Vocación y trabajo en equipo: cuatro policías evitan el suicidio de una joven en Alhaurín de la Torre
El municipio les felicitará este viernes en el acto oficial de celebración del día de los patronos de la Policía Local. Tres eran del cuerpo de Alhaurín de la Torre y uno de la Policía Local de Málaga, que actuó de paisano.
29 septiembre, 2023 05:00Noticias relacionadas
Los policías locales Abel Moreno, Salvador Flores y Carlos Mestanz se encontraban de servicio el pasado 18 de julio cuando recibieron un aviso que alertaba de la posible okupación de una vivienda en la urbanización Pinos de Alhaurín. Era de noche, más tarde de las once, y ninguno de ellos, especialmente Abel, que estaba en prácticas en ese momento, se esperaba cómo evolucionaría todo en apenas unas horas, pues acabarían salvándole la vida a una joven que trataba de suicidarse.
Los vecinos de la zona solían estar pendientes de la citada casa porque no era la primera vez que trataban de okuparla, por lo que cuando vieron movimiento en su interior, no tardaron en dar aviso a los agentes. A su llegada, los tres policías se entrevistan con uno de los vecinos que dio la voz de alarma, quien, de paisano, se identifica ante ellos como agente de la Policía Local de Málaga, José Luis Sánchez.
José Luis había visto entrar a una chica joven con bolsas y una mochila en la vivienda, por lo que los agentes comenzaron, en un principio, a lanzarle señales luminosas y a pedirle, a viva voz, que saliera de la casa, pero esta hacía caso omiso a sus peticiones. "Tras un rato negociando, finalmente, acepta salir. Nos pide que le dejemos diez minutos para recoger las bolsas que traía consigo y que se marchaba, pero pasados quince minutos seguía sin salir. Tras volverle a pedir que saliera, lo que hizo fue asomarse a una terraza diciéndonos que ella no se iba a ningún sitio y que, antes de irse de allí, prefería estar muerta, que no tenía dónde ir", declara Moreno.
Ante las declaraciones de la joven, vieron que aquel caso no era el de un simple allanamiento de morada. La mujer quería suicidarse. De hecho, amenazó a los agentes con que si no la dejaban en paz se atiborraría de pastillas de fentanilo o se acabaría tirando al vacío desde el balcón. Los policías pudieron comprobar con sus propios ojos que la chica tenía una gran cantidad de pastillas, aunque no solo fentanilo, sino diferentes medicamentos como Diazepam, por lo que no tardaron en entrar a la casa ante el alto riesgo de autolisis.
"Cuando empezó a ingerir pastillas, saltamos la valla y nos adentramos en la casa para subir hasta la terraza donde ella se encontraba", recuerda Abel, que asegura que conforme se iban acercando a la joven, ella se movía hacía la esquina de una pérgola por una viga bastante fina, llegándose a colocar en el extremo, justo en la esquina. "Nos decía que si nos acercábamos, se tiraba, que ella no iba a salir viva de allí. O se quedaba, o salía muerta", relata Abel, aún con angustia.
Por las buenas no salía. No había forma de convencerla para que recapacitara y volviera de nuevo hacia la zona de la terraza. Durante la intervención, que duró unas dos horas y media, la joven no paraba de manifestar que "se sentía sola, que nadie la apoyaba y que estaba desesperada porque la vida le iba mal". "Sabiendo que había tomado medicación, en las circunstancias que estaba, temíamos que saltara, así que decidimos crear una cadena humana entre los tres policías de Alhaurín de la Torre y el compañero de Málaga, que actuó con nosotros con el riesgo de caer todos desde unos seis metros de altura sobre una parcela llena de escombros, palés...", asevera.
Fueron momentos de mucha tensión, pero Abel reconoce que la vocación brilla con fuerza cuando ves que la vida de una persona corre peligro. "Para eso está la Policía Local, para intentar ayudar siempre. Nos fuimos acercando poco a poco, un policía por un extremo y yo por otro. Un compañero la iluminó con una linterna para deslumbrarla, lo que hizo que perdiera un poco el equilibrio y la encacháramos para subir", cuenta con una sonrisa.
Pero no fue sencillo lo de después, porque en todo momento ella seguía intentando tirarse --estuvieron a punto de caer todos--. Según el agente, "no se daba por vencida". Cuando ya estaban en la terraza, en un lugar seguro, la chica fue atendida por el personal sanitario de una ambulancia, a quien agredió al igual que a los propios agentes. La joven no quería ayuda de nadie. "No sé de dónde salía su fuerza, la doctora no entendía que después de lo que había tomado siguiera teniendo esa energía", confiesa.
Una vez identificada, la chica es trasladada en ambulancia a un hospital de la capital no sin antes informarle de que resultaba detenida por grave alteración del orden público, desobediencia, resistencia y atentado a agentes de la autoridad, así como a facultativos sanitarios y por el intento de autolisis.
Abel y sus compañeros han recibido esta semana las felicitaciones de decenas de personas que han conocido lo que hicieron después de que el Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre aprobara en el Pleno del Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre por unanimidad la propuesta del oficial jefe de la Policía Local de realizar una felicitación pública individual a los tres agentes del municipio y al policía local de Málaga por aquella actuación.
El órgano instructor del expediente calificó la intervención de “heroica” conforme al Reglamento Especial de Honores y Distinciones por poner en peligro su propia integridad física. Estas distinciones serán entregadas este mismo viernes durante el acto oficial de celebración del día de los patronos de la Policía Local, los Santos Arcángeles, en el Centro Cultural ‘Vicente Aleixandre’.
"Estamos muy agradecidos. Cuando lo pensamos en frío dijimos '¡Madre mía!', es que nos podríamos haber matado, pero lo importante es que salió todo bien. Es nuestro trabajo y nos centramos simplemente en hacerlo", zanja Moreno, que no olvidará una experiencia tan fuerte como aquella en sus prácticas.