador de pipa sosteniendo una garrafa. La segunda tanda de pinturas son las arquitecturas fingidas de pilastras cajeadas, en tonos salmones y rosas de tipo marmóreo que marcan la delimitación de inmueble.

Las últimas y más modernas son la decoración de hojarasca alrededor del hueco, que originariamente era más ancho, en tonos dorados y ocres de un estilo barroco más avanzado. Estas pinturas llegan incluso a montarse sobre las guirnaldas.

Molinillo del aceite.

Molinillo del Aceite, 10

Este edificio es de los más antiguos que vamos a ver en esta ruta. Se trata de un edificio típicamente barroco. En su fachada encontramos hiladas de ladrillo, con el tratamiento de retundido y agramilado, técnica por el que los morteros de juntas quedan en el mismo plano envolviendo al ladrillo.

Carretería 66.

Carretería, 66

Este edificio tiene una decoración de imitación de ladrillos debido al tipo de pintura elegido en el proceso rehabilitador. A base de tintas planas, de resinas de pliolite, se dan distintos tonos de ocres, incluyendo el de las juntas. En los recercados hay un aparente volumen de las molduras, conseguido a base de sombras.

Calle Gaona 9.

Calle Gaona, 9 (Instituto)

Este edificio está inexorablemente unido tanto en su historia como en su edificación a la Iglesia de San Felipe Neri. Fue donada en 1739, junto con otros inmuebles, por el Conde de Buenavista. El edificio se dispone alrededor de un patio central cuadrado con cuatro arcos rebajados sobre columnas toscanas de mármol en cada lateral. Encontramos todo este patio decorado con pinturas murales.

Calle Gaona 13.

Calle Gaona, 13 (Iglesia de San Felipe Neri)

En 1719 se pone la 1ª piedra del templo en los terrenos donde se construye una Iglesia subterránea, panteones, sacristía, escuela y casas contiguas con jardín. Tras un concienzudo trabajo de recuperación y consolidación apreciamos estas elaboradas pinturas mediante técnicas del fresco con retoques de temple, superponiendo varias capas pictóricas en las que el color almagra es el predominante, obteniendo un completo programa decorativo dotado, en sus aspectos formales, de profundidad y volumétrica, en el que combinan elementos arquitectónicos con motivos figurativos y ornamentales.

Calle Parras 18.

Calle Parras, 18 (Museo del Vidrio)

Esta casa mantiene toda su tipología original. Se trata de una sencilla fachada embellecida en la primera planta con una decoración esgrafiada de sillares con forma en punta de diamante, recuperada solo en sus trazos ya que no quedaba ningún resto de color.

En la planta superior, rematada con una cornisa bajo el alero con decoración floral en tonos ocres, se decora con una imitación de ladrillos pintados en almagra, donde se insertan unos casetones a modo de grandes sillares de mampostería envueltos en una preciosa cenefa de arquillos celestes, en la que se representan escenas de la mitología referente a los continentes.

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