A la mayoría de clanes de la Camorra en los últimos 30 años siempre le ha interesado la Costa del Sol y no pasa un semestre sin que se den noticias relacionadas con nuestra provincia. La noche del miércoles 13 de diciembre fue detenido de nuevo en una operación conjunta de 250 Carabinieri de Nápoles Gaetano Angrisano. Lo arrestaron en un complejo de viviendas públicas de la calle Antonio Labriola de Scampia (Nápoles).

Acudió a la fiesta de cumpleaños de su hijo de dos años, pues para la mafia la familia es lo primero aunque estés en busca y captura. La anterior vez que acabó entre rejas fue en Benalmádena en 2021, luego fue extraditado a Italia. Angrisano es el capo regente del clan Vanella-Grassi de la Camorra, la mafia napolitana. Llevaba desde febrero de 2022 en búsqueda y captura, ya que se volvió a escapar tras salir en libertad provisional y aprovechó para no estar localizado. Pero le esperaban 10 años de cárcel.

Los Carabinieri de Nápoles le cazaron esta vez en su territorio, como le ocurre casi siempre a la alta jerarquía de las distintas mafias italianas. Era la tercera vez que lo intentaban este año y en agosto también desplegaron un importante dispositivo, pero en esa ocasión el mafioso se escapó. En Benalmádena para atraparlo se desplegó en septiembre de 2021 a los GOES (Grupos Operativos Especiales de Seguridad) de la Policía Nacional. Era uno de los 100 fugitivos italianos prioritarios, y tiene su explicación.

El Clan Vanella-Grassi es un clan moderno de la Camorra, creció a espaldas de los poderosos Di Lauro que controlaron Secondigliano y Scampia durante muchos años. A diferencia de la Cosa Nostra o la Ndrangheta, en la Camorra surgen muchas más escisiones porque hay menos lazos familiares en los clanes y las rivalidades se disparan antes. No hay un capomafia que pueda decidir sobre los demás clanes. Los Vanella-Grassi luego apoyaron a los clanes que se enfrentaron a los Di Lauro, que fueron los españoles con Raffaele Amato y Cesare Pagano a la cabeza.

Los Vanella-Grassi actualmente tienen su feudo cerca de las tristemente famosas Vela di Scampia, porque fueron los principales puntos de venta de droga de toda Europa y porque se rodó ahí la conocida serie Gomorra. También controlan el barrio de San Pietro a Patierno en el norte de Nápoles, justo donde está situado el aeropuerto. Este clan ahora es autónomo, pero en 2004 y 2011 usó a sus miembros para asesinatos en nombre tanto de los Di Lauro como de los españoles en una segunda guerra interna en Secondigliano.

Fueron el ojito derecho de Marco di Lauro, uno de los hijos del capo Paolo di Lauro. Por ello tomaron experiencia como sicarios, que luego se les volvió en contra a los propios Di Lauro. Aquello ocurrió en 2007 cuando uno de los sicarios de los Vanella-Grassi asesinó a quien dirigía una de las principales plazas de venta de droga de Secondigliano comandada por los Di Lauro. Los Vanella-Grassi están involucrados en decenas de asesinatos en todos años.

Malagueñizados

Gaetano Angrisano decidió fugarse a Málaga en 2021, y en este año y medio también se le ha buscado aquí por el equipo de fugitivos de los Carabinieri. Algo habitual para la Camorra porque las estructuras que tienen en España y en Málaga les ofrecen las mejores posibilidades para que su periplo fugitivo se alargue. Angrisano tomó en la calle las riendas de los Vanella-Grassi ya que el capo del clan Salvatore Petriccione es su cuñado, y lleva varios años en prisión. Petriccione pudo crear a los Vanella-Grassi porque fue uno de los principales sicarios de la Camorra, y dio el visto bueno para que Angrisano fuera su regente.

Para ver la importancia de Málaga en los clanes de la Camorra del norte hay que recordar que en ese 2021 capturaron en agosto a Maria Licciardi en el aeropuerto de Fiumicino de Roma con la intención de tomar un vuelo hacia Málaga. La excusa que puso la mafiosa fue la de visitar a su hija que vive aquí en la provincia y trabajaba en una tienda de ropa. Pero fue un riesgo importante que se pudo ahorrar siendo una de las personas más buscadas de Italia.

Maria es la Boss del clan Licciardi de la Camorra, que ahora es el principal del norte de Nápoles. Es una rara-avis. Maria Licciardi llevó las riendas económicas del clan primero y después de que asesinaran a su hermano Gennaro se hizo con todo el poder del clan. Una organización criminal que es capaz de asesinar a uno de sus miembros como a Salvatore Exposito a consecuencia de que tuvo una aventura amorosa con la mujer del hijo de Gennaro Licciardi, sobrino de Maria. A Exposito lo ejecutaron miembros del Clan Polverino tras solicitarle los Licciardi el favor, ya que el crimen se iba a cometer en el territorio que controlan ellos, fue un asesinato de honor. Le hicieron ir a una cantera a las afueras de Nápoles, le dispararon y luego disolvieron su cuerpo en ácido. Aquello ocurrió en 2013, pero se ha resuelto este año porque un mafioso arrepentido ha contado la historia y se han atado cabos.

A esa sorprendente detención de Maria Licciardi, que en la ficción de Gomorra se interpreta como Scianel, siguió la de Gaetano Angrisano en septiembre de 2021 en Benalmádena. Los Vanella-Grassi y los Licciardi son aliados ahora, y queda demostrado con la última operación Dirección Antimafia en las que se conoce que los dos clanes estaban blanqueando dinero en las mismas empresas. No es casualidad que los 2 capos de estos clanes quisieran venir a Málaga.

Los Vanella-Grassi controlan plazas de venta de drogas que siguen siendo muy importantes, y han logrado sobrevivir a guerras continuas por unos pocos de kilómetros cuadrados en los que se ganaban al día 500.000 euros vendiendo estupefacientes. Su capo estaba controlando su territorio desde aquí, y a su vez le ofrece la posibilidad de conseguir nuevos proveedores de drogas. Que en su segundo periplo fugitivo también haya pasado tiempo en Málaga expone una vez más que en petit comité los mafiosos siguen llamando a nuestra provincia la Costa Nostra.