El hombre que realizó un salto base con paracaídas desde uno de los rascacielos de Martiricos de Málaga está siendo investigado por la Policía por una alteración del orden público.
Según ha explicado él mismo a EFE, su acción podría derivar en una falta leve y conllevar una multa entre 100 y 600 euros por la vía administrativa.
Los hechos no se tramitarán por el cauce penal, algo que según su opinión, podría haber ocurrido en caso de que hubiera aterrizado en el Paseo de Martiricos, en vez de como hizo, en el cauce vacío del río Guadalmedina.
En ese caso, hubiera supuesto una falta muy grave por poner en riesgo a viandantes y conductores y una multa de 30.00 a 60.000 euros. Según asegura, si no hubiera tenido el cauce del río no hubiera efectuado el salto.
Cuando fue citado a declarar por los agentes, afirmó que siempre caminó por zonas comunes como el portal, las escaleras y la azotea; que no entró a las viviendas, ni forzó cerraduras ni candados, y que no rompió cristales ni causó daño alguno.
Resta importancia a que su profesión sea la de bombero y destaca que hubiera actuado igual si tuviera otro empleo, además de explicar que lo hizo en su día libre (el pasado 22 de junio) y que no usó el uniforme de su trabajo.
El saltador se coló en el edificio en obras y subió hasta la terraza de la denominada torre sur de Martiricos. En vídeos difundidos en redes sociales se ve cómo una persona camina por el borde de la azotea, en la planta 29 del edificio y, tras permanecer quieta unos momentos, se lanza al vacío. Abre el paracaídas apenas tres segundos después, prácticamente a mitad de la torre, y aterriza sin complicaciones en el cauce del río.