¿La Mari o Chambao? ¿Quién es quién? Llámala como quieras, es difícil encasillarla. Lo que todos sabemos es que ella es puro arte, y malagueña a más no poder. Las raíces es aquello que ha quedado patente en su último álbum, En la cresta del ahora. Además, el Festival de Málaga proyectó: Chambao. Veinte años en la música, donde la cantante relata sus "idas y venidas".
Nuevo disco que empieza con el tema Camino a casa, para luego seguir con El Molinillo y El Perchel.
El Molinillo El Perchel son los barrios donde se criaron mis padres. Es una canción inspirada en un verdial, ya que mi padre es muy forofo de Las Malagueñas. Surgió primero como una broma: “Un día te voy a hacer unos verdiales”, le dije él. Acabó siendo realidad. Esta se la dedico a ellos dos.
¿Málaga le inspira para hacer música?
Como decía Picasso: “Que la inspiración te pille trabajando”. Málaga es fuente de inspiración. Primero, porque es donde más paso el tiempo. Y por otro lado, a lo mejor no es tan bonito que lo diga yo, pero Málaga es la bella. Desde el mar a las montañas, desde lo más cosmopolita, hasta lo más añejo y cateto, los pueblos del interior son maravillas. Tenemos una grandísima variedad de fuentes de inspiración.
Con todas las vivencias que trae la ciudad, ¿cómo sientes que ha evolucionado su música en estos 20 años?
La tecnología de hoy día es un punto a favor. La evolución musical de Chambao ha ido cambiando con los tiempos. Hay otros grupos que están haciendo una electrónica mezclada con otros sonidos más potentes que yo en este último disco; pero tampoco se trata de una competición. Cuando empezamos en 2001, no teníamos ni idea de qué era el flamenco chill, y nosotros mismos, nos encasillamos en ese género por llamarlo de alguna manera. Pero no me gusta etiquetar la música. Yo sigo la estela de ese estilo musical que es Chambao.
¿Cuáles artistas le inspiran? Respecto a la electrónica.
Ale Acosta, que hace unos años formaba parte de Chambao, ha hecho un trabajazo en el disco de María José Llergo, además, sus directos me fascinan. Ellos son funky-dance ochentero. Luego, me parece una delicia lo que hacen Bronquio y Rocío Márquez, su disco El tercer cielo es una maravilla. He tenido la fortuna de verlos dos veces en directo, lían la pajarraca.
¿Cómo son los conciertos de Chambao?
Son un batiburrillo de canciones, pero con un mismo concepto: vivir el presente. Ahora toco mi último trabajo, En la cresta del ahora. De los doce temas nuevos, meto unos ocho, entremezclados con canciones un poco más conocidas de Chambao. El guión que sigo siempre es orgánico y movible, varía según el público.
Eso es más trabajo para los músicos.
Sí, pero te hace estar más presente todavía, más divertido. Hasta tal punto que puedo pasar completamente del repertorio y la canción que quiera la gente, se la hacemos. Es como un pedido a domicilio.
Hay que tener mucha coordinación con el resto de músicos, imagino.
La tenemos. Algunos llevamos muchos años tocando juntos, y otros llevan menos, pero nos hemos convertido en una gran hermandad. Me apasiona ver el conjunto entero de la banda, porque la música no llega a todo el mundo si solamente brilla uno. Todos somos una red que eleva las canciones al aire; cuando cuento esto, la gente me mira como si estuviera flipada. Juro que la misma canción no suena igual en todos los conciertos, el público la hace distinta; por las sensaciones o por el propio sonido, ellos cantan también. Me flipa ese momento cuando la banda deja de tocar y oímos al público.
Volviendo a hablar de su disco, hay una canción que se llama “Libre”. Me gusta mucho el verso que dice: “No negocies tu libertad”.
“Negociar tu libertad” significa ser esclavo del dinero, o de cualquier sustancia adictiva. Para mí hoy día mi prioridad es la salud. Entonces, no negocio mi salud.
Y la felicidad también.
La salud va de la mano con la felicidad.
Luego, también en su último single, Mañana, que salió este 2024 dice: “Hay un lugar que se llama Libertad”. ¿Podría ser Málaga?
La libertad está ligada a la calma, a tu paz interior. Málaga puede ser obviamente, pero ese lugar habita dentro de mí.
La canción que le da título al disco, es junto a Kase. O ¿Cómo ha sido trabajar con él?
Una maravilla. Javier es un maestrazo. Le di total libertad para que escribiera su parte de la canción. Además, en los estribillos le dije que se atreviera a cantar un poco conmigo, suena por abajo. Él me dijo que habíamos hecho algo muy chulo y muy raro a la vez, estoy de acuerdo. Luego para hacer el videoclip también fue maravilloso. La productora, Mercurio Retro, fue la que me impulsó a hacerlo; porque, en la pandemia, les ayudé a arreglar el techo que se había roto de La Carpa de las Estrellas (escuela de circo), junto a más artistas hicimos un crowdfunding y conseguimos el objetivo. Se me ocurrió grabar el videoclip en ese mismo lugar. Primero, ensayamos mis piruetas, que me encantan. Luego, Javi decía que quería ponerse una túnica negra, para ser el chamán del bosque; y le dije pues tú vas a serlo, claro que sí -entre risas-. Kase.O se ha convertido en un amigo para toda la vida.
En este tema se atreve usted también a rapear.
Hablando del rap, es un género musical con muchos estereotipos, se piensa que los raperos son gente inculta y agresiva, pero son todo lo contrario. ¡Ya quisiera yo tener esa cultura! Además, suelen ser tranquilos, tienen una calma y una paz que está con ellos. Convierten la poesía en calle, en lo que les da la gana. Los raperos suelen estar fuera de todos estos tipos de premios que se suelen dar, que si ondas, que si cadena tal, que si la cual… pero tenemos mucho que aprender del rap.
Presenta en la gran pantalla del Festival de Málaga su propio documental. Se titula Chambao. Veinte años en la música. ¿Cómo surgió esta idea?
Cada aniversario es bonito darle un regalo al público, hablar sobre qué ha pasado durante este tiempo. Entonces dije: “Si en el 10.º aniversario de Chambao hicimos un recopilatorio de canciones emblemáticas, ¿qué hago por los 20 años?”. Pues aunque no tenga discográfica, yo me lo guiso, yo me lo pago y yo me lo como. Este proyecto lleva hecho desde 2022, que es cuando Chambao cumplió 20 años, pero para que llegue al festival pasa tela de tiempo. Yo lo hice pensando que si no me lo compraba nadie, lo colgaría en mi canal de YouTube. Quería hacerlo sí o sí, porque si no hay un testimonio visual, queda todo en el olvido.
¿Qué aparece en este filme?
Grabamos en tres conciertos diferentes. Uno de ellos fue en la Plaza de Toros de Málaga, por el 20 aniversario de Chambao (2022); donde vino Vanesa Martín, Rosario Tremendita, Rancapino… Aparecen tres trocitos del concierto, con testimonios de los invitados. Todo este proyecto está hecho desde una mirada poética y muy personal. Cuento mis idas y venidas. Va dirigido a la gente que le gusta la música de Chambao, te hayas sumado ahora o en el año 2001.
Usted, que con su música alega por la paz y libertad, me gustaría conocer su opinión sobre que Israel participe en Eurovisión.
No soy muy seguidora de Eurovisión. Pero entiendo que por un lado esté la parte artística, porque es un concurso, y por el otro, que hayan protestas sobre esta participación. Están exterminando a Palestina.
No es muy fan de los concursos musicales.
Todo mi respeto y cariño, pero no soy muy de concursos. En lo único que he participado, fue como asesora de Rosario Flores en La Voz Kids. Me lo pasé muy bien, estuve un par de semanas allí grabando. Está guay, entretiene, pero eso no dicta tu vida. La vida es algo más que un concurso.