Las caras y el tono este miércoles desde París no podían ocultar la decepción. Málaga partía como una de las favoritas en la terna por albergar la Expo 2027 y, hasta el último minuto, los comentarios que llegaban iban empapados de optimismo. Todo se fue desvaneciendo al ver cómo la candidatura de Belgrado se iba imponiendo en las votaciones, pero no fue hasta la cuarta ronda, tras un cara a cara final, cuando la ciudad serbia le dio la estocada final a la española y acabó imponiéndose por once apoyos.
Las miradas de la delegación española presente en la capital de Francia se agazaparon y pocas palabras se intercambiaron antes de que llegara el momento de la rueda de prensa conjunta de las autoridades. Entonces sí hubo valoraciones y, sobre todo, una idea muy bien definida que la Corporación municipal, encabezada por el alcalde, Francisco de la Torre, comenzó a trasladar: el sueño de Málaga no acaba aquí.
"La vida sigue y seguimos con el mismo entusiasmo, la misma ilusión, el mismo amor y pasión por Málaga porque la ciudad lo merece", expresó el regidor en un discurso en el que, tras reconocer la decepción, puso todas las miras en el futuro.
"Este gran proyecto, de una u otra forma, será realidad", aseveró el dirigente, que en los últimos cuatro años ha hecho de la candidatura para albergar el evento internacional una seña propia a la que llegó a supeditar, incluso, su decisión de optar a la reelección a la Alcaldía después de dos décadas en el poder y 80 años a sus espaldas.
La apuesta por esta cita se convirtió en algo personal para De la Torre por varios motivos. Primero, por su total implicación, que fue reconocida y alabada este miércoles tanto por el presidente de la Junta, Juanma Moreno, como por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares. Pero, sobre todo, por el impulso que estaba destinada a suponer para lograr el gran salto internacional de Málaga y cerrar el círculo de la profunda trasformación que el regidor lleva impulsado desde que llegó al poder.
Esto último venía motivado especialmente por el gran desembolso que el evento iba a dejar en Málaga y con el cual se pretendían sacar adelante un buen número de proyectos que iban a cambiar la ciudad por completo, entre ellos, algunos que llevan años a la espera de ser desempolvados como la remodelación del Guadalmedina, el nuevo auditorio en el Muelle de San Andrés, la ampliación del Palacio de Ferias o el ambicioso Plan Málaga Litoral.
Fuentes próximas al proyecto aseguran que la hoja de ruta sigue sobre la mesa, por lo que, tras el varapalo de este miércoles, solo queda decidir si se sigue o no con ella. Tal y como está concebido, la propuesta tiene todos los visos para continuar y llegar a convertirse en realidad. Incluso, según estas mismas fuentes, el hecho de no estar supeditada a la celebración de la Expo 2027 puede ayudar a mejorarla y desechar ciertos condicionantes que dificultaban algunos aspectos.
El propio De la Torre ya dejó claro este miércoles que no renunciará a algunos de los proyectos que iban a llegar de la mano del evento porque la ciudad los necesita y hay que abordarlos "con Expo o sin ella".
Esta idea viene reiterándose en todas sus declaraciones públicas desde hace unos días cuando, en su primer discurso del mandato, tras ser investido por séptima vez alcalde de Málaga, apuntó a un "plan B" dentro del cual se mantendría inalterable el desarrollo de la parcela de Campanillas en la que se preveía construir el espacio y en la que se diferencia una vertiente logística y otra habitacional.
Esos terrenos pertenecen a la Entidad Pública Empresarial de Suelo (SEPES), aunque el Gobierno central firmó el pasado año un protocolo de intenciones para cederlo temporalmente al Ayuntamiento en cuanto Málaga se confirmara como sede de la Expo 2027. Descartado este supuesto, De la Torre confirmó este miércoles que tratará este asunto con el Ejecutivo para encontrar la manera de mantener la permuta y "abordar algo equivalente" a lo previsto.
Lo que tiene más visos de prosperar es el proyecto en los más de 270.000 metros cuadrados de suelo de este sector en el que el planeamiento urbanístico materializa la construcción de unas 1.400 viviendas. Esta idea va a continuar "sí o sí", aseguran fuentes municipales, que abogan por apostar por el modelo de ecobarrios que ya se proyecta en otras futuras actuaciones como la Manzana Verde en el Camino de San Rafael.
La viabilidad de este plan recae, principalmente, en que estaría sustentando por inversiones procedentes de socios privados que estén interesados en asentarse en el nuevo espacio logístico que se pretende crear, un proyecto que en sí mismo plantea más complejidad, precisamente, por la fuente de financiación.
La idea de De la Torre pasa por reconvertir el espacio planeado para el recinto en un lugar donde tengan cabida proyectos educativos, de innovación y de emprendimiento enfocado a la sostenibilidad de las ciudades y, para ello, apunta directamente la Unión Europea y los fondos que proyecta para los próximos años condicionados a esta materia.
Las mismas fuentes confirman, por otra parte, que han existido conversaciones sobre la posibilidad de haya empresas interesadas, así como cierta disposición por avanzar en el desarrollo de un parque empresarial sobre la matriz del anillo, "aunque habría que dimensionarlo". Igualmente, sobrevuela la posibilidad de dar cabida a la Universidad de Málaga. No obstante, insisten en la trascendencia de que el impulso definitivo venga de la mano de "una empresa importante que sirva de locomotora".
Otros proyectos
Fuera de los terrenos de Buenavista, De la Torre, confirmó este miércoles que el proyecto para que Málaga cuente con un nuevo auditorio "va a seguir vivo porque la ciudad lo necesita". A día de hoy, la capital cuenta con el Teatro Cervantes, un espacio creado en 1870 y "va siendo hora", defendió el regidor, de que "se complemente con otros más modernos". En esta apuesta también enmarcó la ampliación del Palacio de Ferias, para la que confía en encontrar "los apoyos y la acogida necesaria".
Más allá de los planes urbanísticos, la afirmación de que el sueño de Málaga no acaba con la Expo 2027 se sustenta en la idea misma. "Hemos hecho un enorme trabajo que será útil para la ciudad. Tardaremos más, pero el sueño continúa y lo haremos posible", compartió en redes la portavoz del equipo de Gobierno, Elisa Pérez de Siles.
Para De la Torre, el mejor ejemplo de que el proyecto seguirá latente es que la ciudad se encuentra "en un momento magnífico" y que ya se ha posicionado como referente en materia tecnológica, cultural y ambiental. A partir de aquí, dijo, el "sentido de servicio al planeta" que caracterizaba la propuesta para la Expo "va a estar como telón de fondo de muchas iniciativas".
La importa de la propuesta malagueña, titulada "La era urbana: hacia la ciudad sostenible", está en el seno de otros eventos que acoge la ciudad como el foro Greencities, el S-Moving o el reciente Digital Enterprise Show (DES), destacó el regidor.
En la misma línea apuntó Juanma Moreno, para quien Málaga "ya es una capital en todos los sentidos" gracias a haberse convertido en el polo tecnológico del sur de Europa. “Es la provincia que más crece de Andalucía y también la que más crece demográficamente de España”, subrayó.
Desde la oposición en el Ayuntamiento de la capital tampoco quieren despertar del sueño. El PSOE y Con Málaga, la confluencia que engloba a partidos como IU y Podemos, instaron a De la Torre a seguir trabajando por las ideas que defendía el proyecto con el que la ciudad aspiraba a albergar la Expo.
"Tenemos que seguir trabajando por la sostenibilidad en la ciudad, por una ciudad mejor", defendió el socialista Dani Pérez. "Que el mismo compromiso institucional que ha habido para apoyar la candidatura lo haya a partir de ahora para impulsar una agenda verde. La situación de emergencia climática sigue existiendo, tenemos una agenda de trabajo impostergable y animo a que, por parte del equipo de gobierno, con o sin expo, se ponga en marcha con la mayor prioridad", dijo por su parte Toni Morillas.