Ha llegado el final. Este sábado, los malagueños se bebían los últimos sorbos de la Feria de Málaga en el Real Cortijo de Torres y en el Centro. Decenas de personas salían a las calles para aprovechar los últimos minutos de feria disfrutando junto a parientes y amigos. 

Con el final de las fiestas, llega también la hora de hacer balance. En materia de seguridad, la ciudad cierra la semana sin incidencias de gravedad. La Policía Local y la Policía Nacional, así como Protección Civil, han velado en el Real y en el Centro por los malagueños durante todas las jornadas, incluida la noche de los fuegos artificiales que marcó el inicio de los festejos.

Así, la novedad más llamativa este año ha sido la nueva portada que se ha colocado en la entrada de la calle Larios después de ocho años con la anterior, donde las biznagas eran las protagonistas sobre un fondo liso de color rojo. El nuevo modelo cuenta con una pareja de bailaores ataviados con vestimentas típicas locales, así como con otros elementos típicos como las biznagas. De igual forma y aunque no ha trascendido tanto, el Ayuntamiento de Málaga no ha instalado este año la portada que conecta el Recinto Ferial con la zona de Cortijo Alto.

Respecto a incumplimientos de la ordenanza municipal, en total, han sido tres casetas las que se han cerrado por faltar a la normativa: la peña Trinitaria-El Sarao, por no delimitar zonas ni tener mesas o sillas en el 50% de su superficie; la caseta Peña Barcelonista Alhaurín de la Torre, que explota la discoteca Leblon por impedir entrar a un hombre en pantalón corto y la caseta Amigos de Medinaceli, explotada por Rossé, por cobrar entrada. A todas ellas se les dio 24 horas tras ser avisados, pero reincidieron, lo que llevó a la Policía Local a cerrar estas --Leblon y Rossé estuvieron 24 horas cerradas--.