La estrategia diseñada por la Junta de Andalucía para afrontar uno de los principales males que afectan a la provincia de Málaga, la sequía, pasa a incorporar un viejo proyecto hace muchos años abandonado: la presa de Cerro Blanco.
Aunque meses atrás ya apuntó en esta dirección, ahora asume el compromiso formal de impulsar los proyectos técnicos necesarios para ir adelante con esta infraestructura. Y muestra de esta convicción es que la operación ha sido incorporada en el proyecto del presupuesto para 2024.
A la espera de una mayor concreción en el calendario de la iniciativa, su plasmación negro sobre blanco en las cuentas autonómicas del ejercicio próximo constatan la recuperación de una propuesta que, por primera vez, se puso sobre el escenario a finales de los años 90 del pasado siglo. Muestra del peso que tenía es que llegó a ser declarada como de interés general del Estado.
Por medio de esta infraestructura, se pretendía evitar y prevenir las avenidas e inundaciones en el bajo río Grande y Guadalhorce, al tiempo que aprovechar muchos hectómetros cúbicos. En función de las fuentes se habla de entre 40 y 50 hectómetros cúbicos o de una veintena.
La obra fue recogida en un protocolo de infraestructuras hídricas firmada por muchos alcaldes de la zona a principios de los años 2000. Sin embargo, el proyecto finalmente quedó aparcado ante la fuerte respuesta contraria de colectivos y vecinos.
Pese a esta oposición, la Junta parece entender que tiene sentido estudiar la oportunidad que representa su materialización. De hecho, en el actual plan hidrológico para el periodo 2022-2027 se incluye la redacción de un estudio de coste-beneficio de la construcción de la presa de Cerro Blanco, con un valor estimado de apenas 50.000 euros.
El objetivo que se marca la Administración regional no es otro que analizar posibles alternativas, así como la viabilidad de la operación, en un momento especialmente delicado por la sequía.
Esta intervención se incluye en el programa de soluciones y obras frente a la sequía, que ya recoge para el año que viene las obras de ampliación de la ETAP de Pilones y de la Desaladora de Marbella; la conexión del sistema Málaga con Alhaurín de la Torre, y el aumento de la capacidad de la interconexión con el Sistema Guadalhorce-Limonero en el bombeo de Rojas. Asimismo, se plantean otras intervenciones como la Agrupación de Vertidos y EDAR de Sierra de Yeguas.
De manera precisa, el anexo de inversiones relativo a Málaga recoge 1,7 millones para actuaciones en materia de abastecimiento de agua a la poblaciones para el consumo humano; 2.760.000 euros al abastecimiento humano en sequía; 1,4 millones para actuaciones de interconexión entre sistemas para mitigar la sobreexplotación; casi 700.000 euros para reducir las pérdidas de agua en infraestructuras hidráulicas; 1,4 millones en depuración y reutilización de aguas residuales.