Fundación Unicaja colabora con la Casa del Sagrado Corazón de Jesús para garantizar la atención de los colectivos más vulnerables en la ciudad. El respaldo de la institución al Cottolengo de Málaga ha permitido mejorar la eficiencia energética y reducir costes en la casa de acogida gracias a la instalación de una caldera de bajo consumo para el agua caliente y la calefacción del edificio.
Gracias a esta actuación, la entidad gestionada por religiosas y voluntarios ha logrado aliviar los elevados gastos de suministros básicos que afrontaban para poder mantener el servicio de primera acogida a personas sin recursos que vienen realizando en Málaga desde el año 1965.
Esta institución atiende a todo tipo de colectivos en situación de riesgo, desde personas sin hogar que están en tratamiento hospitalario a personas mayores sin recursos que están a la espera de recibir ayudas, además de familias con hijos que necesitan tratamiento hospitalario y carecen de recursos o viviendas en condiciones favorables. El objetivo es atender de manera adecuada las necesidades básicas de las personas acogidas, tratando de mejorar su calidad de vida en un entorno digno y promoviendo un ambiente acogedor y familiar.
La ayuda a los colectivos más necesitados es uno de los pilares básicos de la labor de la Fundación Unicaja, que respalda a entidades y proyectos que contribuyen a paliar las necesidades de emergencia social, construyendo así una sociedad más inclusiva y con mayores niveles de bienestar.
60 años de amor contra la exclusión social
La Casa del Sagrado Corazón de Jesús, tradicionalmente conocida como el Cottolengo de Málaga, se fundó en el año 1965 con el objetivo de acoger, cuidar y acompañar a personas sin vivienda ni recursos económicos. Cuentan con un total de cuarenta plazas para usuarios, que son atendidos por religiosas que viven en la casa, trabajadores sociales de hospitales cercanos y voluntarios de las Cáritas parroquiales y de los servicios sociales de toda la provincia de Málaga.
El colectivo trabaja para buscar recursos adecuados a los usuarios mientras les garantiza una acogida temporal de emergencia, primando siempre el principio básico de respetar la dignidad de las personas. Desde su fundación, han pasado por esta casa de acogida más de 400 personas de diversas nacionalidades y en diferentes circunstancias personales.