Transcurridas ya más de dos décadas desde que por vez primera se habló del corredor ferroviario de la Costa del Sol, las opciones reales y ciertas de que alguna vez se acabe acometiendo son escasas por no decir nulas.
La realidad es que por más que se ha demostrado su potencial como infraestructura clave para vertebrar la nueva ciudad-región que representa todo el litoral malagueño, epicentro económico y social, no hay una sola señal que invite a pensar en que alguna vez se acometerá.
En este contexto, resulta cuando menos ilustrativa la posición que verbalizan algunos altos cargos de la Junta de Andalucía, la primera administración en sentar las bases de este megaproyecto y que durante años ha reclamado al Gobierno central que avance en la operación.
Una de las voces que expresa a las claras la duda es Mario Muñoz, número 2 de la Consejería de Fomento dirigida por Marifrán Carazo. Muñoz, en el marco de una entrevista publicada en la última edición de la Revista de Obras Públicas, presentada en sociedad hace algunas semanas, no oculta su desazón sobre el asunto.
¿Es el ferrocarril a Marbella un proyecto factible? La respuesta del viceconsejero andaluz solo invita a alimentar el estado de frustración en el que se encuentran muchos de los defensores de esta actuación.
Si bien asegura que sería un proyecto "de éxito asegurado" y que alcanzaría unas cotas de demanda "sin precedentes", admite que es "poco factible, dado que no se han realizado las reservas de suelo y es muy difícil que pueda encargarse un corredor ferroviario en un territorio tan colmatado".
La saturación del territorio sobre el que construirlo y el elevado coste económico manejado, de no menos de 2.000 millones hasta Marbella (tren de Cercanías) y unos 3.800 millones hasta Estepona, según datos del Ministerio de Fomento de 2018, vienen siendo utilizados como los grandes argumentos en contra de su impulso.
["No sé por qué no nos levantamos y exigimos el tren litoral; hace falta una Málaga más activa"]
Tras la puesta sobre la mesa de un primer documento de alternativas de trazado para prolongar el Cercanías hasta Marbella, que se mantiene como la única ciudad de más de 100.000 habitantes sin conexión ferroviaria, no se conoce movimiento alguno por parte del Gobierno central en este asunto.
Una parálisis que choca con la advertencia que empiezan a lanzar algunos expertos. Una de ellas es Violeta Aragón, en calidad de secretaria general de la Asociación de Construcciones y Promotores (ACP) de Málaga, quien hace algunas semanas ponía el acento en el impacto que acabará teniendo, en forma de oportunidades perdidas, sobre la Costa del Sol no afrontar esta infraestructura.
La propuesta de Carlos Miró
Una línea de pensamiento que comparte también en la Revista de Obras Públicas el ingeniero de Caminos, Canales y Puertos Carlos Miró. Miró es uno de los grandes expertos en la materia y conoce en profundidad la situación de la movilidad en la provincia de Málaga.
En su artículo, titulado El futuro del ferrocarril de la Costa del Sol, este especialista subraya la consolidación de Málaga y la Costa del Sol como área de mercado interdependiente y advierte de que el aeropuerto, el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA) y otros centros neurálgicos de varias áreas urbanas "cuelgan de una red primaria de comunicaciones muy débil respecto a la población y actividad servidas".
"Esta amenaza obliga a explorar nuevas alternativas y ahí es donde, sin duda, se debe apostar por ferrocarril", apostilla. A su juicio, integrar la Costa del Sol y su posible extensión hasta Algeciras en la red de corredores de alta velocidad transeuropeos "es una meta que debería estar presente en cualquier programa sectorial de las diferentes Administraciones públicas".
Sin embargo, como reconoce el propio Miró, "ni siquiera se ha logrado superar el primer paso". El ingeniero, que reclama que todas las instituciones aúnen posiciones, habla de la necesidad de dibujar un nuevo acceso ferroviario de altas prestaciones a las conurbanicones de la Costa del Sol desde el trazado del AVE Antequera-Málaga.
De acuerdo con su planteamiento, ese acceso arrancaría de un punto a determinar del trazado actual a modo de bifurcación, lo que permitiría enlazar la Costa del Sol con la red de corredores de altas prestaciones en Antequera "en tiempos de recorrido razonables; inferiores a la hora".
Al tiempo, según añade en su artículo, este acceso jugaría un papel de variante de la línea de Cercanías actual, de manera que podría conectar Málaga con los núcleos más distantes del litoral occidental en menos de 45 minutos, "muy difíciles de alcanzar con trazados afines a los de la línea de Cercanías existente".
Miró suma a esta primera línea de pensamiento una actuación complementaria, de manera que se crease una segunda estación de media y larga distancia en el aeropuerto de la Costa del Sol. Este experto se muestra crítico con el carácter limitado de los estudios realizados hasta la fecha para esta conexión ferroviaria, acotado a la idea de prolongar el Cercanías actual.
"Pertenecer al selecto club de las regiones y ciudades conectadas por la red de alta velocidad constituye un privilegio, pero también lo es que, en el caso de Málaga y la Costa del Sol, no resulta suficiente para garantizar su estabilidad territorial. Su futuro depende en gran medida del acierto de sus gobernantes para adoptar las decisiones más acertadas", concluye.
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