La igualdad sigue siendo un reto pendiente en la política y un ejemplo de ello es el mapa que han dejado este sábado las sesiones constitutivas de los ayuntamientos surgidos de las elecciones del pasado 28 de mayo. De los 104 consistorios que arrancan un nuevo mandato municipal en la provincia, solo 21 están gobernados por una mujer.
La gran mayoría de las localidades de Málaga tendrán en los próximos cuatro años un hombre en el poder. Ellos fueron proclamados alcaldes en 83 localidades a lo largo y ancho de la provincia, el 79,8% del total. Ellas, por su parte, estarán al frente del 20,2% de los consistorios.
El porcentaje se mantiene similar al extrapolarlo a los partidos. El PP cuenta con la alcaldía de 47 localidades, más un gobierno compartido con el PSOE en Villanueva del Trabuco. De todos esos Ayuntamientos en los que ya gobierna, solo nueve tienen una mujer al frente, el 18,8% del total.
El PSOE, por su parte, lidera 36 municipios de Málaga, solo siete de ellos con una mujer en el poder, el 19,4% del total. Tampoco Con Andalucía, la confluencia que ha servido de paraguas en estas elecciones para formaciones como Izquierda Unida y Podemos, alcanzan la paridad. De las 12 alcaldías que tiene, solo dos están lideradas por una mujer.
Entre los diez municipios más grandes de la provincia según su población, solo tres están gobernados por una mujer (Marbella, Fuengirola, Torremolinos) frente a los siete que cuentan con un hombre al frente (Málaga, Mijas, Vélez-Málaga, Estepona, Benalmádena, Rincón de la Victoria, Alhaurín de la Torre). Lo mismo ocurre en el resto del país: del conjunto de las capitales de provincia, solo el 34% tiene mujeres al mando, según un recuento de Europa Press.
El techo de cristal que las mujeres han de romper para llegar a las cotas más altas de poder en política tiene un fondo muy profundo. Si la llegada al poder en un Ayuntamiento se pudiera asimilar con una carrera, las mujeres saldrían desde muy por detrás en la línea de salida.
En España, cualquier persona, independientemente de su sexo, puede optar a un cargo público siendo mayor de edad y cumpliendo los requisitos establecidos, pero los lastres que han soportado las mujeres durante siglos, aisladas de cualquier estamento de poder, son complicados de quitar.
Para avanzar en ese camino, la ley electoral obliga a las formaciones políticas a presentar listas paritarias y, por ende, ninguno de los dos sexos pueden copar más del 60% de la candidatura ni quedar por debajo del 40%.
El cumplimiento de este requisito, sin embargo, no impidió que las mujeres partieran de una línea de salida mucho más lejana a la meta el pasado 28M. Según el análisis que EL ESPAÑOL de Málaga hizo a las candidaturas presentadas para las elecciones, solo el 26,7% estaban lideradas por una mujer.
De las papeletas que encontraron los electores el 28 de mayo en los colegios electorales de la provincia, 291 llevaban a un hombre como número uno y solo 107 a una mujer. Pese a cumplir la paridad en la composición, las candidaturas tenían un claro sesgo de género en cuando a sus cabezas de lista y eso, inevitablemente, tiene un reflejo en quiénes logran finalmente ocupar las Alcaldías.
En el camino hacia la paridad todavía queda mucho por recorrer.