La Universidad de Málaga elegirá el próximo 1 de diciembre a su nuevo rector o rectora, que sustituirá en el cargo a José Ángel Narváez. La catedrática de Ingeniería Química Olga Guerrero es una de los cuatro candidatos que optan al puesto. En el primer mandato de Narváez fue vicerrectora adjunta de Proyección Internacional y en este último lo ha sido de Proyectos Institucionales. Fue la última en anunciar su candidatura al Rectorado, con un programa centrado en una gestión "más eficiente y transparente".
¿Cuáles son los principales puntos de su candidatura?
La transparencia, la honradez y la gestión de recursos de una manera eficaz. Es necesaria una política más eficiente y adecuada para captar fondos de la Junta y de fuera, junto con acuerdos con empresas privadas y mecenazgos. Lo principal son las ganas de trabajar de una manera transparente y la ilusión. Quiero proponer un programa sensato, asequible, pero también con muchas ganas de trabajar, es lo que me ha caracterizado en mi trayectoria académica, la cantidad de cosas que he hecho y los charcos en los que me he metido, y que cuando me propongo algo lo suelo acabar. Entiendo que es el punto más fuerte de mi candidatura y también que estoy acostumbrada a moverme por todo el mundo. Soy muy internacional, tengo colegas en todos los continentes, he visto cómo funcionan universidades e institutos de investigación en medio mundo.
¿Cómo afronta este proceso electoral? ¿En qué momento decidió presentarse a rectora?
Por un lado, con muchas ganas de trabajar e investigar. Mi vocación siempre ha sido investigar y dar clase, tengo la formación, los contactos y las ganas y sin embargo, me encuentro obstáculos dentro de mi universidad. Y veo mucha gente a mi alrededor maravillosa, con muchas ganas de trabajar y que se quema porque tiene muchos obstáculos por la falta de transparencia, porque no entiende por qué se dan unos recursos, a veces a unas cosas y no a otras, de una manera un tanto aleatoria. Uno no entiende por qué para poner en marcha proyectos te tienes que pelear con 20.000 ventanillas dentro de la Universidad, eso es muy costoso.
Yo puedo investigar, puedo dar clase, pero no sé redactar un convenio o un presupuesto complicado y aquí lo tenemos que hacer todo, entonces muchas veces se dejan de hacer cosas por falta de recursos, es decir, yo puedo pescar, pero si no me dan una caña no puedo, me quedo sin pescar. Y sin embargo ves como el de al lado tiene tres cañas. Cuando yo misma veo que eso me empieza a cansar, siento que debo hacer algo. Tengo tres hijas, una ya estudiando en la UMA y dos que vendrán en breve, y me empiezo a juntar con una serie de compañeros de otros centros y también compañeros de personal de administración y servicios que estamos preocupados. Entonces, ante esa responsabilidad de pensar en nuestros hijos, en la sociedad y en cambiar las cosas, pensamos que hacía falta otra alternativa realmente nueva. Nadie de la candidatura está en el actual consejo de dirección.
Por tanto, somos distintos a los que han estado gobernando hasta ahora. Llevamos trabajando en esta candidatura aproximadamente desde febrero o marzo del año pasado. El momento exacto en el que lo decidimos presentar es cuando vemos un titular poco afortunado y pensamos también que la imagen de la universidad está por los suelos, cuando hay muchos investigadores y muchas personas que trabajan muy duro y no nos merecemos la imagen que se está dando en algunas cosas.
¿En qué debería fijarse la UMA hoy en día? ¿Está preparada para el futuro laboral?
La UMA tiene que internacionalizarse más. Tenemos que crear más vínculos con universidades extranjeras, sobre todo europeas. Tenemos muchas movilidades, eso es cierto, y somos atractivos para Erasmus por nuestro clima y por muchas cosas. Los datos de movilidad son elevados, pero sin embargo los europeos no nos eligen para hacer sus estudios. El número de asignaturas que ofertamos en inglés es bajo, las titulaciones dobles con universidades europeas es baja y nuestra capacidad de conseguir fondos europeos de colaboraciones internacionales hay que aumentarla.
Eso es importante también de cara a la a la docencia, aunque parece que no, el que los investigadores estemos en contacto viendo como se mueven las cosas en Europa hace que seamos capaces de ofertar titulaciones más competitivas. También es importante fomentar las prácticas con empresas. Nuestra burocracia interna hace que a veces se lo pongamos difícil a las compañías, y tenemos que ofertar prácticas en empresas fuera de España. Eso también es importante. Debemos cuidar las soft skills, por ejemplo, queremos fomentar las habilidades de comunicación de liderazgo, tenemos un club de debate, pero no está generalizado. El debate es muy importante, las universidades americanas y las asiáticas lo potencian muchísimo. También queremos ofrecer pequeños paquetes a través de micro credentials para ofertar habilidades tecnológicas, por ejemplo, en ciencia de datos o en inteligencia artificial. Y debemos orientar un poco más a nuestros egresados.
En este curso se han estrenado nuevos grados. ¿Qué carreras añadiría a la oferta de la UMA?
Una que tiene mucha demanda como titulación doble es Relaciones Internacionales. Se puede unir con Económicas, con Derecho, con alguna tecnológica… Y más cuando estamos en un punto como es Málaga, un punto estratégico. Tenemos Google, tenemos Vodafone, es decir, tenemos una red importante de empresas privadas en ese sector que nos están pidiendo que ofertemos más plazas en todas las tecnológicas, y también en relaciones internacionales. Tendríamos que sentarnos con la Junta para negociarlo y que nos permitan dar las clases. Habría que hacer un estudio serio de mercado para ver realmente cuáles son las más demandadas. También las sanitarias están muy en auge.
¿Qué papel debe jugar la UMA en el desarrollo tecnológico de Málaga?
La UMA tiene que ser el motor, porque, por un lado, tenemos que colaborar con todas las empresas que están situándose en Málaga. Hay que ir de la mano con ellas para captar fondos y además ser capaces de generar los profesionales que ellos necesitan. Debemos ser los líderes indiscutibles, tenemos que posicionarnos como líderes de ese desarrollo que precisan esas empresas.
¿Cuál sería su primera medida o proyecto como rectora?
Creo que lo primero que hay que hacer es un estudio de la gestión económica y de los procesos administrativos de la universidad que no requiera mucho tiempo, es decir, un estudio serio pero rápido. Y un plan de choque para hacerlo más eficaz y de una manera más transparente. Mi primera medida sería publicar todos y cada uno de los gastos del equipo de gobierno. Lo primero sería poner orden en las cuentas y hacer un plan de inversiones serio para ver cómo terminamos las obras pendientes. Tenemos varios edificios que se han quedado a medias, como el nuevo pabellón de gobierno, a la universidad le supone un gasto de seguridad y de mantenimiento. Habrá que buscar mecenazgos y acuerdos con la Junta y con otras administraciones para sacar a la universidad de este agujero económico.
¿Qué cambiaría de la universidad actual?
La gestión económica y la gestión de los procesos administrativos, sin lugar a dudas.
En sus 50 años de historia, ¿qué destacaría de la UMA y qué le falta por hacer?
La Universidad de Málaga ha sido una parte fundamental en el desarrollo económico y social que ha tenido no solo la ciudad de Málaga, sino toda nuestra región. Dudo mucho que pudiéramos tener un PTA al nivel que lo tenemos y esta atracción de empresas que tiene Málaga sin su universidad. La UMA es una institución imprescindible en una Málaga que es un motor económico de toda Andalucía y un motor tecnológico. A pesar de que creo que podríamos estar mejor, estamos razonablemente bien y aquí estamos muchas personas dejándonos la piel cada día con nuestro trabajo para darle a Málaga esa universidad que ha tenido durante 50 años. De hecho, por eso es el presentar nuestra candidatura, se podrían hacer cosas mejor pero también se han hecho muchas cosas bien. Sin la universidad es imposible pensar en la Málaga que tenemos hoy. Es fundamental, es el motor no solo de generar profesionales, sino de dar soporte a las empresas que tenemos. En el tema de la investigación, vamos a potenciarla, vamos a mejorarla y vamos a hacer que su gestión sea más eficaz.
Un mensaje para los estudiantes.
A los estudiantes les animaría a movilizarse más, a votar, a implicarse en la política universitaria. Afortunadamente, la Universidad de Málaga tiene una serie de órganos en los cuales pueden participar los alumnos y deben participar, porque están pensando en aprobar sus asignaturas y terminar, y no piensan que, a lo mejor, el implicarse en la política universitaria también es importante en su futuro. Yo les diría que sean sensatos, que no se dejen engañar. Estamos en campaña electoral y es muy fácil recurrir a discursos populistas. Que lo piensen bien, que analicen los programas, los equipos y que se animen a participar y a votar.