La reina emérita doña Sofía ha pasado unos días en Málaga con motivo de la Semana Santa. Si bien esta mañana ha presidido el clásico desembarco de la Legión Española y el traslado del Cristo de la Buena Muerte y Ánimas, actos programados por la Congregación de Mena, al mediodía de este Jueves Santo, doña Sofía eligió una barriada humilde y trabajadora como es Huelin para almorzar. Concretamente, ha comido en el chiringuito Rocamar, un local que ya había en una anterior ocasión y que es uno de sus favoritos en la ciudad.
Desde el restaurante se muestran orgullosos por volver a ser elegidos por doña Sofía. Así lo han confirmado a través de su perfil de Instagram, donde aseguran que Sofía ha degustado varios platos que le "encantan", haciendo mención especial a sus espetos de sardinas. Además, le ha dado la enhorabuena al espetero del negocio en primera persona. "Eternamente agradecidos y encantados de que nos haya vuelto a elegir, qué viva doña Sofía", han escrito.
La anécdota
Álvaro, un joven malagueño, estaba celebrando con su familia el cumpleaños de su padre en el local. Siempre suelen comer en el chiringuito Rocamar. Durante el almuerzo, se dieron cuenta que justo en la mesa que estaba detrás de la de ellos se encontraba la reina émerita doña Sofía. No daban crédito.
Luego se dieron cuenta de la presencia de los guardaespaldas de la reina. Como son clientes habituales, creen que los pusieron junto a ella porque sabían que no iban a montar ningún escándalo.
En un momento de la comida, los camareros trajeron la tarta del cumpleañero, Pepe. 62 años cumplía este 28 de marzo. Lo que menos se esperaba es que iba a recibir la felicitación de la reina emérita que, curiosa, cuando se iba a marchar, no dudó en acudir a su mesa para preguntar quién cumplía años y darle su felicitación en primera persona.
"Nos quedamos un poco en shock. Se acercó a la mesa, nos preguntó quién cumplía y le dijo felicidades a mi padre. Entonces ya pues nos hicimos una foto con ella y demás, que la verdad fue muy amable, y mi padre pues la verdad que muy contento y muy entusiasmado de que la reina hubiese sido tan cercana y la hubiese felicitado en su sesenta y dos cumpleaños. Ha sido un momento muy emocionante para todos", cuenta Álvaro a EL ESPAÑOL de Málaga.
La reina se mostró muy divertida e incluso jugueteó con un perro que se encontraba en la terraza del restaurante, Cairo, y se sacó una fotografía con él, por cierto, tras la petición de su dueño. Su paso por Málaga deja entrever la sencillez que desprende doña Sofía, quien, sin duda, ha aprovechado al máximo estos días en la capital de la Costa del Sol en compañía de su hermana Irene.
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