La Audiencia de Málaga ha condenado a dos años de prisión a una mujer por prestarse a que terceras personas hicieran transferencias de carácter fraudulento en su cuenta bancaria, llegando a estafar a una perjudicada una cantidad de 3.000 euros que fueron transferidos de forma ilegal, usando medios informáticos.
Según se declaró probado en la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, terceras personas no identificadas, valiéndose de "artificios informáticos", seguramente la colocación en días previos de un programa malicioso, accedieron a la web de su banco desde su ordenador de la empresa en la que trabajaba como administrativa.
Así, le hicieron creer que tenía que actualizar con urgencia su dispositivo electrónico para acceder a dicha página; "bloqueando su navegación al salirle un mensaje en pantalla que le indicaba que era necesario que realizara un test de seguridad online, pues se había detectado una operación fraudulenta de acceso a su banco y su cuenta, según la resolución.
"Alertada por el anuncio que creía procedía de su banco, guiada por la buena fe y confiada en la certeza de la operación", dice la sentencia, siguió las indicaciones que recibía en pantalla, incluyendo la de facilitar la contraseña para efectuar transferencias bancarias. Una vez que finalizó estas operaciones, vio que el ordenador seguía bloqueado.
Por eso, se puso en contacto urgentemente con su banco donde le dijeron que siguiendo esas instrucciones "le acababan de cargar una transferencia por importe de 8.000 euros" a favor de una cuenta corriente que pertenecía a la acusada, con domicilio en Madrid, que "en colaboración con la tercera persona no identificada, facilitó la misma a cambio de 200 o 300 euros".
Según se declaró probado, la procesada sabía que "iba a recibir transferencias ilícitas", apuntando que seguidamente por el mismo procedimiento intentaron llevar a cabo otra transferencia por importe esta vez de 5.000 euros que no llegó a consumarse al ser anulada por la perjudicada y por el banco.
Una vez recibidos los 8.000 euros, la acusada y esa tercera persona no identificada sacaron 3.000 euros en tres reintegros; devolviendo el banco a los denunciantes los 5.000 euros restantes al haber sido alertados del fraude, por lo que la mujer no reclama cantidad alguna.
Por estos hechos, se condenó a la procesada por un delito de estafa a dos años de cárcel y se le impuso el pago de 3.000 euros como indemnización al banco. La Sala acuerda que quede suspendida la pena de prisión durante el mismo tiempo, quedando este beneficio condicionado a que no vuelva a delinquir y a que satisfaga la responsabilidad civil.
Esta sentencia se dictó in voce en el acto del juicio tras reconocer los hechos la acusada y mostrar su conformidad tanto ella como su defensa con la acusación y con las penas solicitadas por el ministerio fiscal.