Tiene más de medio millón de suscriptores en su canal de YouTube. Y no es para menos. Federico, más conocido en el mundo de Internet como Zazza el italiano, dejó de poner cócteles en un bar para meterse en los barrios más marginales y peligrosos del mundo con su cámara con ánimo de mostrarle sus aventuras al mundo.
Esta semana, tras las decenas de noticias que alertan de los problemas con las armas ilegales en Palma-Palmilla, Zazza el italiano ha decidido entrar de lleno en el distrito malagueño para conocer de primera mano qué está ocurriendo allí. Para su sorpresa, además de conocer a diferentes vecinos del barrio, que le reciben con más o menos agrado, encuentra a un exnarcotraficante de 78 años que se abre en canal con él para reconocer sus errores.
El hombre, que no se identifica en ningún momento, cuenta que pagó veinte años por traficar con sustancias estupefacientes. "Ya estoy libre, he pagado 20 años por lo que hice", declara al youtuber en su encuentro. Insiste en varias ocasiones en que no repetiría lo que vivió por nada del mundo, porque "odia" el dinero y ser narco le ha hecho perder gran parte de su vida.
Recuerda la Palma-Palmilla de los años ochenta como el lugar donde estaban los más fuertes y donde había "millones a punta pala". "Ahora la cosa ha cambiado... Aunque santos del cielo no somos, hay momentos en que hay represalias y malentendidos. Hay de todo en la vida, la perfección no existe", explica el exnarcotraficante.
En su caso, asegura que tuvo todos los lujos del mundo durante sus años como narcotraficante. Tenía fincas, coches de lujo y chalés. "Me dejaron sin nada", dice. Cuando es cuestionado por Zazza sobre si haría lo mismo, reconoce que él "ya no más". "Yo vendía al por mayor y las criaturas que vivían enganchadas no se merecen la vida que han llevado", prosigue este señor, que ha cambiado la venta de cocaína en grandes cantidades por el oficio de vender limones y mandarinas entre sus vecinos.
Recuerda sus hazañas entre risas sin llegar a creerse lo que hizo durante sus peores años. "Yo nunca llegué a Colombia. Yo iba a Galicia y me traía 100 kilos de cocaína y lo vendía a seis millones. Yo, vaya donde vaya, lo he pagado. Eso sí, ni por todos los millones del mundo lo repetiría. A mí no me han quitado veinte años, a mí me han quitado la vida entera. Una cárcel no está pagada por nada en el mundo", detalla.
Sobre su experiencia en la cárcel, pese a todo, reconoce que vivió "como un rey" porque tenía todo el dinero el mundo para pagar. Según su relato, compartió prisión con el cabecilla del caso Malaya, Juan Antonio Roca y con el que fuera alcalde de Marbella, Julián Muñoz. "Todos estaban conmigo en Málaga hasta que me llevaron para Granada". Zazza, que no conocía a Muñoz, le pregunta el motivo por el que estaba en la cárcel junto a Roca: "Por ladrones y estafadores", declara sin escrúpulos al joven extranjero.
Otra mujer que celebra el cumpleaños de una de las pequeñas de su gran familia a pie de calle, es de las pocas que reconoce, al igual que el exnarco, las debilidades de Palma-Palmilla. Casualmente son los más mayores que aparecen en el vídeo. "Hay que tener miedo porque Palma-Palmilla está muy mal", reconoce, mientras que una de sus hijas le dice que tampoco es para tanto.
El vídeo, donde Zazza encuentra a personas vendiendo sustancias, acaba cuando unos jóvenes intentan robarle su equipo de vídeo. Son los mismos que al inicio le saludan intentando ganarse su confianza. Los fieles seguidores del canal reconocen que se trata de uno de los episodios más reales y sinceros que ha subido nunca. Él se marcha sorprendido de la zona, pues si no llega a ser por la presencia policial quizá el intento de robo hubiese podido llegar a ser un robo y posterior agresión.