Desde primera hora de este martes, la provincia de Málaga se encuentra afectada por las movilizaciones de los agricultores en contra de la política agraria implementada por Europa. Los bloqueos están siendo especialmente palpables en la capital, donde ha sido necesario cortar el Eje Litoral así como distintos puntos del Centro.
El fondo de la cuestión, que subyace en una petición de flexibilización de la Política Agraria Común (PAC), ha encontrado su eco en la escena política, con el silencio del PSOE. Los primeros en solidarizarse con las concentraciones han sido los miembros del Partido Popular.
Sobre las 9:30 de la mañana han comenzado a instalar una enorme lona en la sede de la avenida de Andalucía en la que se puede leer: "Sin agricultores no hay comida"; lema escoltado por el lazo verde en señal de apoyo.
El secretario general del PP de Málaga, José Ramón Carmona, ha apuntado directamente al gobierno de España, exigiendo que "escuche al sector" y de marcha atrás a "muchas actuaciones" que han "agravado la crisis".
Desde el otro lado del hemiciclo, el coordinador andaluz de Izquierda Unida, Toni Valero, ha defendido que hay "razones para la indignación": "Los tratados de libre comercio arruinan a la agricultura profesional y merman nuestra soberanía alimentaria".
Así, ha hecho un llamamiento a frenar la uberización (la concentración de tierras en manos de los fondos de inversión) y el consiguiente relevo generacional: "Sin prácticas sostenibles no hay preservación de las condiciones medioambientales que hacen posible la actividad agroganadera", al tiempo que ha criticado a la "ultraderecha" por adueñarse de la causa.
Precisamente, este ha sido el sentido de las declaraciones pronunciadas por el portavoz del grupo municipal de Vox en el Ayuntamiento, Antonio Alcázar: "Defender nuestro campo es primordial frente a las políticas nefastas de la Agenda 2030. Los agricultores y trabajadores del campo están sufriendo las decisiones globalistas tanto del Partido Popular como de la izquierda. Ambos abrazan esta peligrosa directriz".
Hasta el momento, desde el PSOE no se han manifestado en relación a los hechos que desde esta mañana se están produciendo en Málaga.
La nueva PAC introdujo, entre otras cuestiones, obligaciones de producción respetuosas con el medio ambiente que implican un mayor número de trámites si se quiere percibir las mismas cantidades que antes. Son trámites que el campo juzga excesivos; cumplirlos de forma incorrecta puede además llevar a retrasos en los pagos o incluso sanciones. También reclamaban que los países terceros con los que comercia la UE cumplan esas mismas reglas medioambientales para evitar una competencia desleal.