No hay otro icono en Málaga que haya presenciado, con tanto detalle, todo cuanto ha sucedido en la ciudad con respecto a las obras de Metro. La estatua del Padre Tiburcio Arnáiz, ubicada junto a la puerta principal de El Corte Inglés, ha sido testigo directo de unos trabajos que rozaron las dos décadas de duración. Sin embargo, esta labor vigilante no va a ser posible en esta nueva fase que oficialmente arrancó el miércoles y que culminará con la que llegada del suburbano al hospital civil.
Este jueves ha sido retirada la escultura del beato con motivo de los trabajos de la primera de las tres piezas del trazado: Guadalmedina-Hilera. Durante ese periodo, la obra será ubicada en la glorieta Albert Camus, a tan solo unos metros más al sur de donde se ubica en la actualidad.
Cabe recordar que conforme a las condiciones del contrato de adjudicación con Sando y Kerkros, unión temporal que se ha hecho cargo de este contrato, el plazo estimado para el desarrollo del primero de los subtramos es de 36 meses de obras. De acuerdo con este calendario, la infraestructura y superestructura (fases incluidas en el contrato) deben estar finalizadas en los primeros meses de 2027. La inversión formalizada roza los 45 millones de euros (IVA incluido).
Los 1,8 kilómetros entre la estación Guadalmedina y el Hospital Civil se han desgajado en tres subtramos diferentes. El primero de ellos, Guadalmedina-Hilera (637 metros), es el que ya está en obras. La intención de la Junta es la de licitar la segunda fase de la obra, Hilera-La Trinidad, en los primeros días de junio. El recorrido se iniciará en la misma estación Guadalmedina, avanzará por debajo de Hilera, girará hacia Santa Elena, y continuará por debajo de Eugenio Gross y Blas de Lezo hasta finalizar en el cruce con la avenida Arroyo de los Ángeles.