Dos ciudades históricamente enfrentadas, Sevilla y Málaga, han encontrado en su apuesta por ganar espacio ciudadano sobre los suelos portuarios un nexo de unión y relación. Muestra de ello es el deseo de la ciudad hispalense de aprender del modelo que en las últimas décadas ha seguido la capital de la Costa del Sol para romper la tradicional frontera que ha separado a los vecinos del frente litoral.
"Queremos sacar ideas para el desarrollo del puerto de Sevilla", ha admitido este lunes el presidente de la Autoridad Portuaria de Sevilla, Rafael Carmona, quien ha participado en unas jornadas organizadas por el colectivo Civisur.
Bajo el título Relación Puerto-Ciudad, conectando horizontes, el encuentro ha permitido conocer en detalle las propuestas de intervención que se plantean en ambas capitales andaluzas. Es de resaltar cómo el modelo de Málaga quiere ser copiado por Sevilla, en su ambiciosa apuesta por crear un nuevo distrito urbano con unas 57 hectáreas de superficie. Un desarrollo que pretende incluir unas 700 viviendas y espacio hotelero.
"Nos gustaría sacar mensajes que nos pueden ayudar del puerto de Málaga, porque su desarrollo ha sido y es un éxito", ha remarcado Carmona, quien ha insistido en su apuesta por "sacar más conclusiones más favorables para poder desarrollarlas nosotros".
A su juicio, el impulso que ha tenido Málaga "gracias al puerto nos debe permitir sacar un buen aprendizaje", ha añadido, incidiendo en que la urbe malagueña se ha convertido en "un referente importantísimo" en esta materia, al saber establecer una muy buena relación entre el puerto y la ciudad.
Un guiño a esa copia que Sevilla quiere hacer de Málaga es la intención de contar con un equipamiento cultural de referencia, parecido al Centro Pompidou, en el espacio portuario. A ello se suma la generación de un distrito de oficinas.
Durante el encuentro de Civisur, que ha incluido una mesa redonda, Carmona ha explicado las líneas estratégicas del futuro desarrollo del puerto Sevilla. A la par, su homólogo al frente del Puerto de Málaga, Carlos Rubio, ha hecho un repaso general al plan de inversiones previsto para los próximos años, que debe permitir desarrollar actuaciones un por un valor de 135 millones de euros, a los que sumar otros 340 millones de iniciativa privada, con el hotel del dique de levante como gran referente.
Rubio ha apuntado que son aún varias las piezas portuarias que quedan por desarrollar, si bien ha puesto el acento de manera especial en el futuro complejo de oficinas dibujado sobre Muelle Heredia, con unos 28.000 metros cuadrados de techo.
No obstante, tal y como ha apuntado, ha dado a entender que se trata de una actuación a la que le quedan aún año y medio o dos años para salir al mercado, dada la necesidad de avanzar antes en la construcción del nuevo edificio de la Agencia Tributaria, lo que permitirá la demolición de su actual inmueble en la zona del muelle 4.
Tanto Rubio como Carmona han coincidido en la necesidad de que desde la Administración estatal se haga una apuesta decidida por el ferrocarril, dada la escasa mano de obra existente para conducir camiones. A ese elemento se suma la estrategia de muchas empresas por una movilidad más sostenible.