El Mundial 2030 de fútbol se disputará en España, Portugal y Marruecos. La FIFA ha escogido este miércoles a la candidatura liderada por la Real Federación Española de Fútbol para acoger el evento deportivo más importante del mundo y, desde Málaga, sobrevuela en muchas cabezas una misma pregunta: ¿se jugará en La Rosaleda?
La candidatura de España, Portugal y Marruecos ya tiene una estructura muy definida. De hecho, la RFEF ya tiene en mente cuáles serán los estadios que acogerán los partidos del Mundial dentro de nuestras fronteras, puesto que ya presentó una preselección el pasado mes de julio.
Entre esos candidatos estaba el campo malagueño junto al de Balaídos (Vigo), Riazor (A Coruña), El Molinón (Gijón), San Mamés (Bilbao), Anoeta (San Sebastián), La Romareda (Zaragoza), Camp Nou (Barcelona), RCDE Stadium (Cornellà-El Prat), Santiago Bernabéu (Madrid), Metropolitano (Madrid), Nuevo Mestalla (Valencia), Nueva Condomina (Murcia), La Cartuja (Sevilla) y el Estadio Gran Canaria (Las Palmas).
La selección final estará supeditada a remodelaciones o, en algunos casos, son todavía proyectos por ejecutar. En el caso de Málaga, ya se conoce la predisposición de acometer una reforma profunda en La Rosaleda con vistas a acoger el encuentro.
Las tres instituciones propietarias del estadio (Ayuntamiento, Diputación y Junta de Andalucía) presentaron el pasado mes de marzo el estudio del futuro campo blanquiazul que buscará, además, "integrar la ciudad hacia el norte" con la consolidación de un espacio hotelero y comercial.
Entre los cambios, destaca el aumento de localidades, que pasaría de 30.044 a 45.000; la instalación de una cubierta completa para garantizar que todos los asientos estén bajo techo; la dotación mínima de servicios que requieren los eventos de esta envergadura (con salas para prensa, televisión y aparcamientos); la adaptación a la normativa de accesibilidad requerida así como la mejora de accesos y salidas al espacio.
Aunque se trata de un estudio (y todavía no hay fijada una fecha para el inicio de los trabajos), los plazos manejados por el estudio de arquitectura Morph se ciñen a entre dos y tres años, por lo que estaría listo para el Mundial de 2030.
El presupuesto oscilaría en una horquilla de 70 a 110 millones de euros, dependiendo del grado de desarrollo del espacio eventual norte, que podrá utilizarse como parquin en superficie.