No tiene el relumbrón de la marina deportiva de San Andrés ni genera la controversia de la Torre, pero es, sin duda, el gran proyecto estratégico en el futuro del Puerto de Málaga. Porque, como bien apunta el presidente de la entidad, Carlos Rubio, la construcción del muelle 8 es esencial para que el recinto malagueño, centro neurálgico de la actividad económica de la capital de la Costa del Sol, siga siendo competitivo en el actual escenario mundial del tráfico de mercancías.
"Esta es la operación que nos permitirá ser competitivos en el futuro", explica Rubio a EL ESPAÑOL de Málaga en una conversación en la que repasa todas y cada una de las piezas que hay actualmente sobre el tablero portuario. Y no son pocas. Otras fuentes incluso hablan de que su materialización es clave en la "supervivencia" del recinto.
La principal singularidad de esta infraestructura es que generará un nuevo espacio de uso logístico y almacenaje de unos 60.000 metros cuadrados, abriendo las puertas, también, a la llegada de grandes barcos con capacidad para unas 50.000 toneladas de carga. "Vamos a poder recibir barcos de más calado, los más grandes y que tienen más requerimientos", subraya. De hecho, una vez esté completada la operación, prácticamente el 95% de la flota mundial de estos megabuques podrá atracar en Málaga.
Las actuales instalaciones portuarias tienen ciertamente limitaciones para una explotación adecuada. En este sentido, en el muelle 9 sí pueden atracar estas embarcaciones, mientras que en el 7 sólo lo pueden hacer en condiciones de calma total de la mar y sin viento, debido al escaso calado.
De hecho, el nuevo muelle 8 podrá acoger dos grandes buques. Al tiempo, se plantea la creación de una especie de pasarela con el muelle 7 que permitirá mayor versatilidad en la explotación del espacio, haciendo posible la llegada de buques Ro-Ro. Aunque sin datos totalmente cerrados, el muelle 8 puede absorber un movimiento anual de unas 1,5 millones de toneladas.
La intervención, que incluye la prolongación del muelle 9, generará un muelle de 300 metros de longitud, con un tacón de 40 metros de anchura, que cerraría la prolongación del 9 (tradicional de contenedores) hacia el norte. Mediante el relleno de la dársena pesquera se creará una explanada con la "paliar los problemas endémicos de superficie de almacenamiento de graneles sólidos en el Puerto".
El impulso de esta obra debe garantizar en los años venideros más línea de atraque, "que permita el cierre para la creación en su trasdosado de una explanada polivalente que pueda servir para el acopio de granel sólido que se requiere ante el aumento de tráfico de exportación de cereal y las previsiones de crecimiento del mismo".
Así se recogía en la memoria justificativa que sirvió de base para la redacción del proyecto constructivo, ya prácticamente finalizado y ajustado con los estudios geotécnicos realizados. Para la ejecución de esta obra se manejó en un principio una inversión de 20 millones de euros, cuantía que, según Rubio, prácticamente se ha duplicado debido a los incrementos de los precios de la construcción, entre otras razones.
["La inflación castilla al Puerto de Málaga: casi duplica el valor de algunas de sus obras]
Dado el elevado montante económico, el presidente del Puerto confirma que la propuesta previa a la licitación de las obras ha de ser objeto de estudio por parte de Puertos del Estado. Será después cuando se requiera de un informe de compatibilidad de estrategias marinas que ha de emitir la Dirección General de Costas. Un paso previo a la licitación de los trabajos, que podría ver la luz antes de que acabe el año.
Con todo, se maneja como posible que el arranque de los trabajos pueda tener lugar a lo largo del primer trimestre de 2024. Momento en que se activará un contador de entre dos y tres años para que la infraestructuras esté finalizada.
La transformación de Muelle Heredia
La transformación del espacio portuario de Muelle Heredia en un gran complejo de oficinas se está haciendo esperar. Pese al deseo de la Autoridad Portuaria de activar cuanto antes el concurso para la concesión demanial de los terrenos, el paso adelante sigue a la espera de que, previamente, quede finalizado el edificio de la Guardia Civil (los trabajos están muy avanzados) y se formalice el acuerdo de salida de la sede que la Agencia Tributaria tiene en este mismo espacio.
Sobre ese particular, Rubio confirma la existencia de un acuerdo total con el organismo estatal respecto al proyecto de las nuevas dependencias que deberá ejecutar el Puerto. "La idea es avanzar este mismo año en ese asunto, con el concurso de la obra del edificio", explica. Un inmueble que, como ocurre con el Muelle 8, ha disparado su coste inicial hasta rozar los 8 millones (casi el doble de lo previsto).
La materialización de estas instalaciones es clave para el futuro complejo de oficinas. Sobre ello, el presidente del Puerto indica que la licitación de los terrenos no verá la luz hasta que la obra de la Agencia Tributaria esté avanzada y con un horizonte claro de finalización. Un detalle que invita a pensar que habrá que esperar al menos hasta que esté bien avanzado el año 2024.