Teodomiro López Navarrete (Badajoz, 1960) se ha convertido en el séptimo rector de la Universidad de Málaga a lo largo de sus 50 años de historia. Tras ganar las elecciones el pasado 12 de diciembre, el catedrático de Química Física tomará el testigo de José Ángel Narváez a principios de enero. Aún sin anunciar su equipo al completo, el nuevo rector se marca como objetivos principales unas cuentas saneadas y abordar la problemática del alojamiento en la capital, ante un mercado de alquiler cada vez más alto y una "escasa" oferta de residencias universitarias que dificultan las estancias de investigación y la llegada de nuevos estudiantes.
En primer lugar, enhorabuena. ¿Cómo ha recibido su victoria y nombramiento como rector?
Con mucha ilusión, con mucha responsabilidad y con mucho compromiso. Creo que ahora mismo el momento que vive la Universidad de Málaga es como para afrontarlo con una enorme ilusión, con muchas ganas de hacer cosas, con un importante sentido de la responsabilidad y dando todo lo que tiene uno todavía. Por lo tanto, con todo el compromiso del mundo.
¿Qué nos puede adelantar sobre su próximo equipo?
Estamos ahora estamos en el proceso de conformar un equipo que se ajuste a la situación actual, es decir, con un número de vicerrectores suficiente pero reducido en tanto en cuanto que lo que tenemos delante es una situación económica compleja y hay que empezar dando ejemplo. Vamos a intentar, como siempre comenté en campaña, que sean personas que tengan una dedicación, una ilusión y una competencia enorme por el puesto que van a desempeñar, es lo que necesita la Universidad de Málaga. Ya hemos dado algunos pasos, ya es público que hay una persona trabajando en el tema de la gerencia: Rosario, que es profesora de la Facultad de Económicas, con una trayectoria enorme en el campo de la gestión. También la secretaria general ya ha comenzado el trabajo, Elsa, profesora de la Facultad de Derecho. Luego ya haremos público el resto del equipo, más o menos para los Reyes Magos.
Conozcámosle un poco mejor. ¿Quién es Teo López?
Teo López es un catedrático de Química Física de la Universidad de Málaga. Soy extremeño, de Badajoz, y llegué a Málaga en el año 1984. Hice la licenciatura química allí en la Universidad de Extremadura y ya me vine a hacer mi tesis doctoral al departamento de Química Física de la Universidad de Málaga. Estuve tres años en Italia y ya volví a Málaga de profesor titular, y desde entonces pues he seguido la carrera académica en mi universidad, totalmente entregado a ella.
Será el primer rector de la UMA con un mandato único de seis años. ¿Cómo lo encara?
Creo que efectivamente he tenido una trayectoria muy universitaria, la enorme fortuna de dirigir un grupo de investigación potente, sólido, con una trayectoria enorme. Siempre he estado en el mundo de la docencia porque me encanta, y también tengo una experiencia en gestión importante. En concreto, estos últimos ocho años como vicerrector de Investigación y Transferencia. Afronto el reto de ser rector de una universidad tan importantísima como es la Universidad de Málaga con esa experiencia y con proyectos de lo que siempre hemos comentado, de que la universidad siga siendo el motor de la ciudad, el motor de la provincia y afiance su posición de liderazgo, que es la que le corresponde por el entorno en el que se encuentra.
¿Con qué medidas o proyectos prevé iniciar su mandato?
La Universidad de Málaga se enfrenta, y tendremos que hacer un análisis detallado que tocará a principio de mandato, a una situación económica compleja, con lo cual todo lo que tiene que ver con el saneamiento económico es prioritario. Queremos que la Universidad de Málaga se encuentre en una situación desde el punto de vista de liquidez económica desahogada, con una financiación ajustada a sus necesidades. Eso es lo que nos va a permitir seguir avanzando a esa posición que queremos que se sitúe la universidad ya en temas concretos. Es muy importante abordar lo que tiene que ver con la relación de puestos de trabajo del personal técnico, de gestión, de administración de servicios. Y con la mayor vinculación de los estudiantes a lo que es la vida universitaria, con la disminución de todo lo que tiene que ver con las cargas burocráticas en la universidad. Son problemas importantísimos que tenemos que abordar de manera inmediata.
¿Qué va a pasar con los proyectos paralizados como el nuevo bulevar y el edificio del Rectorado?
El nuevo Pabellón de Gobierno está esencialmente listo a falta de lo que es el tema del mobiliario, que es un presupuesto importante que nos vamos a encontrar, porque supera los 4 millones de euros y en una situación como la que está la Universidad de Málaga no son cantidades que fáciles de abordar, pero encontraremos soluciones. La Universidad de Málaga tiene un problema de espacio enorme para grupos de investigación, para centros, para docencia, para despachos de profesores. Y no podemos estar mucho tiempo con edificios vacíos que ya están terminados y son de gran calidad, situados en la ampliación del campus de Teatinos. Tenemos que ir a soluciones intermedias. Pues lo mismo habrá que bajar el listón del mobiliario y de lo que se quiere poner en ese edificio para empezar a trabajar de manera inmediata, porque no podemos permitirnos el lujo de tener esos equipamientos vacíos.
De acuerdo con el informe recientemente elaborado por la Agencia para la Calidad Científica y Universitaria de Andalucía (ACCUA), la UMA se sitúa en cuarta posición de tesis doctorales defendidas en 2022 en la comunidad autónoma, pese a ser la tercera en volumen de presupuesto. ¿Qué le parece este dato?
Es cierto que el número de tesis que se defienden en un año también es un poco coyuntural y hay años donde ese número es un poco más alto, porque de alguna forma ha coincidido de que hay más personas en condiciones de leer la tesis y otros años baja ligeramente. Yo no creo que sea un número tan relevante. En cualquier caso, estaré vigilante de por qué en el año 2022 hemos tenido esa caída y no estamos en la posición que nos corresponde. Pero la investigación en la Universidad de Málaga ni muchísimo menos está a la cola del resto de las universidades andaluzas. Hay investigaciones que están en la frontera del conocimiento y que han salido a relucir, como es el caso del profesor Laserna. No hay ninguna universidad en Andalucía, y muy pocas en el mundo, que hayan llevado tecnología a la superficie de Marte.
¿Cómo quiere mejorar la UMA el contacto con las empresas para acercar el mercado laboral a sus alumnos?
Tenemos la suerte de estar en una ciudad, en una provincia y en un entorno donde las empresas tienen un valor enorme. Estamos en una ciudad cosmopolita, dinámica, una ciudad de moda como es Málaga, y la provincia en general, y tenemos que aprovecharnos de eso. La relación que ha tenido la universidad con el Parque Tecnológico ha sido privilegiada y sigue existiendo. Tenemos una relación con empresas de un carácter multinacional enorme, como Google o Vodafone, y hay que seguir por ese camino. Sin duda, seguiremos creciendo en ello, por nuestro bien y el de nuestros estudiantes y para que tengan la mejor formación posible.
"La Universidad de Málaga se enfrenta, y tendremos que hacer un análisis detallado, a una situación económica compleja, con lo cual todo lo que tiene que ver con el saneamiento económico es prioritario".
A nivel general, ¿qué le parece el desarrollo de Málaga?
Málaga es una ciudad privilegiada. Yo llegué a Málaga en el año 84, hace 40 años justo ahora en enero, y era una ciudad mucho más oscura, mucho más deprimida. Yo estuve en la Facultad de Ciencias, que en aquellos momentos estaba en la Misericordia, y era un centro totalmente obsoleto. Málaga y lo que es la universidad ha cambiado enormemente en estos 40 años. En cierta medida, soy un malagueño más. Tengo tres hijos malagueños y una mujer malagueña, y mi alma mater es cierto que es la Universidad de Extremadura, pero también es la Universidad de Málaga. La ciudad ha cambiado tantísimo… Es más amable, la proyección turística es enorme, aunque eso trae problemas que van de la mano de ese crecimiento tremendo. Especialmente, a mí me preocupa el tema del alojamiento, que para la universidad es un tema muy importante.
¿Qué supone la falta de alojamiento para los estudiantes de la UMA?
Y no solo para los estudiantes. Como somos una muy buena universidad, tenemos muchos profesores visitantes, muchos investigadores que pasan aquí temporadas, meses haciendo estancias o estudiantes que vienen a hacer su tesis doctoral. Y es un problema que la vivienda cada vez sea más cara, cada vez tenga menos calidad y cada vez haya menos. Se nos junta todo. Tenemos una preocupación también encima de la mesa, que es el tema de las residencias universitarias y buscar alternativas a ellas que también tendremos que abordar de manera inmediata.
La mayoría del campus universitario se ubica en Teatinos, una de las zonas en auge de Málaga, donde el precio de la vivienda cada vez es más alto.
Teatinos es una zona donde lo más común eran los pisos de estudiantes, y ahora se lo piensan, porque es uno de los barrios más caros de la ciudad. Málaga tampoco es una ciudad económica en general, por ello vamos a crear algo que tenemos en el programa electoral: un observatorio dentro de la universidad para garantizar que los estudiantes tienen una oferta de vivienda digna, con una marca de Universidad de Málaga para darle importancia y que sirva a quien arrenda para ponerla en el valor adecuado. Vamos a crear ayudas también para los alquileres y vamos a poner encima de la mesa, en una situación económica complicada, el tema de las residencias universitarias.
¿Cree que la falta de alojamiento y los altos precios pueden influir en que menos estudiantes quieran venir a la UMA?
Tenemos un éxito enorme y somos de las universidades que reciben más estudiantes de movilidad de países europeos. Podemos resentirnos, evidentemente. Un estudiante que viene a una ciudad amable, con un clima privilegiado y a una buena universidad, si económicamente le cuesta, pues puede acabar eligiendo otra del entorno cercano que no tenga los privilegios de Málaga pero que económicamente sea más favorable. Tenemos que cuidar mucho ese tema y también, claro está, por los estudiantes que vienen de la propia región y del propio territorio nacional.
Hablamos del caso concreto de los estudiantes porque dentro de la comunidad universitaria son los que menos poder adquisitivo tienen.
Efectivamente. También es verdad que la escasez de vivienda afecta a los investigadores, especialmente si son estancias cortas, donde es más difícil encontrar una vivienda para un mes o por dos meses. Eso casi obliga a que sea en residencia universitaria. La oferta en residencia universitaria es escasa, por la parte pública tenemos una, y en la parte privada y en el entorno alguna que otra, pero sigue siendo una oferta limitada. Es un problema del que tenemos que preocuparnos de manera inmediata.
¿Cómo ve usted el futuro de Málaga? ¿Cree que morirá de éxito?
Yo soy absolutamente optimista. Es verdad que, como en todo, pues habrá que tener cautelas. Hay temas, como la vivienda, un turismo sostenible, el que los malagueños puedan seguir disfrutando de su ciudad y que siendo amable y no masificada, de que de alguna manera no se convierta en un parque temático. Son, claro, preocupaciones que están encima de la mesa, pero que estoy absolutamente convencido de que las instituciones serán capaces de controlar y de abordar. Soy optimista, Málaga es una de las ciudades con más proyección de Europa en la fecha actual. Y lo digo con todo el convencimiento.
La Málaga Tecnológica es un impulso para la ciudad y también para la universidad. ¿Cómo se va a seguir abordando esta unión?
La relación de la Universidad de Málaga con la Málaga Tecnológica ha sido siempre privilegiada. Y precisamente el director del PTA, Felipe Romera, es honoris causa de la UMA por el enorme servicio que le ha hecho a la universidad, y además forma parte del claustro de la misma, pues es también su alma mater. Yo creo que esa relación seguirá siendo cada vez más potente, cada vez más activa. A mí me gusta resaltar, llegado este momento, que la transparencia en el mundo de las TIC ha avanzado tanto porque tenemos una magnífica escuela de Informática, una magnífica escuela de Telecomunicaciones y una magnífica escuela de Industriales. Pero también hay una transferencia en el mundo de lo social importantísima y yo creo que esa se ha puesto menos en valor, no tanto porque no se haga, sino porque es menos conocida. La transferencia del conocimiento de la universidad al tejido social es la que palpa a la ciudad de manera más inmediata.
Grandes multinacionales como Google o Vodafone han traído talento de fuera por no encontrar aquí, digamos, perfiles concretos. ¿Cree que esto es importante a la hora de seguir creciendo?
Me da la sensación que no ha sido tanto por no encontrar personal de un perfil concreto, sino por la falta de personal más que otra cosa. El porcentaje de éxito en cuanto a contratación en nuestras escuelas tecnológicas ronda el 100%. El problema que estamos teniendo en la escuela es que no se quedan estudiantes a hacer la tesis doctoral, con un contrato del Ministerio, no siguen la carrera académica porque precisamente el mundo empresarial es tan sumamente atractivo que la tentación es demasiado alta y solamente estudiantes de una enorme vocación académica son los que continúan la carrera universitaria. De hecho, hay un plan por parte de la Consejería de Universidades que precisamente está encaminado a que se aumente la oferta de las escuelas de Informática, de Telecomunicaciones y de Industriales, con un sostén económico detrás. La demanda es mucho más alta que el número de egresados que cada año pasan al mercado. Yo creo que más va por ahí el problema, el éxito es enorme por parte de nuestros ingenieros, no porque haya necesidad por falta de perfiles adecuados.
"Soy optimista, Málaga es una de las ciudades con más proyección de Europa en la fecha actual. Y lo digo con todo el convencimiento"
¿Cómo está encajando la inteligencia artificial en el ámbito universitario e investigador?
Con mucha cautela. Siempre he pensado que cierto tipo de herramientas, especialmente esta de la que estamos hablando, son herramientas imparables. No se le pueden poner puertas al campo. Ya hace bastante tiempo que comenzó Internet, y parecía que había también cierto tipo de cautela. Lo que hay que hacer de alguna manera, y ya hemos empezado a nivel europeo, es controlarla, reglamentarla y tener las herramientas para ser capaces de tener claro lo que es un trabajo creativo, lo que es un trabajo creativo soportado por inteligencia artificial o lo que es un trabajo que ni siquiera es creativo y está absolutamente soportado por inteligencia artificial. Tenemos que tener también los cortafuegos que nos permitan en todo momento ser nosotros los que controlamos la herramienta y que no sea la herramienta la que nos controla a nosotros.
¿Qué le pediría a los Reyes Magos?
Yo creo que lo más importante que ahora mismo necesita la Universidad de Málaga es una situación económica saneada. Nosotros tenemos que poner de nuestra parte, sin duda. Tendremos que hacer un análisis profundo de la situación y poner todo lo que esté en manos de la institución para resolverlo. Pero tenemos que ir también con otras instituciones para que nos echen una mano y estén a nuestro lado. En ese sentido, la Universidad de Málaga es una de las universidades más importantes de España, no le quepa duda, y una de las más relevantes de Andalucía. Y las instituciones tenemos que estar todas juntas para que precisamente los Reyes Magos nos traigan la financiación que necesitamos y la situación económica que merece una universidad como es la UMA.