El tremendo y sucio episodio de calima sufrido por Málaga capital a finales del pasado mes de marzo se da ya por superado. No solo por los vecinos de la ciudad, testigos directos del barro acumulado durante semanas en las aceras de sus calles, sino también por parte de la empresa de limpieza municipal, Limasam, que durante casi seis meses ha tenido activado un plan especial dedicado a sanear todo el municipio.
Un dispositivo de refuerzo que, de acuerdo con los datos a los que ha tenido acceso EL ESPAÑOL de Málaga, ha supuesto casi 900.000 euros de gasto. La cifra exacta, incluyendo el IVA, es de 878.987,89 euros.
De esta suma, destaca los casi 540.000 euros destinados a pagar el refuerzo del personal dedicado a la limpieza de la calima, ya sea mediante nuevas contrataciones o mediante la ampliación de los turnos del personal fijo.
El segundo concepto a tomar en consideración es el del alquiler de maquinaria exclusivamente destinada a este plan especial, con casi 340.000 euros. Ello ha incluido, por ejemplo, numerosos camiones cisterna.
Desde Limasam dieron por finalizado hace algunas semanas el plan especial de la calima, que ha recorrido todos los barrios de la ciudad. Pese a ello reconocen que hay zonas en las que sólo ha sido posible realizar un pase, cuando en otras se han realizado dos, y que puede haber ciertos puntos con muchos coches aparcados donde aún quede rastro del barro dejado por el temporal.
La puesta en marcha de este dispositivo de limpieza se produjo en la misma noche en que tuvo lugar el episodio de calima, el 24 de marzo pasado, que llegó a dejar unas 5.000 toneladas de barro en la ciudad.
Casi el doble para limpiar la ciudad
La particularidad de este residuo, que se incrusta en la piedra, hace que su eliminación sea mucho más compleja que una limpieza normal. "En condiciones de suciedad normal, los equipos necesitan del orden de 90 días para limpiar con agua a presión toda la ciudad, pero con cuando hay barro acumulado esta misma operación es más lenta, pudiendo suponer casi el doble", explican desde la entidad.
Otra razón que ayuda a entender por qué el plan se ha alargado tanto es el impacto que pocos días después de la calima tuvo sobre el litoral de la ciudad el temporal de viento, que causó importantes daños. Como consecuencia de ello, Limasam tuvo que destinar a operarios que estaban centrados en la limpieza de las calles a los paseos marítimos.
En la estrategia para recuperar la ciudad del barro recibido, la empresa municipal centró sus primeros esfuerzos en despejar de barro todas las aceras, dejando las zonas de estacionamiento de vehículos para actuaciones posteriores.
Una tarea que requirió de todo el personal que cuenta con equipos de agua a presión. Con el fin de reducir los tiempos y atender más zonas, el Ayuntamiento contrató el alquiler de más equipos a empresas externas.
Conforme al calendario manejado por Limasam, los efectivos y servicios destinados al plan contra la calima funcionaron antes de Semana Santa, cuando se desarrolló un gran esfuerzo "tanto en horas complementarias de fijos a tiempo parcial como personal fijo a tiempo completo, doblando". Ambos colectivos sumaron 834 jornadas trabajadas, con un gasto de 112.120 euros (sin IVA) en alquiler de maquinaria.
Un segundo periodo, desde Semana Santa hasta el 13 de junio, estuvo dedicado a tareas de mantenimiento con la adjudicación de un nuevo contrato para alquiler de cisternas. Con un menor número de medios, hubo un refuerzo de 1.057 jornadas de trabajo.
El tercer periodo se sitúa entre el 20 de junio y finales de julio. En el mismo se refuerzan tanto los medios propios como las cisternas de alquiler. Y ello incluye un refuerzo de 180 jornadas en horas complementarias semanales del personal fijo a tiempo parcial, y un gasto en alquiler de maquinaria de 96.035 euros (sin IVA).
El último periodo del plan de Limasam se inició a finales de septiembre ante la falta de precipitaciones, la acumulación de suciedad y la dificultad de retirar los retos de calima en las zonas de aparcamiento, donde las hidrolimpiadoras no pueden actuar. Esto ha requerido el uso de cisternas. En esta fase se han destinado 72.370,40 euros (sin IVA).
Según los datos de la empresa de limpieza, la superficie de acerado afectado en toda la ciudad por la calima asciende a 6.557.409 metros cuadrados. De ellos, 1.012.986 metros se localizan en el distrito de Cruz de Humilladero; 989.561, en Carretera de Cádiz; 770.438, en el Centro, y 727.385, en la zona
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