La Fiscalía de Medio Ambiente de Málaga ha mantenido la acusación para el procesado por el incendio de la Costa del Sol, ocurrido en agosto de 2012 y por el que fallecieron dos personas; aunque ha rebajado la petición inicial de pena de siete años y medio a cuatro años de cárcel.

Así lo ha expuesto el representante de la acusación pública este lunes en el juicio que se celebra en la Sección Novena de la Audiencia de Málaga sobre dicho incendio, que calcinó más de 8.500 hectáreas en varias localidades y que, además de los dos fallecidos, provocó que cuatro personas resultaran heridas.

El fiscal mantiene que el acusado es responsable de un delito grave de incendio forestal, dos de homicidio imprudente y otro de lesiones por imprudencia, pero considera que se debe aplicar la circunstancia que atenúa la pena de dilaciones indebidas como muy cualificadas, por lo que solicita finalmente cuatro años de prisión.

Asimismo, ha planteado una alternativa por si el Tribunal entiende que no existió riesgo para la vida, solicitando en este caso que se le imponga al procesado la pena de tres años de cárcel. En todos los casos mantiene las peticiones de indemnizaciones para todos los perjudicados, tanto administraciones como particulares y empresas.

Según el escrito inicial del fiscal, el procesado desempeñaba labores de mantenimiento y cuidado de una vivienda ubicada en el paraje Barranco Blanco de Coín, cuando su dueño de origen belga estaba fuera; y sostiene que desde dicha parcela el fuego se extendió a los municipios de Mijas, Marbella, Ojén y Monda y también Alhaurín el Grande.

Para la Fiscalía, el día del incendio la temperatura ambiente era de 37,6 grados, con una humedad relativa del aire de 18,1% y un viento de nueve kilómetros por ahora, "que en la hora siguiente ofrecería rachas máximas de hasta 34 kilómetros por hora con direcciones cambiantes", según las conclusiones provisionales.

La probabilidad de ignición era del 80% y por tanto había "un índice de peligro de incendios de alarma extrema --peligro extremo--". El acusado fue a realizar sus obligaciones y antes de las 18.50 horas, con estas condiciones climatológicas, "de manera absolutamente irresponsable", encendió una hoguera para quema de poda de vegetación de jardinería.

Según el escrito de esta acusación, el procesado llevó a cabo esta acción supuestamente "careciendo de autorización administrativa para ello, incumpliendo normativas", como la de prevención de incendios forestales; además de "sin adoptar las mínimas medidas de precaución adecuadas". Así, "atizó la hoguera durante la combustión y la abandonó sin apagarla".

En su declaración en la vista oral, el acusado negó que el día de los hechos realizara una poda y una hoguera que pudiera causar el incendio, asegurando que estuvo en la parcela donde se originó el fuego, pero realizando otras labores, ya que era el encargado de mantenimiento.

Asimismo, explicó que ese 30 de agosto de 2012 estuvo trabajando en la parcela, limpiando la piscina y regando las plantas; pero ha dicho que no quemó poda alguna. Así, aseguró que el dueño de esa finca insistía en acumular la poda y depositarla en un punto limpio.

El acusado, que dijo que también trabajaba de operario en el Ayuntamiento de Alhaurín el Grande (Málaga), reconoció que los restos de podas de días anteriores los dejó sobre la mancha de cenizas de lo que había sido una hoguera, indicando que no supo del incendio hasta más tarde cuando vio el humo desde su casa.

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