Llegan movimientos de rechazo proyecto del tren litoral, la gran infraestructura demandada en la provincia y que pretende unir la capital con Marbella. Han sido varias las ocasiones en las que desde el PSOE se han puesto reparos a este proyecto, argumentando falta de datos y complejidad para su consecución. Sin embargo, ahora aparecen voces que abiertamente se oponen a la misma. Es el caso de la asociación Taxi Unión (con más de 1.000 integrantes), quien ha transmitido "la negativa" a una nueva línea que conecte el aeropuerto con la Costa del Sol.
La junta rectora asegura que el proyecto "no responde a una demanda real". "Solo vendría a empeorar la situación actual (del sector), lo que afectaría a la calidad del servicio ya deteriorada por un aluvión desleal por parte de las VTC", aseguran en el texto. Así, sostienen que esta infraestructura "aumentaría el costo" de una familia en ese mismo recorrido en comparación con el servicio del taxi actual. Además, subrayan como ventaja que el taxi es mucho más accesible y personalizado ya que va "puerta a puerta".
"Entendemos que, antes de una inversión de 2700 millones de euros a ocho años vista, deberían apostar todas las administraciones públicas en soluciones inmediatas como puede ser la eliminación de costes de la autopista AP-7, reduciendo el precio final para el usuario, acortando los tiempos en los servicios y por ende bajando emisiones de CO2", proponen.
Una medida que coincide con la que recientemente proponía desde el Partido Popular de Málaga, quienes han reivindicado la suspensión temporal del peaje de la AP-7 mientras que no exista un medio de transporte sostenible de alta capacidad que conecte el litoral occidental hasta Algeciras.
Misma postura que el Gobierno
Cabe recordar que recientemente, el secretario de Estado de Transportes, José Antonio Santano Clavero, confirmó que llevar el ferrocarril a Marbella no es una prioridad para el actual Ejecutivo.
Santano lo verbalizó de manera clara y sencilla, eliminando cualquier interpretación posible, relacionando esta posición en la ausencia de "datos claros" que justifiquen la necesidad de incluir esta infraestructura en la agenda estatal.
El número 2 del Ministerio de Transporte, que lleva apenas dos meses en el cargo, afirmó entonces que en el seno de su departamento no existen estudios concretos que validen o no el paso adelante necesario para afrontar una obra que requerirá varios miles de millones de euros.