El impacto económico que el proyecto de deportes extremos tendrá en las arcas del Ayuntamiento de Coín

Los promotores del gran complejo de deportes extremos y e-Sport que se proyecta en Coín siguen poniendo sobre la mesa las bondades que esta operación tendrá para el municipio. De acuerdo con los últimos datos aportados desde la entidad, que tiene al empresario Jaime Ardid, bisnieto de Franco, como principal abanderado, su ejecución material generará unos ingresos por impuesto de construcción (ICIO) de 11 millones de euros. Hay que recordar que la inversión manejada alcanza los 267 millones de euros.

Un parámetro al que suman la generación de 750 puestos de trabajo durante la fase de ejecución (tres años), con la previsión de otros 600 durante la explotación. Cifra que podría elevarse a 800 una vez consolidada la iniciativa. Apuntan, además, que la previsión es dar prioridad a la contratación de personal y proveedores de la zona.

Desde Transcendence, que es el nombre con el que ha sido bautizada la iniciativa, han puesto en valor los encuentros las firmas implicadas en la actuación están manteniendo reuniones con comunidades de regantes, agrupaciones socioculturales, asociaciones de empresarios y diversos grupos vecinales para que tengan conocimiento detallado de la misma.

Según la parte empresarial, estos encuentros han permitido "disipar dudas sobre el modelo de gestión sostenible y las medidas de eficiencia hídrica y protección del acuífero". De hecho, se destaca que el desarrollo de este proyecto permitirá la mejora de la protección del entorno respecto al proyecto actualmente permitido en el planeamiento urbanístico de la localidad, que incluye 900 viviendas y dos campos de golf. Según aseguran, estas variaciones "han despertado la aceptación y apoyo al proyecto entre distintos colectivos".

Para poder dar forma al complejo de deportes extremos, Nature Call Initiatives, del Grupo ARD Investment & Development, está tramitando una Innovación del Plan Parcial vigente sobre la parcela, de titularidad privada y clasificada como suelo urbanizable. Su ejecución, según los cálculos aportados, supondrá una reducción de un 40% de la superficie ocupada respecto a la iniciativa previa, ya que sólo el 9% de las 120 hectáreas de terreno corresponde a las unidades habitacionales ecoturísticas. 

Ello traerá consigo una reducción drástica en el consumo de agua. En concreto, será cinco veces menor que la operación residencial planteada con anterioridad. A esto se suma el compromiso de desarrollar un centro de investigación en eficiencia hídrica y de implantar un modelo de construcción ecológico con estándares Passivhaus, LEED. 

Este proyecto cuenta, de inicio, con el aval de la Junta de Andalucía, que lo ha incluido en una de sus unidades aceleradoras, al entender que tiene un valor estratégico para la región. A esto se suma que desde el Ayuntamiento de la localidad ya ha iniciado la tramitación de la citada innovación urbanística.