El cielo se tiñe de naranja: la calima 'ataca' de nuevo a Málaga dos años después de la 'gran ola de barro'

Hace dos años, Málaga quedó sepultada por una gran ola de barro. La calima que atacó a la ciudad entre el 14 y el 24 de marzo obligó al Ayuntamiento a poner en marcha un plan especial de limpieza que supuso un desembolso de casi 900.000 euros. Este jueves, coincidiendo con la efeméride, el cielo de la capital vuelve a teñirse de la naranja.

Según confirman desde el portal meteorológico Eltiempo.es, La DANA, que ya ha dejado chubascos y tormentas en muchas regiones de España y que se dirige a Canarias, ha venido acompañada de la presencia de calima, algo que podría derivar en "lluvias de barro", aunque las probabilidades de precipitación hasta el Lunes Santo son reducidas.

Apuntan que el viernes 22 de marzo será un día soleado, con nubes altas durante la primera mitad del día pero con un aumento de la nubosidad durante la tarde. Además, habrá calima. El viento será de Levante, pero al final del día podría rolar a Poniente, en general flojo entre los 15 y los 20 km/h. Las temperaturas máximas podrían alcanzar los 25ºC.

El sábado la situación será similar, sin riesgo de lluvias a día de hoy, con intervalos de nubes altas, calima y con temperaturas sin grandes cambios. El domingo podría amanecer con cielos casi despejados y a últimas horas del día, podrían aumentar la nubosidad.

"La DANA podría volver a reincorporarse a la circulación general a últimas horas del domingo, acercándose al sur peninsular y aumentando la inestabilidad. De esta manera, no se descartan chubascos que irían acompañados de barro a últimas horas del día. La calima sería más significativa el domingo", subraya la plataforma Eltiempo.es. 

El plan especial de limpieza

Los efectos que dejó la 'lluvia de sangre', tal y como fue catalogado por los expertos, obligaron a activar un plan especial dedicado a sanear todo el municipio y cuyo coste exacto fue de 878.000 euros. 

De esta suma, destacaron los casi 540.000 euros destinados a pagar el refuerzo del personal dedicado a la limpieza de la calima, ya sea mediante nuevas contrataciones o mediante la ampliación de los turnos del personal fijo.