El delegado del Gobierno de España en Andalucía, Pedro Fernández, se ha mostrado cauteloso este viernes tras ser cuestionado por el hallazgo de los restos óseos en Benahavís. Ha especificado que los primeros indicios apuntan a que se trata de una mujer, pero que se están llevando a cabo las pruebas pertinentes para determinarlo y, sobre todo, para datar la fecha de la muerte.
Lograda esta, el siguiente paso será cotejar el ADN con los de mujeres cuyas desapariciones hayan sido denunciados en ese mismo periodo de tiempo. Así, ha explicado, también con mucha cautela, que no hay más hipótesis que las que arrojen las pruebas científicas. Estas se están realizando desde el momento en que se halló el cadáver momificado.
Fernández ha insistido en que estas permitirán "a través de las fichas policiales, poder contrastarlo con desapariciones que hubieran acontecido en ese periodo en el que se haya datado la muerte de los restos óseos que han aparecido".
Bartolomé, el jardinero de la urbanización The Crest de la zona de la Quinta fue quien halló en primer lugar el cráneo de la fallecida, sobre las 12.30 horas del pasado lunes. Estaba junto a una valla en uno de los laterales de la urbanización. En principio creía que se trataba de una pelota, pero luego comprobó que se trataba de un cráneo real al comprobar que tenía "manchitas". No podía creérselo. "Se me puso todo el cuerpo cortado, fue una impresión muy fuerte", ha indicado.
Lo primero que hizo fue sacarle dos fotos al macabro hallazgo que envió a posteriori al administrador del complejo, que le indicó que llamara cuanto antes a las autoridades. Concretamente llamó a la Guardia Civil, a quien pertenecía el término municipal de Benahavís. "Se presentaron los forenses, la científica, la propia Guardia Civil, la secreta, los boinas... Nos pusimos a buscar entre la maleza y al final salieron varios huesos más", explicaba en la jornada del jueves a los medios en las inmediaciones donde tuvo lugar el suceso. También hallaron una maleta, una bolsa con un sujetador, un pañuelo del cuello con manchas, unas fregonas y unos discos de sierra, aunque Bartolo cree que estos últimos pertenecen a unas obras cercanas y no al caso.
Precisamente ayer, la Guardia Civil siguió trabajando sobre el terreno, donde, según ha podido saber este periódico, también hallaron algunos huesos más que, a priori, pertenecerían al mismo cuerpo. La investigación sigue abierta.
El complejo urbanístico, formado por lujosos apartamentos, junto al que se encontró el cuerpo se comenzó a construir hace dos años y los primeros propietarios llegaron a finales de 2022, por lo que hasta el momento todas las hipótesis están abiertas y se desconoce si el cadáver fue trasladado o fueron los animales los que lo desenterraron, teniendo en cuenta que en la fecha en la que data el cadáver las viviendas aún no habían sido construidas.