La Universidad de Málaga elegirá el próximo 1 de diciembre a su nuevo rector o rectora, que sustituirá en el cargo a José Ángel Narváez. El catedrático de Química Física Teo López es uno de los cuatro candidatos que optan al puesto. Durante los últimos ocho años ha sido vicerrector de Investigación y Transferencia. Presenta su candidatura al Rectorado con un modelo de gestión "eficaz, transparente, participativo, innovador y responsable".
¿Cuáles son los principales puntos de su candidatura?
Siempre hemos pensado que, el liderazgo que en estos momentos ejercen la ciudad y la provincia de Málaga, referentes en España y en Europa, debe ir acompañado con el de la Universidad de Málaga. Por eso, apostamos por una universidad pública, de vanguardia, que esté al frente de las grandes transformaciones sociales y económicas que están por llegar. Una universidad de la que tanto la sociedad como su propia comunidad estén orgullosas. Nuestro programa cuenta con el aval de más de 400 personas -profesorado, estudiantado, personal técnico y de gestión y administración de servicios y estudiantado-, que han compartido su esfuerzo y trabajo para sumar sus ideas con el objetivo de impulsar una UMA líder en todos los ámbitos.
En este proyecto la prioridad son las personas, que hacen día a día posible que funcione la institución. A partir de ahí, nuestro modelo se basa en ocho grandes líneas estratégicas: la docencia, la investigación, la transferencia, la igualdad, la internacionalización, la cultura, las relaciones institucionales y el deporte. Estas líneas requieren de un modelo de gestión eficaz, transparente, participativo, innovador y responsable, con una nueva gobernanza, una apuesta por la transformación digital, y el diseño de nuevas infraestructuras, necesarias para poder poner en práctica todo lo dicho. Para todo esto, estamos dispuestos a reivindicar la suficiencia financiera necesaria para la prestación de un servicio de calidad, sometido al uso eficiente de los recursos y a la rendición de cuentas.
¿Cómo afronta este proceso electoral? ¿En qué momento decidió presentarse a rector?
Yo decidí presentar mi dimisión el pasado 11 de septiembre, una vez dejado los deberes hechos y con el inicio de un nuevo curso académico. Antes de tomar ninguna decisión quería escuchar la opinión de la comunidad universitaria y conocer sus inquietudes y propuestas, en un contexto además en el que las universidades se enfrentan a importantes cambios como la LOSU o el nuevo modelo de financiación. Después de un debate ambicioso, en el que como le decía participaron más de 400 personas, decidí dar el paso. Y ahora, afronto este momento con enorme orgullo, especialmente después de haber recibido tantos apoyos en las últimas semanas, y no me refiero solo a los grandes actos que hemos tenido estos días, también en las pequeñas reuniones y en los cafés con muchas personas de la comunidad universitaria.
¿En qué debería fijarse la UMA hoy en día? ¿Está preparada para el futuro laboral?
Yo creo que, en las últimas cinco décadas, la Universidad de Málaga ha experimentado un salto cualitativo indiscutible, que ha servido para generar una sociedad con más musculatura educativa y crítica y contribuir al mismo tiempo en el desarrollo económico de la provincia, a través de la aportación de profesionales cualificados, tecnología de vanguardia, empresas surgidas a su amparo y sinergias con el tejido productivo, consolidando así la competitividad de Málaga. Esto se completa con el importante papel que ha desempeñado la institución “como cuna e impulsora de ideas y proyectos culturales y sociales que han beneficiado claramente al entorno y le han otorgado proyección nacional e internacional”.
Pero al mismo tiempo, consideramos que es necesario dar un paso más, e implementar una nueva gobernanza, con profundos cambios estructurales para agilizar la toma de decisiones y descentralizar procesos, la realización de cambios en la gestión que no solo optimicen el aprovechamiento de los recursos existentes, sino que también sean capaces de captar recursos nuevos, la mejora de nuestra relación con el tejido productivo y sus empresas, así como la proyección cultural de la universidad sobre la ciudad y viceversa. La institución debe responder a las necesidades sociales y garantiza la calidad de su oferta académica, facilitando la inserción laboral de sus egresadas y egresados, sin olvidar su esencia de universidad pública generalista.
En este curso se han estrenado nuevos grados. ¿Qué carreras añadiría a la oferta de la UMA?
La nueva normativa nos ofrece un escenario repleto de retos y posibilidades que no debemos desaprovechar. Los programas de enseñanzas de grado con itinerario académico abierto, los programas académicos de simultaneidad de dobles titulaciones con itinerario específico, los programas académicos con recorridos sucesivos, la mención dual en titulaciones oficiales, la formación permanente a lo largo de la vida o las microcredenciales, entre otros, son desafíos que debemos asumir. Respecto a los nuevos grados y la oferta académica, nos planteamos una revisión y reorganización para promover una oferta académica más competitiva y adaptada a las necesidades socioeconómicas actuales, que demandan nuevas habilidades y competencias, pero siempre desde el punto de vista de una universidad pública y generalista. En la medida de lo posible, trataremos de aumentar el número de plazas de alumnado de nuevo ingreso respetando el equilibrio presupuestario.
¿Qué papel debe jugar la UMA en el desarrollo tecnológico de Málaga?
Nuestra Universidad ya es un centro de innovación y emprendimiento, con incubadoras de empresas y programas de apoyo a startups, si bien, creemos que hay que doblar la apuesta en este campo y proponemos fortalecer la cultura emprendedora entre la comunidad estudiantil y aumentar aún más la colaboración con empresarios locales para transformar ideas en proyectos y los proyectos en negocios exitosos. Además, las facultades y los equipos de investigación deben estar aún más abiertos a colaborar en iniciativas que estimulen la competitividad y sostenibilidad de las empresas.
Hechos como el que la Universidad de Málaga ha sido capaz de llevar a Marte tecnología desarrollada en sus laboratorios, a través de la sonda “Perseverance”, son el claro ejemplo de nuestro potencial; por lo que necesitamos un proyecto sólido y el esfuerzo del trabajo colectivo para alcanzar metas similares en otros campos. En el área tecnológica, mi proyecto para la universidad pasa por mejorar los acuerdos ya existentes con empresas destacadas, como los alcanzados con Google y Vodafone, y por aplicar políticas de emprendimiento tanto entre investigadores como en alumnos para el desarrollo de proyectos novedosos.
Además recogemos algunas propuestas que consideramos importantes, entre las que destacan: promover las iniciativas emprendedoras e innovadoras, que podrán consultarse en una nueva plataforma de emprendimiento universitario, en la que estarán involucrados todos los centros de la UMA, la evaluación del impacto económico y social de las acciones de fomento del emprendimiento y colaboraremos con las distintas asociaciones y empresas de reciente creación (start-ups) en la realización de eventos y actividades conjuntas de emprendimiento, impulsar un programa de mentoría y apoyo al profesorado universitario para la creación de spin-offs y start-ups, mejorando los procedimientos de la OTRI para la participación de la universidad en las empresas; o la potenciación de la creación de patentes y empresas de base tecnológica (EBT) con especial interés hacia aquellas que promuevan el uso de nuevas tecnologías para fines sociales y de impacto en la economía local.
¿Cuál sería su primera medida o proyecto como rector?
Creemos que, en una situación tan compleja como la actual, con la LOSU (Ley Orgánica del Sistema Universitario) pendiente de aplicar, con un modelo de financiación por discutir, y con la situación económica ya conocida, es importante diferenciar entre experiencia y experimentos. Necesitamos un nuevo equipo económico, que cambie radicalmente el modelo de gestión financiera y las políticas de personal. Hay que humanizar mucho más la gestión y atender las necesidades de cada colectivo y centro de manera específica. También consideramos necesaria una reducción de la burocracia, esa será la primera medida que tome, porque el tiempo de las personas es muy valioso, como para malgastarlo de manera infructuosa.
¿Qué cambiaría de la universidad actual?
Yo creo que lo más importante, como recogemos en nuestro programa, son las personas. Por ahí empezaremos el cambio. Por humanizar la gestión y atender las necesidades de cada colectivo, con una gestión eficaz, transparente, participativa, innovadora y responsable. A partir de ahí, cualquier cambio siempre se realizará desde la escucha activa, desde el compromiso de tener en cuenta su opinión, y con el ánimo de impulsar una UMA líder de la que la sociedad malagueña y la comunidad universitaria sientan orgullo. Pero, si me pregunta por algo que cambiaría concreto, lo he dicho antes. Creo que hay que reducir la burocracia, mejorar la gestión financiera y la política de personal.
En sus 50 años de historia, ¿qué destacaría de la UMA y qué le falta por hacer?
Hace unas semanas me reuní con diferentes personas, referentes en la sociedad malagueña en el mundo de la economía, el deporte, la cultura, la arquitectura o el emprendimiento. Y les dije que, quiero una Universidad líder, y para eso, tenemos que aprovechar el gran activo con el que se cuenta, el esfuerzo colectivo y conjunto de la ciudad y de la comunidad universitaria. La Universidad de Málaga debe ser referente nacional e internacional como lo es la ciudad y la provincia. Hemos desempeñado un papel relevante como cuna impulsora de ideas y proyectos culturales y sociales que han beneficiado al entorno, pero nos quedan todavía pasos que dar.
Investigadores de la UMA han sido capaces de tener presencia tecnológica en Marte o estudiar el cambio climático en los polos, lograr avances en enfermedades como el cáncer o el Alzheimer; desarrollar prototipos de vehículos con energías renovables, aplicar nuevas formas de gestión económica de manera pionera, descubrir yacimientos fenicios como el del Cerro del Villar o liderar proyectos sobre el impacto social de los móviles en los jóvenes. Y creemos en nuestras posibilidades y podemos seguir impulsando acciones, proyectos e investigaciones en todas las áreas en la búsqueda de ese liderazgo.
Un mensaje para los estudiantes
El proyecto que represento considera que el estudiantado debe ser protagonista de su educación, que debe estar al servicio de su desarrollo personal, de sus necesidades de formación para el emprendimiento y la inserción laboral. Yo le pediría al estudiantado que estos días se informen y comparen las propuestas y comparen y elijan pensando en lo que realmente necesitan y que al mismo tiempo, sientan orgullo de su paso por la institución. Por la Universidad de Málaga han pasado grandes referentes no solo de la sociedad malagueña, sino a nivel nacional e internacional en todos los ámbitos del conocimiento y la investigación.
Permíteme resumirle algunas propuestas para el estudiantado como, por ejemplo, adelantar la resolución del programa de Becas de Cohesión Social y ampliar la cobertura del plan propio, aumentar el apoyo al estudiantado en su búsqueda de alojamiento con una plataforma supervisada por la propia institución, fomentar una auténtica evaluación continua y el reconocimiento como actividades académicas de iniciativas emprendedoras que consigan apoyo económico o mentorización y la mejora del Servicio de Atención Psicológica para avanzar en el diseño de un programa específico de apoyo emocional y bienestar estudiantil.