Viajeros de los trenes que chocaron anoche en El Chorro (Álora): "Fue un shock al principio"

La pasada noche, sobre las 21.30 horas, dos trenes de media distancia que cubrían la línea Málaga-Sevilla en ambos sentidos colisionaron a la altura de los túneles de El Chorro, en el municipio malagueño de Álora. 

En su interior, viajaban 270 personas. EL ESPAÑOL de Málaga ha podido hablar con algunos de ellos y todos coinciden en lo mismo. No fue tanto la gravedad de la colisión como el gran susto que se llevaron por el golpe entre los ferrocarriles y las horas de incertidumbre.

El vagón trasero de uno de ellos descarriló, con la mala suerte de impactar con el que iba por la otra vía, aunque no directamente. Según el relato de un joven llamado Charlie, que viajaba en el convoy que iba hacia Málaga, sobre las 21.20 horas escucharon "el pitido de un tren" y tras él, vino la colisión inesperada. 

Charlie asegura que "el choque se ha sentido, sobre todo en los vagones número 2 y 3". "Pasamos una hora y media dentro del tren, yo iba en el que resultó menos dañado y dieron prioridad para evacuar al otro. Tengo que decir que un muchacho de Renfe, probablemente un azafato, se preocupó en preguntarnos si nos había pasado algo y si había heridos", prosigue el joven malagueño.

El estudiante insiste en que en su tren no había apenas damnificados, pero que en el convoy que quedó semi volcado sí había personas que requirieron asistencia médica. Concretamente, según datos oficiales, 13 personas, tres de ellos menores de edad, han necesitado ser atendidos por los sanitarios por heridas leves. Dos fueron trasladados, a su vez, al Hospital Valle del Guadalhorce.

"Por suerte no nos ha pasado nada grave, más allá de algunas contusiones cervicales. Pero han sido momentos difíciles, niños pequeños llorando, gente muy nerviosa... ", ha dicho.

Así, Miguel vive muy cerca del lugar donde se produjo el accidente. Él destaca, sobre todo, el shock que vivieron tras el impacto. Tras el golpe, solo veía humo y un tren dentro del túnel del que no tenía ninguna información. No sabía qué imaginarse. "Mi suegro fue uno de los que primero saltó a la vía para intentar ayudar. Solo pensábamos en echar una mano", ha declarado.