La última reunión mantenida entre la Empresa Municipal de Limpieza y la Agrupación de Cofradías finalizó con una conclusión clara: es necesario hacer nuevas pruebas en torno al líquido anticera, el producto que los operarios de Limasam esparcen al principio de las procesiones para evitar que la cera de las velas se quede pegada al pavimento.
Sin embargo, esta solución causa cierta controversia entre los cofrades por los daños que produce en el tejido de las túnicas nazarenas y los problemas de caídas ocasionados. Sobre este último extremo, cabe apuntar que los análisis técnicos ponen en cuestión la impresión que se viene alargando en el tiempo desde hace años. “Todos los ensayos realizados constatan que el líquido anticera no aumenta el coeficiente de resbaladicidad”, explican fuentes consultadas.
En este contexto, se han realizado una serie de pruebas este miércoles, tal y como adelantó EL ESPAÑOL de Málaga, para arreglar esta situación. Según explica la concejala responsable Teresa Porras en declaraciones a este periódico, el ensayo ha tenido como finalidad comprobar la eficacia de un nuevo producto antideslizante que se rociaría previamente al líquido anticera.
Aunque sí que cumple con su objetivo, se han identificado ciertos efectos adversos; el principal, que provoca que el suelo se quede blanco durante un tiempo, algo que podría afectar a la solería. Es por ello por lo que se va a esperar unos días para comprobar si cuando se procede a la limpieza de esa doble capa la solería se queda dañana o no.
Del mismo modo, hoy se ha procedido a recoger varias túnicas para hacer en los próximos días pruebas con un producto que "repela" el líquido anticera. En el caso de obtener conclusiones favorables para con los equipos penitentes, se pondrá a disposición de aquellas hermandades que así lo requieran, aunque no hay que obviar que el tiempo aprieta y faltan 10 días para el Domingo de Ramos.