El Ayuntamiento de Málaga, a través del Área de Ordenación del Territorio, ha sacado hoy a licitación el proyecto de acondicionamiento acústico del túnel de la Alcazaba por un importe de 2.861.733,10 euros (IVA incluido), de los que 2.656.383 euros proceden de financiación municipal y 205.350 euros de fondos europeos (EDUSI).
El objetivo principal de esta iniciativa, que cuenta con un plazo de ejecución de 8 meses, es el de la mejora de las condiciones acústicas del túnel, para lo que se incluyen medidas que favorezcan la reducción de la contaminación atmosférica y acústica que se da en el entorno del túnel; así como favorecer el conexión peatonal entre la Malagueta y la Plaza de la Merced a través de este enclave, de modo que se conserven la relación e integración con el entorno que rodea a esta infraestructura.
Las empresas interesadas en acometer la obra tienen de plazo 26 días para presentar sus propuestas.
El proyecto
Para alcanzar la meta planteada el túnel verá reducido el número de carriles reservados para el tráfico rodado, ganando espacio para incrementar el ancho de las aceras laterales, que pasará a disponer de 2,6 metros, frente a los 1,7 metros actuales.
En cuanto al pavimento elegido para la zona peatonal es, del mismo tipo al existente en la plaza de la Merced y al material utilizado para la rehabilitación de la Coracha, lo que favorece la integración con el entorno.
A eso se suma la colocación de pantallas acristaladas, con serigrafías inspiradas en La Alcazaba, para separarlas de la calzada y rebajar el impacto que provoca el paso de los coches. Con este mismo fin, el proyecto incluye la sustitución del asfalto actual por otro con características fonoabsorbentes. Asimismo, se realizará un tratamiento en la bóveda.
Para lograr este avance se hace preciso reducir la actual sección de tráfico. De los cuatro carriles disponibles (dos por sentido) se pasará a dos viales en dirección Paseo de Reding hacia la Plaza de la Merced (sentido entrada) y uno solo desde La Merced hacia la plaza de toros. No se descarta que haya cierta flexibilidad con uno de los carriles.
Esta medida se relaciona igualmente con las intervenciones urbanas que están proyectadas en los próximos años en este entorno del casco antiguo. A modo de ejemplo, la reforma de la calle Álamos, dando continuidad a la obra ya en marcha en Carretería, que reducirá sensiblemente su uso como eje de paso de vehículos.
A esto se suma la idea municipal de avanzar, también, en una reconfiguración de la calle Victoria, asunto, en cualquier caso, que está pendiente de ser rematado, dada la negativa de Movilidad a que se suprima uno de los dos sentidos de circulación.
Otro elemento a señalar es la mejora acústica. El sistema de ventilación longitudinal actual es, junto con el tráfico motorizado, una de las principales fuentes de ruido en el túnel, por lo que se incluye entre las actuaciones su reemplazo por un modelo de menor impacto, y la instalación de silenciadores.
Como medida para reducir el ruido en el interior del túnel, el proyecto también incluye la ejecución de una capa de rodadura de mezcla bituminosa, técnica que según los estudios reduce la media de los niveles sonoros al paso de los coches en un intervalo de 3 o 4 decibelios.