El faro marítimo del puerto de Málaga, conocido como 'La Farola' y que constituye uno de los símbolos de esta ciudad, será declarado el martes por el Gobierno Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de monumento.
A propuesta del titular de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, el Consejo de Ministros tiene previsto acordar en su próxima sesión, el martes 25 de julio, la declaración como BIC de 'La Farola', que da nombre al paseo en el que se ubica en la capital malagueña, según han informado a EFE fuentes conocedoras del expediente.
Esta declaración tiene como objetivo la protección patrimonial de los valores históricos, artísticos y técnicos de este monumento, que se levantó en 1817, sin que ello suponga interferencia alguna en las competencias previstas en la Ley de Puertos del Estado y Marina Mercante.
La torre, de planta circular y diseñada por el brigadier de la armada, ingeniero naval y director del puerto Joaquín María Pery y Guzmán, tenía en sus inicios como único objetivo sustentar la linterna, acogiendo distintos aparatos ópticos propios de los avances tecnológicos de la época.
En 1853 se añadió a la torre una base cuadrada que albergaba viviendas para que el personal viviera allí, la cual fue ampliada entre 1909 y 1913 con una segunda planta.
Con más de dos siglos de vida, 'La Farola' se mantiene como uno de los pocos faros con nombre de mujer en España. Está integrada en el casco urbano de Málaga y sigue desempeñando funciones de señalización esenciales para la seguridad marítima.
La declaración de BIC de este monumento lleva en el aire desde 2021. El movimiento realizado por Cultura fue interpretado por muchos como una segunda acción por parte del ministerio para entorpecer e impedir el proyecto del hotel de 116 metros de altura planteado junto al dique de levante, en el recinto portuario.
De hecho, la puesta en marcha de la propuesta de La Farola como BIC se produjo ocho meses después de que el mismo departamento abriese un expediente ante la sospecha de que la construcción del hotel podía afectar negativamente al patrimonio histórico de la ciudad.
Pese a las razones inicialmente expresadas por Cultura, como la "existencia de indicios suficientes de expoliación" en caso de que se desarrollase la bautizada como Torre del Puerto, alterando "de manera irreversible el paisaje histórico" de la urbe, el expediente fue finalmente archivado y enterrado.