El entorno de la iglesia de Santo Domingo ha sido protagonista de una importante transformación en los últimos meses. El Ayuntamiento de Málaga desarrolló en esta zona un proyecto de revitalización urbana con el objetivo de adecentar un espacio considerado "de paso". Los trabajos incluían la instalación de una serie de pérgolas (entre ellas, una junto a la fachada principal del templo).
La polémica desatada por su cercanía con un Bien de Interés Cultural obligó a su retirada y posterior reubicación. Hoy, donde antes había hierros, hay tres árboles plantados. Sin embargo, la incipiente vegetación no es capaz de maquillar las imperfecciones que se aprecian en las paredes de la parroquia.
La degradación del lugar, marcada principalmente por el cauce del Guadalmedina (con sus pintadas y suciedad) no ayuda a mejorar la imagen de una de las iglesias históricas de Málaga. Basta con dar un paseo por la feligresía para apreciar una serie de daños que dejan al descubierto la falta de cuidado del inmueble. De esta forma, se aprecian desconchones en las paredes que dejan ver los ladrillos, además de humedades en el interior de varias esquinas de la nave derecha.
Esta situación es especialmente reseñable si atendemos al propio pasado de la iglesia, cuyos orígenes se remontan al siglo XV. El historiador José Jiménez Guerrero, en su libro La quema de conventos en Málaga, señala que la presencia del primer prior de la Orden Dominica data del 1493, por lo que la fundación de la parroquia se puede considerar "fruto de un proceso más amplio".
Según recoge, el primer templo se alzaría sobre la primitiva iglesia a partir de 1515, realizándose diversas ampliaciones en los siglos siguientes y siendo erigido en 1841 como parroquia. La calidad artística que estas paredes albergaron (imágenes de Pedro de Mena, un enorme retablo que llenaba el altar principal, hornacinas...) hacen más evidente el cambio que esta parroquia ha sufrido en las últimas décadas. Prácticamente nada queda de aquel esplendor.
Cuenta Guerrero que la quema de Santo Domingo supuso el asalto al templo más emblemático de Málaga, en el que además se ubicaban canónicamente dos de las hermandades de más abolengo y con evidentes conexiones con las capas sociales más favorecidas.
Un entorno reformado
Este proyecto de transformación se corresponde con la renovación urbana de una superficie de unos 8.000 metros cuadrados en el margen derecho del Guadalmedina. En cuestión, se incluyen las plazas Religiosa Filipense Dolores Márquez, de la Legión Española y de Fray Alonso de Tomás. O lo que es lo mismo, la feligresía de Santo Domingo.
El coste inicial, financiado al 80% por fondos europeos, superaba los 930.000 euros e incluía la instalación de tres conjuntos de pérgolas, de 4 metros por 8 metros, bajo las que se instalan bancos y fuentes bebero (además de zona de juegos infantiles en la plaza de la Religiosa Filipense Dolores Márquez).
Sin embargo, la colocación de una de estas estructuras junto a la parroquia homónima originó un debate (primero en redes sociales y luego en las administraciones públicas) que obligó a rectificar sobre el proyecto aprobado inicialmente.
Para poder acometer esta retirada, el Ayuntamiento expuso a finales de marzo la necesidad de que la Junta emitiera un informe constatando cómo la obra afectaba al BIC. Menos de una semana después, la delegación de Cultura justificó la petición del Consistorio argumentando que "perturba de forma significativa la contemplación" de la iglesia de Santo Domingo.
Aunque eso sí, Cultura insistía en que esta autorización no era necesaria "al no ubicarse dentro de la delimitación del Monumento BIC iglesia del convento ni de su entorno de protección".
La redacción del informe había sido reclamada por la Administración local para poder actuar, ya que tenían la necesidad de disponer de una petición formal por parte del organismo competente al tratarse de una iniciativa que cuenta con financiación de la Unión Europea. Esta modificación tuvo un coste cercano a los 46.000 euros.
La obra fue finalmente inagurada el pasado noviembre, después de que los operarios de la empresa Verosa S. L. remataran los trabajos en la plaza de la Legión con la culminación de la fuente, iluminación y plantación de palmeras.