Antonio Jesús López Nieto (Málaga, 1958), fue árbitro de fútbol en Primera División entre 1988 y 2003. Pitó 230 partidos nacionales y 56 internacionales, incluyendo Mundiales como el de Japón 2002, donde batió un récord de tarjetas en el partido Camerún-Alemania. 16 amarillas y dos rojas. Se quedó a gusto, e incluso en alguna entrevista ha dicho que se quedó corto.
Tras su retirada de los campos de fútbol, ha ocupado diversos cargos públicos en Málaga y actualmente es el presidente del Unicaja Baloncesto. No tiene pelos en la lengua, aunque, como se suele decir, vale más por lo que calla que por lo que cuenta. Su nombre ha aparecido últimamente en los medios de comunicación por temas muy distintos. Desde la petición de dimisión en la Fundación Unicaja por parte del Parlamento Andaluz por su apoyo a Braulio Medel al caso Negreira, pasando por el gran éxito deportivo del Unicaja al vencer en la Copa del Rey.
Recibe a El Español de Málaga en su despacho en Los Guindos y hablamos de todo. Sin cortapisas. En su despacho hay una fotografía gigantesca de un partido entre el Unicaja y el Girona que, a priori, no responde a ninguno de los grandes hitos en la historia del club. "¿Cuál es ese partido?", le pregunto. "Es el primero que jugamos en casa tras ganar la Copa del Rey en Badalona".
Su primer año al frente del Unicaja Baloncesto no fue bueno en el plano deportivo, pero el segundo ha sido muy positivo tras ganar la Copa del Rey y ser semifinalista en la Liga ACB y en la BCL. ¿Qué balance hace de este periodo?
El balance general es positivo. Sin grandes alteraciones, es decir, el primer año nos encontramos lo que nos encontramos deportivamente. Había que crear una estructura, que estaba, pero que había que fortalecer. Los resultados vinieron en el segundo año. Hay que tener la idea muy clara de que ni todo es tan bueno cuando la pelota entra ni todo es tan malo cuando no entra. Hay que diferenciar lo que es que el club y lo que es el equipo. En el club se hicieron muchas cosas bien en ese primer año y ese fue el motivo de que después hayamos progresado, sobre todo en determinados aspectos identitarios. El Carpena ahora está lleno, es una fiesta. Evidentemente, es más positivo que el balón entre, pero el club no tiene la culpa si no lo hace. Hay momentos en que la pelota entrará y otros en los que no entrará. Lo que hay que tener es serenidad y verlo, digamos, siempre desde una perspectiva grande.
De hecho, se empezó regular en la ACB y ahora se ha retomado el rumbo positivo.
El equipo perdió tres partidos porque hubo una serie de lesiones y bajas. Rápidamente la gente decía que había crisis. Ahora hemos ganado cinco partidos y ya la gente habla de ser cabezas de serie de la Copa del Rey. No, hay que tener tranquilidad.
¿Cree que se podrá ganar algún título este año?
Ganar un título es una cosa excepcional. El último se ganó hace muchos años y no sabemos cuándo será el próximo. Nosotros vamos a intentar estar cerca. Nosotros tenemos que tener muy claro cuáles son nuestros objetivos. Son estar en la Copa del Rey por derecho propio, en el play off de la ACB y en las fases finales de la BCL cuando juguemos la BCL. A partir de ahí, lo que venga. Y otro objetivo es mantener a nuestra comunidad deportiva ilusionada, con trabajo y con acciones.
¿La marcha de Darío Brizuela ha afectado de alguna forma?
Eso son cosas del deporte. Darío Brizuela fue renovado por nosotros en abril. Él tenía la predisposición absoluta de quedarse, había tenido ofertas de algún equipo de Euroliga, pero prefirió quedarse aquí. Llegó el Barcelona y en menos de 24 horas él mismo pagó la cláusula para irse allí. Entiendo que a lo mejor otro equipo de la Euroliga no era tan atractivo, pero el Barcelona sí le resultó atractivo. En cualquier caso, Brizuela es bienvenido y tiene las puertas abiertas para siempre. Hay buena relación con él. Ha dejado una Copa del Rey y la indemnización que ha pagado fue una buena operación para el club. Si en abril hubiera venido el Barcelona nos hubiéramos quedado igualmente sin Darío y sin los 1,2 millones de euros que era la cláusula de rescisión.
¿Temió también que se pudiera marchar Alberto Díaz?
Leí por fuera más cosas, que cosas me dijeron. Es decir, el Madrid no ofertó en ningún momento por Alberto Díaz. Hubo rumores de prensa, muchas veces movidos por los propios agentes a los que les interesa esa situación. Nosotros teníamos la voluntad de llegar a un acuerdo con Alberto y yo creo que Alberto también tenía muy claro que su mejor destino era Málaga. Es un hombre que tiene una cabeza muy bien amueblada y creo que era un matrimonio casi obligatorio por las dos partes. Teníamos los dos la alianza puesta.
El año pasado se contrató a una plantilla prácticamente nueva y no solo se ganó un título sino que hubo una conexión total con la afición. Este año casi se han mantenido con algunos pequeños cambios. ¿Qué recorrido cree que puede tener este proyecto?
La idea es mantenerlo en el tiempo con fuerza. El proyecto tienes que ir alimentándolo, tienes que darle la cantidad de comida necesaria. Nosotros ya estamos pensando en el año que viene, en qué jugadores pueden continuar o no. Tenemos que intentar que la llama no se apague. Creo que ahora mismo hemos puesto el carril y estamos en una buena disposición, pero lo que ocurre es que los demás equipos también lo hacen. Veo que todos los equipos de la ACB han apostado por un tema físico, todos están gastando un dinero que yo no sé a veces de dónde sale, y ahí está la igualdad que hay.
Comenta que está ya planificando la temporada próxima. ¿Habrá aumento del presupuesto?
La obligación de los que estamos gestionando el club es intentar que los presupuestos vayan a mayores buscando nuevos ingresos. Evidentemente estoy muy contento con la apuesta que ha hecho el Banco y la Fundación. Es excelente. Nuestro trabajo es buscar más recursos, que no hay muchos más, pero estamos trabajando en ello.
"Jugar la Euroliga, en los parámetros actuales, es insostenible para nosotros desde el punto de vista económico. Necesitaríamos al menos tres o cuatro millones de euros más. Y eso para quedar a lo mejor el décimo con la merma que tendríamos en la Liga ACB"
Han entrado este año algunos patrocinadores. ¿Ve un mayor interés por parte de las empresas?
Este año nuestros soportes son más caros para las empresas porque el equipo ha tenido un retorno publicitario y los ROI han sido altos. Lo que pasa es que tenemos vendido prácticamente todo el material audiovisual de patrocinio, pero buscaremos fórmulas e intentaremos crecer. El problema en el baloncesto, que tiene un recorrido en cierta medida limitado en lo económico, está en racionalizar los sueldos. Debe ser un esfuerzo del colectivo. El otro día vimos el informe del Consejo Superior de Deportes y los números no dan. El Madrid, campeón de la Euroliga, presentó unas pérdidas de cerca de 30 millones de euros. El Madrid de fútbol es el mecenas que lo mantiene. El baloncesto tiene que racionalizar los sueldos, porque la capacidad de generar recursos es cada vez menor.
¿Cree que puede haber equipos que, si no controlan sus cuentas, puedan desaparecer?
Ahora mismo no parece, porque los jugadores cobran, pero no sé cómo buscan el dinero. Creo que es un deporte absolutamente desequilibrado en lo económico, pero que tiene que estar agradecido a los diferentes mecenazgos que se producen tanto por parte de personas físicas o empresas como de clubs de fútbol. La Liga ACB y la Euroliga mantienen jugadores de un gran nivel con unos contratos realmente importantes.
Le quería preguntar por Ibon Navarro. Su continuidad en el tiempo dependerá, como todos los entrenadores, de los resultados. Pero ¿piensa que estará mucho tiempo entrenando al Unicaja?
Tiene contrato hasta 2026 y yo no soy hombre de alterarme para quitar un entrenador si se pierden varios partidos. Yo intento aislarme del ruido para poder tomar decisiones desde la frialdad. Creo que Ibon Navarro tiene un trabajo ahí hecho. Fue una apuesta del director deportivo. Luego, una vez que lo he visto, es una apuesta conjunta del director deportivo y mío, pero primero del director deportivo. Creo que es un trabajador, un apasionado del baloncesto y creo que ahora mismo, en estos momentos, ambos nos interesamos.
Uno de los grandes retos ha sido conseguir que la gente vuelva al Carpena y que lo haga con ilusión tras muchos años muy malos de resultados.
El juego del equipo y los resultados son básicos, pero el trabajo previo también es muy importante. El trabajo de la gente que compone el club, de prensa, marketing, etcétera y la estrategia ha sido buena. Hemos conseguido potenciar nuestros valores. El himno, nuestras camisetas con el nombre de Málaga... La gente se ha sentido identitaria. Hemos cambiado el rol de edad y hay mucha gente joven en el Carpena. Sin duda es la instalación de baloncesto de España con más gente joven. Esa política de llevar a los colegios allí a entrenar con sus ídolos. Los chavales, cada partido, departen con los jugadores. Hemos encontrado un grupo humano de jugadores también muy predispuesto a ello. Lo vimos el otro día con Halloween, la fiesta de Dylan... El equipo y el club han conseguido una simbiosis con el baloncesto de Málaga. Y también hemos hecho una apuesta por retomar nuestra identificación con el pasado. Hemos potenciado los equipos máster porque un club que no respeta su historia no tiene futuro. En definitiva, entre los valores que hemos potenciado y los resultados deportivos, el Carpena está lleno.
En Los Guindos hay también mucha cantera. Por las tardes no cabe un alfiler con decenas de niños de todas las edades jugando al baloncesto.
En Unicaja esa apuesta es irrenunciable porque somos un club de cantera. No obstante, el debate de la cantera es peligroso ahora mismo en cuanto al mantenimiento económico, porque formas a un niño, te viene una universidad americana y se te va como ha pasado con Aday Mara en Zaragoza. Mantener la cantera cuesta mucho dinero. Cuando un jugador sale de cantera y juega en el equipo tiene un costo importante, pero para nosotros es una obligación identitaria. Hay que cuidar a los clubes porque las canteras están en peligro. Hay que protegerlas. Si no, será complicado mantener las canteras en el tiempo. Apuestas como las de Unicaja, Joventut o Valencia, el resto de equipos no la hacen porque en lo económico es más rentable no tenerla. Sale más barato fichar a un jugador. Lo que pasa es que en nuestro caso es un tema identitario y eso lo tiene muy claro la Fundación Bancaria Unicaja, propietaria del club.
Unicaja está disputando la Basketball Champions League (BCL). ¿Se plantea poder volver a la Euroliga?
Cuando tomamos la decisión de irnos a la BCL me llevé todas las críticas del mundo, pero sabía perfectamente lo que hacía. Jugar la Euroliga, en los parámetros actuales, es insostenible para nosotros desde el punto de vista económico. La pregunta que haría entonces sería: ¿preferimos un equipo de Euroliga que sea el décimo y que el miércoles la gente vea que ya no tenemos nada que hacer porque, además, ni desciendes ni subes al ser una liga cerrada, y nos acabe poniendo en la ACB en compromisos importantes incluso para no descender? El Gran Canaria no ha querido jugar la Euroliga porque saben lo largo y lo difícil que es.
Para mantener un equipo de ese nivel nuestro club necesitaría al menos tres o cuatro millones de euros más. Y para quedar a lo mejor el décimo con la merma que tendríamos en la Liga ACB. Y la gente no va tanto al baloncesto. La gente habla, pero un martes, un jueves, un domingo... un martes, un jueves, un domingo... Hay que dimensionarlo. Si en un futuro la Euroliga se pone a tiro nuestro nunca diré de este agua no beberé. Pero, en el momento actual creo que lo idóneo en lo deportivo es la BCL, porque además es mucho más atractiva en calendario y en competitividad que la Eurocup. El premio de la Eurocup es jugar la Euroliga y nosotros, por ejemplo, no estamos preparados como le ha ocurrido a Gran Canaria.
Si en un futuro el baloncesto tiende a racionalizarse, como debería ser la obligación de todos, se podría juntar la Eurocup y la BCL y hacer una Euroliga más llevadera para todos y más racional en gastos. Unicaja tiene potencial y estructura como club. Estamos más organizados que muchos de los que están en Euroliga. Vamos a ir moderando los tiempos. No digo que no en un futuro a medio plazo a la Euroliga si se pone en parámetros económicos razonables. Además los dueños de la Euroliga son 11 y los demás tendrán algo que decir. Valencia, con la apuesta tan importante que está haciendo, cada año tiene que mendigar para jugar en la Euroliga.
¿Cuál es su sueño por cumplir como presidente del Unicaja Baloncesto?
Sinceramente yo decía que mi sueño era dejarme esto un poquito más animado de como me lo encontré y ganar un título. Lo he conseguido pronto. Evidentemente ahora me gustaría ganar algún título más. Ahora mismo, mantener la línea de actuación que tenemos ya me satisface, pero evidentemente uno quiere más. Y después de ganar la Copa del Rey, ¿por qué no? Algo puede venir. Nosotros tenemos que ser, como yo digo, inteligentes y utilizar los momentos.
La próxima Copa de Rey se juega precisamente en Málaga en febrero. Pero no sé hasta qué punto es bueno para el equipo porque le mete más presión. Ya lo vimos en la BCL.
No es ya que sea en Málaga es que ganar dos Copas del Rey consecutivas es complicado. No es imposible porque vamos a ser uno de los 8 participantes, pero siempre la suelen ganar el Madrid o el Barcelona. Nosotros hemos pegado ese picotazo en Badalona. Si lo pudiéramos pegar en febrero en Málaga sería una maravilla, pero hay que ver la estadística y la diferencia presupuestaria. El presupuesto del Unicaja esta temporada es un tercio del que tiene el Madrid. Son 14 millones nuestros contra 40 de ellos o 30 del Barcelona. Nosotros hemos crecido este año por la fiscalidad y porque los jugadores tenían ofertas de otros lados y ha habido que aumentar el contrato. El Madrid y el Barcelona tienen otro potencial y, normalmente, será uno de ellos el que tenga más opciones. Eso obviamente no quiere decir que nosotros no vayamos a pelear. Nosotros saldremos a intentar ganarla. Nuestra obligación mínima es estar ahí e intentar ganarla. Además este año, aunque estemos clasificados como organizador, nuestra obligación es clasificarnos entre los 8 primeros y no perjudicar a nadie.
"Tengo la conciencia absolutamente tranquila con el caso Negreira. Que se indague, se depure y se vea la responsabilidad directa de las personas que de alguna manera han enturbiado la imagen del arbitraje y del fútbol español"
Cambiando de asunto, caso Negreira.
Es un tema que ya me cansa. Ya he dicho todo lo que tenía que decir. Yo creo que aquí lo que hay que hacer es depurar de verdad responsabilidades. El juez se ha tirado, yo creo que de una manera potente, a hacer algunas aseveraciones sin tener datos, y eso me parece grave. Tiene que indagar y depurar porque es bueno para el arbitraje, para el fútbol y para la credibilidad de la competición. Yo creo que los árbitros tienen que estar fuera de la Liga y de la Federación, pero es una idea mía que no ha calado. Yo ya no soy árbitro y que ellos elijan lo que quieran en su futuro.
Usted ha dicho que Negreira no pintaba nada.
Durante 16 años he sido el responsable de la designación de los árbitros. Y puedo decir que en todo ese tiempo habré saludado con un hola, un adiós y un como estás a Negreira dos o tres veces. En la vida, nunca, jamás he hablado más con él. Yo comprendo que la gente pueda decir que él era el vicepresidente, pero en estas organizaciones de tanto oropel hay muchos cargos y después la carga la llevan pocos.
Pero es, cuanto menos, llamativo que el Barcelona le pague 7 millones de euros a Negreira por no se sabe muy bien qué.
Que se indague, se depure y se vea la responsabilidad directa de las personas que de alguna manera han enturbiado la imagen del arbitraje y del fútbol español.
¿Tiene usted la conciencia tranquila en este asunto?
Absolutamente.
Siguiendo en temática futbolística, usted es malaguista declarado. ¿Cómo ve al Málaga CF tanto a nivel deportivo como institucional?
Ahora mismo está, digamos, progresando adecuadamente. Sin alardes, ganando sus partidos. Y sobre todo me encanta el respaldo social que está teniendo por parte de la afición en un momento difícil. Es un acto de madurez de la afición muy bueno. Ese es el gran tesoro que tiene el Málaga y que tiene que saber manejar.
¿Se está haciendo una buena gestión por parte del administrador judicial?
No voy a entrar en eso, creo que no me corresponde. Yo gestiono un club profesional y no me corresponde evaluar la gestión de otro club. Yo le deseo éxito absolutamente al Málaga en todas las parcelas. Por lo tanto, eso es lo que quiero, que el Málaga suba, porque yo soy malaguista también.
¿Le duele ver al Málaga en Primera Federación?
Claro, pero eso ya es inevitable. Ahora hay que buscar el reencontrarse.
Si se encontrara al jeque Al Thani por la calle o en algún acto, ¿qué le diría?
Voy a ser claro. Era 2012, el Málaga estaba en la Champions y yo tenía responsabilidad en la Diputación y en la Liga. No suelo opinar, pero me preguntaron y dije que el Málaga era un gran equipo, pero un club llamado al desastre. Me mataron. Ya en aquel momento el Málaga estaba en unos parámetros insostenibles y durante ocho o diez años el Málaga ha estado en esos parámetros insostenibles de gestión absolutamente lamentable. Con el silencio de las administraciones públicas, con el silencio de los medios de comunicación y con la aquiescencia de casi todo el mundo. El jeque era un individuo que caminaba con tranquilidad dentro de su mala gestión, que no lo hubiera hecho nunca bien porque no tenía capacidad para ello. Mal acompañado, mal asesorado. Todo mal. Pero también con el silencio absoluto de todos.
Estoy convencido de que en otras ciudades, digamos más críticas, se hubiera solventado esto antes porque además el tema jurídico va para largo. Gracias a jugar los cuartos de la Champions se pudo pagar a determinados jugadores, pero la deuda era continua. Después se le apareció la Virgen cuando el Málaga tenía 12 millones de euros de derechos audiovisuales y de pronto, sin mover ficha por pertenecer a la Liga, pasó a 60. Y eso sirvió para todavía tirar más dinero. La mayoría de los clubes lo hicieron para fortalecer su posición en el mercado futbolístico. Todos los clubs que estaban en aquel momento como nosotros, Getafe, Betis, Levante, Alavés se fortalecieron y nosotros pagamos la deuda de la luz, la deuda del amigo... El equipo fue cayendo y esto se veía venir. Llegaron directores generales, más gente… En general aquí somos bastante más placenteros con la gente de fuera que con la gente de dentro.
Bueno, al jeque le pusieron hasta la famosa rotonda.
El jeque era el propietario de una sociedad anónima que no había hecho nada. Eso fue como respuesta a que se le dio un premio a Pellegrini, que sí hizo cuando fue entrenador y que si viene a Málaga la gente estaría con él. El jeque no había empatado con nadie, era un patán. La gente cree que el jeque vino a Málaga para hacer negocio. Yo hubiera deseado que hubiera venido a Málaga a hacer negocio, que hubiera sido inteligente y habríamos tenido un gran club. Yo no sé ni a qué vino. Tuvo el proyecto de La Bajadilla en Marbella y no cobró ni los alquileres. Era un desastre absoluto de gestión y hemos tenido mala suerte, pero nosotros tampoco hemos revertido con tiempo la mala suerte. Y todos tenemos culpa. La afición por tranquilidad, las administraciones públicas y medios de comunicación. No se ha hecho, digamos, la censura o el agobio que se le ha hecho a otros personajes en la ciudad con más mérito.
¿Cómo ve el despegue de Málaga como organizadora de grandes eventos? Copa Davis, partidos de selección en Málaga, Kings League...
Málaga ahora mismo es una ciudad que está de moda en todo. Tiene infraestructura, tiene buenas conexiones, un magnífico clima. Tenemos que ser inteligentes y no morir de éxito y moderar los tiempos. Yo creo que hay que seleccionar un poquito más los eventos. No podemos ir a todas. El Unicaja va a sufrir ahora durante un mes la Copa Davis. Un equipo profesional no puede salir de su instalación un mes entero. Después la gente, cuando juguemos tres partidos fuera, si los perdemos porque ganar fuera es muy difícil, criticará que se han perdido. Cuando tienes un hábito y una costumbre de trabajo, cuesta. El año pasado ya vino la Copa Davis, este año otra vez.. Habrá que mirar los números porque nosotros metemos en el Carpena 10.000 personas y en la Davis regalan entradas por la mañana para que vayan a ver los partidos. Con todos mis respetos. Creo que puede ir un evento, pero no podemos masificar y que todos los eventos vengan a Málaga porque tiene un coste importante.
Un evento pasa, son tres días y hay que elegirlos con moderación. Todo está bien, pero adecuadamente. No quiero que la ciudad muera de éxito ni que seamos un continuo circo, no solamente de eventos deportivos, sino de otro tipo de eventos. La ciudad es muy atractiva, la gente quiere venir, tenemos la Copa del Rey de baloncesto en febrero que tiene un valor añadido que es el Unicaja. Hay una identificación con el baloncesto y Málaga es una ciudad de baloncesto. Yo no digo que no sea de tenis, pero yo creo que en Málaga hay más afición al baloncesto que al tenis.
Nosotros como club somos prudentes y respetamos las decisiones de las administraciones públicas. Pero evidentemente yo tengo mi equipo técnico, mi equipo deportivo, que ahora cuando salgamos el martes del Carpena ya no volvemos hasta diciembre. Tendremos que entrenar en Los Guindos, en los viajes. No es lo normal de un equipo top.
¿Cree que Málaga tiene opciones reales de albergar partidos del Mundial 2030?
Yo creo que tendrá sus opciones. Me imagino que cuando tú te posicionas es que la tienes que tener amarrada. Yo no saco el nombre si no lo tengo amarrado. Me imagino que lo tendrán amarrado.
Imagina.
Puedes perder algo si, por ejemplo, te peleas con Madrid o Barcelona. Pero cuando hay 15 ciudades y tu nombre sale es que tienes que estar.
En cualquier caso requerirá una fuerte inversión de remodelación en La Rosaleda.
Yo lo veo un gran problema. Ya lo hemos vivido. Estuve en el Ayuntamiento de Málaga cuando se remodeló La Rosaleda. Convivir un club profesional con una obra es tremendamente complicado y, en general, queda mejor un estadio nuevo que un estadio remodelado.
Es entonces partidario de construir un nuevo estadio en otro sitio. ¿Dónde?
Sí. Había un espacio reservado en la zona de Puerto de la Torre. Lo teníamos hecho. De hecho era el proyecto para el Mundial de España y Portugal y estaba visto por allí. La Rosaleda para mí es un sitio entrañable, pero vivir una obra con club profesional hay que planteárselo. Ahora queda muy bonita la foto, pero de aquí al 2030 el camino es largo y espero que en ese camino el Málaga esté donde le corresponde. Convivir con una obra a la hora de vender abonos, de coordinar entrenamientos, de hacer partidos ya lo vivimos. Fueron años muy duros que les podemos preguntar a los directivos del Málaga de aquella época. Los albañiles por medio, todo el mundo protestando...
Que se lo digan a los directivos del Barcelona y del Madrid.
Por ejemplo. Pero esos equipos tienen a dónde ir, una alternativa. El Barcelona está en Montjuic con la mitad de aficionados, el Madrid jugó en Valdebebas. ¿El Málaga dónde iba a ir? ¿Al Ciudad de Málaga?
"Yo apoyé circunstancias puntuales en la Fundación Unicaja que unas veces favorecerían a Medel y otras no. La gente podrá interpretarlo como quiera. Y además, cuando uno está en una institución hay cosas que tiene que callar por el bien de la institución"
A usted le han dicho de todo en los campos de fútbol en su etapa de árbitro, pero no sé si uno de sus momentos más duros ha sido cuando el Parlamento andaluz pidió su dimisión por apoyar a Braulio Medel en la Fundación Unicaja.
Yo no apoyé a nadie ni dejé de apoyar a nadie. Yo me apoyé a mí, yo apoyé lo que yo creía en cada momento que tenía que hacer. Entonces, con todo mi respeto al Parlamento andaluz, que algunos de ellos no me han leído ni un papel, era todo por lo que habían escuchado por los medios. Lo respeto, pero tomaron la decisión más populista. Yo lo dije allí y lo digo ahora. Estoy conforme de como actué y no tengo nada de qué arrepentirme. Y aquí estoy.
¿Por qué tenía ese apoyo inquebrantable a Braulio Medel?
Yo apoyé circunstancias puntuales que unas veces favorecerían a Medel y otras no. La gente podrá interpretarlo como quiera. Y además, cuando uno está en una institución hay cosas que tiene que callar por el bien de la institución.
En cualquier caso, hay un nuevo equipo directivo en la Fundación Unicaja y aquí está usted de presidente del Unicaja Baloncesto. Se ha salvado de la quema.
Es un tema circunstancial. Encantado de estar aquí el tiempo que me corresponda estar. Pero para mí lo más importante es estar a gusto conmigo mismo. Y lo estuve cuando estaba en la Fundación, por mucho que me hicieran algunas críticas muy interesadas y muy dañinas. Yo las críticas las acepto, pero había una dirección claramente marcada. Uno tiene que mirar siempre hacia adentro y si uno está tranquilo con su conciencia y yo lo estoy, pues soy feliz.
La última pregunta, ¿cómo se imagina Málaga dentro de 10 ó 15 años?
Me da miedo un poco porque me parece una ciudad que está progresando en determinadas facetas, pero en otras no vamos tan acelerados. Y es un problema sobre todo para la gente joven. Ocurre en todas las grandes ciudades, pero hoy en día acceder a la vivienda en Málaga es muy complicado. Los sueldos de Málaga no están al nivel del de las grandes ciudades y no sé cómo vamos a dar solución a esto. La verdad es que nos viene mucha inversión de fuera y al lado de Los Guindos tenemos pisos a 2 millones de euros.
Pero nadie con un sueldo normal, aunque sea alto, puede acceder a ello, vendrá inversión extranjera y entonces a lo mejor eso nos confunde. Tenemos que moderar muy bien la calidad de vida del que es de Málaga con la calidad de vida que pretende el de fuera. Y eso es un ejercicio que nuestros políticos y nuestros estrategas, tanto urbanistas como de todo tipo, tienen que analizar muy bien.
Qué es lo que queremos y a dónde vamos. Sin populismo. Tiene que venir inversión porque crece la ciudad, pero hay que buscar parámetros. Hace falta inversiones y espacio para vivienda real de protección oficial. Yo creo que ese es un problema importante.
Por otra parte, Málaga no puede ser solo una ciudad de diversión. Málaga es muy respetada fuera de Málaga. Los problemas que estamos comentando los ve la gente de Málaga. Los de fuera ven a Málaga en una dimensión total y eso es lo que nos puede volver tontos, pensar que todo es una maravilla y no ver los problemas que también tenemos.
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