El pasado domingo, las precipitaciones azotaron gran parte de España e, incluso, dejaron numerosos daños materiales y dos fallecidos en Castilla-La Mancha y la Comunidad de Madrid. En Málaga, la lluvia se dejó notar en muchos puntos, en algunos con bastante intensidad, pero apenas ha rozado sus embalses que, precisamente en las últimas horas, rebasan nuevos mínimos históricos.
La zona de La Axarquía, la más afectada por el déficit hídrico, concentró gran parte de las lluvias que cayeron este pasado domingo. En la zona del río Benamargosa se acumularon 78,3 litros por metro cuadrado a lo largo de toda la jornada; en el municipio de Alfarnatejo, 59,8 o en Santón Pitar, 54,2.
El embalse de La Viñuela registró 51,7 litros por metro cuadrado en esas 24 horas, según los datos de la Red Hidrosur, la mayor cantidad de lluvia que ha recibido en más de un año. Durante las lluvias de finales de mayo, por ejemplo, apenas sumó 5,1 mm.
Pese a ello, sus reservas. El embalse, el de mayor capacidad de la provincia y el que resiste una situación más crítica, se mantiene en mínimos históricos, con solo 13,66 hectómetros cúbicos de agua, el 8,3% del total. De hecho, desde que comenzó el verano, ha perdido más de un hectómetro y medio de agua acumulada.
Otro pantano que alcanza casi a diario un nuevo mínimo histórico es el del Conde del Guadalhorce y este, precisamente, es el único de los malagueños que no ha recibido aporte de lluvia alguno y que se mantiene a la baja, con 11,8 hectómetros cúbicos de agua de los 66,5 que puede llegar a acumular.
En el embalse de La Concepción, al 42,4% de su capacidad, cayeron 8,9 mm; en el de Casasola (32,4%), 6,6 mm; en el del Limonero (26,5%), 4,1 mm, y en el de Guadalteba (32,4), 14,6 mm.
El conjunto de los embalses de Málaga está al 23,39% de su capacidad y ha perdido en la última semana más de cuatro hectómetros cúbicos, al pasar de 147,23 a 143,05, y puede que así sigan a pesar de las lluvias.
Tal y como hace unas semanas explicaba a este medio José Damián Ruiz Sinoga, catedrático de Geografía Física de la Universidad de Málaga, es un error buscar el reflejo de las precipitaciones en los embalses. “El tema es bastante más complejo”, resumía.
Cuando llueve, las cuencas que abastecen las presas reciben agua, pero hay distintos caminos que esta puede emprender que, entre otras cosas, depende de la intensidad con la que haya caído la lluvia o del material del suelo. “No es lo mismo que caigan 25 litros en cinco horas que en una hora. La infiltración del suelo es continua y, por tanto, en primer caso, el suelo va a infiltrar más que en el segundo”, ejemplificaba Ruiz Sinoga.
Lo que este experto resaltaba sin lugar a dudas es que el agua de la lluvia, aunque no se vea en los pantanos, no está perdida, se ha infiltrado o retenida en el suelo. La forma más rápida de ver el efecto que todo el mundo está buscando en los pantanos es que llueva “muchísimo muchísimos días”. Y ahí están puestas las esperanzas de muchos malagueños a partir de ahora.