Siglos antes de que los romanos conquistaran la Península Ibérica, gran parte del territorio estuvo habitado por pueblos celtas. El dominio del metal -a ellos se debe, según dicen, el uso del arado en las tierras- y su espíritu guerrero dejaron una huella difícilmente borrable en el territorio y que aún todavía se observa en elementos tan cotidianos como los apellidos.
Estos nombres marcan desde hace siglos los orígenes de las personas y, aunque a día de hoy no tengan tal fin, pueden señalar el origen de sus antepasados. Un apellido puede indicar el vínculo de una familia con la nobleza o una descendencia de los árabes.
Aunque la "Céltica hispana" estuvo sobre todo presente en el norte de España, hay apellidos que todavía resuenan en Andalucía e indican un origen celta. Son los siguientes:
- Arzúa. Posible origen toponímico.
- Estrada. De origen toponímico.
- Fariñas
- Fraga. Apellido toponímico de origen gallego.
- Freire. De origen toponímico.
- Lago. Apellido de origen gallego.
- López. Del nombre propio "Lope", que a su vez procede del latín "lupus", de la raíz indoeuropea "ulknos", que significa "malvado".
- Lugo. Procedente del topónimo Lugo, ciudad, municipio y provincia de Galicia.
- Marín o Mariño. Procedente de "Marinus", que se refiere a "marino", hombre del mar o navegante.
- Méndez. "Hijo o descendiente de Mendo".
- Mosquera o Mosqueira. Procede de lugares llamados 'O Mosqueira', cuyo nombre deriva del latín "muscaria", que puede derivar de "musca".
- Páez. Apellido patronímico del nombre "Paio", forma abreviada de "Pelaio" o "Pelayo".
- Quiroga. Apellido gallego de origen toponímico.
- Ribeiro o Rivera. Origen toponímico. Nombre común ribera que designa la orilla del mar o de un río.
- Ulloa. Apellido gallego de origen toponímico.
Hay que tener también en cuenta que actualmente el término "celta" se utiliza para describir a la gente, las culturas y las lenguas de algunos grupos étnicos de las islas británicas. Más concretamente, las teorías apuntan que los descendientes de los celtas son los actuales habitantes de sitios como Escocia, Gales, Inglaterra e Irlanda y, en consecuencia, muchos apellidos británicos, escoceses o irlandeses también tendrían origen celta.