El Partido Popular sigue con su estrategia bicefálica de querer derogar el sanchismo con vehemencia al tiempo que apuesta por una campaña “limpia y alegre” bajo el silbido de Verano Azul. En esta ocasión, ha sido el coordinador general de la formación, Elías Bendodo, el encargado de sacar a relucir la artillería pesada. Especialmente después del varapalo de Málaga por haber perdido la Expo de 2027, algo que relaciona con la “falta de apoyo” del Gobierno a la capital de la Costa del Sol.
La ubicación del lugar no ha sido casualidad. Los populares se han desplazado hasta Benalmádena, uno de los municipios claves de la provincia, que cambió de color tras los comicios del pasado 28 de mayo. Allí, Juan Antonio Lara arrebató el bastón de mando al socialista Víctor Navas.
Pese a las palabras de ilusión que Bendodo ha pronunciado al respecto del mandato que se avecina, el objetivo del encuentro ha sido otro: poner la vista en las elecciones del 23 de julio. Pronto se ha ceñido a su faceta de cabeza de lista por la provincia de Málaga (y número 3 del PP nacional) para continuar con su estrategia de acoso y derribo de Pedro Sánchez: “Quiere que la gente no vaya a votar”.
Ha asegurado que la convocatoria electoral justo después de las municipales estuvo motivada por la victoria del Partido Popular y, sobre todo, para que sus compañeros de partido no se lo “hubieran comido” después del batacazo del PSOE.
“La última herramienta de un antidemócrata es intentar que sus ciudadanos no vayan a votar. Pues bien, la respuesta del PP a esa anticampaña de Sánchez es que los españoles tengamos un verano azul”, ha aseverado. Del mismo modo, ha comentado que esta iniciativa ha contado con la oposición de Ferraz y de TVE: “¡Joder! Es el perfecto ejemplo de que hemos acertado”, ha subrayado.
Al respecto de esa iniciativa, Bendodo ha explicado que Verano Azul es una serie con la que muchos españoles se sienten identificados (“daba buen rollo y no molestaba a nadie”). “De eso se trata. De que no moleste porque la gente se lo merece. Vamos a hacer una campaña limpia, alegre, de cambio y de futuro”, ha añadido.
A fin de cuentas, el objetivo no es otro que “echar al Gobierno del PSOE y Podemos”: “Nunca ha habido un Gobierno que haya mirado más de lejos a Málaga que este. Sánchez solo ha venido a Málaga a dar un mitin de vez en cuando. No ha hecho absolutamente nada en política de costas, pregúntale, o preguntémosle a los empresarios de playa que están del Ministerio y de Costas hasta la coronilla, que todo ha sido retrasos permanentes”.
De esta forma, el coordinador general del PP ha abundado en aquellos “proyectos abandonados” como son el acceso norte del aeropuerto o el tren litoral. Ha aprovechado esta coyuntura para señalar la buena sintonía entre la administración local, provincial y autonómica (gracias a la coincidencia de siglas) en los últimos tiempos, excluyendo al Ejecutivo de la ecuación.
De hecho, ha recurrido a esta coyuntura para señalar la acción del Gobierno como una de los elementos que falló para que Málaga pudiera llevarse la Expo de 2027. “Fuimos con muchísima ilusión a París a defender la candidatura de Málaga para la Expo de 2027. El Gobierno de España, Sánchez, ha preferido seguir llevando a Málaga con el freno de mano puesto. La ilusión, el compromiso y la profesionalidad de la candidatura que lideraba Juanma, el alcalde de Málaga y el presidente de la Diputación, no es la misma que veíamos en los rostros de los miembros del Gobierno de España”, ha insistido.
Incluso ha llegado a afirmar que Pedro Sánchez no se ha comprometido con la candidatura de la Expo para Málaga: “Lo ha hecho con la boca pequeña, no podía decir que no. No ha levantado en él ninguna ilusión, no podía permitir otra victoria de Málaga. Perdimos por 11 votos contra Belgrado, capital de Serbia. El primer ministro serbio llevaba una semana allí en París, trabajando para conseguir la candidatura. Sánchez ni fue, ni fue”, ha recalcado.
Málaga, la fuerza del cambio en España
Haciendo un símil con el presidente de un consejo de administración que tiene como objetivo destruir una empresa, Bendodo ha vuelto a reflexionar sobre los pactos del PSOE con Bildu: “El Gobierno ha incorporado al consejo de administración, a Bildu, a Esquerra, a Podemos 1, a Podemos 2, que lo que quieren es romper España”.
En contraparte, propone un gobierno en solitario, con una mayoría “amplia y suficiente” que dé “tranquilidad” al conjunto de los españoles: “Tenemos un gobierno que merece pasar al banquillo. Que merece pasar a la oposición. Un gobierno que no ha subido 40 veces los impuestos en 5 años. Un gobierno que es el más grande de la historia de España. 22 ministros. Yo no conozco a todos los ministros, no me atrevería a decir los nombres. Son tantos. Yo creo que ni entre ellos se conocen. Esa es la realidad. Dos equipos de fútbol, 22 ministros, con un árbitro intentando poner media acción entre ellos porque están en derbi permanente”.
Pero tras las alusiones a la ley del solo sí es sí, la derogación del delito de sedición y de malversación del Código Penal y el largo etcétera de referencias que se engloban en la “derogación del sanchismo”, Bendodo se ha referido a los pactos. El criterio, en este caso, ha asegurado que no va a ser otro que aplicar las “matemáticas de Estado”. Es decir: “Donde más interese a los ciudadanos en cada territorio, ahí va a estar el Partido Popular”. Como ejemplos, los casos de Barcelona, Vitoria o la Diputación Foral de Guipúzcoa.
“No podemos defraudar las expectativas de cambio que se han generado en algunas comunidades autónomas. Y no se pueden defraudar las expectativas de cambio en ninguna comunidad autónoma por luchas internas de poder o por una ambición desmedida que lleva a malas situaciones como la que tuvo Ciudadanos en su momento, que acabó desapareciendo”, ha finalizado, incluyendo esa referencia a las tensiones entre el PP y Vox que se están viviendo en Extremadura.