Oportunidad para el tren de la Costa del Sol: una sociedad privada con grandes fondos se interesa por su viabilidad
Ly Cahero, nacida de la unión de Cahero Family Office y Ly Holding Capital, muestra su deseo de desarrollar proyectos de "impacto" en Andalucía.
25 mayo, 2024 05:00Noticias relacionadas
Tras años y años de sinsabores en torno al tren de la Costa del Sol, alimentados en los últimos tiempos por la negativa del Gobierno central a tan siquiera estudiar su viabilidad, puede abrirse una puerta a la esperanza. Y lo hace de la mano de la tantas veces citada y no siempre explorada vía de colaboración público-privada.
Esta fórmula entra en una nueva dimensión en la provincia de Málaga y Andalucía tras la irrupción de Ly Cahero, la alianza nacida de la unión de Cahero Family Office y la malagueña Ly Holding Capital. Una herramienta empresarial que, según aseguran sus promotores, cuenta con un potencial económico de hasta 30.000 millones de dólares para afrontar inversiones "de impacto" en la comunidad andaluza.
Y estas son palabras mayores para explorar proyectos largamente demandados, como el tren litoral a Marbella o el Auditorio de la Música. De facto, los responsables de la nueva entidad, Curro Rodríguez y Alfonso Cahero, confirman a EL ESPAÑOL de Málaga que si bien aún no se han concretado operaciones, ambas actuaciones tienen el perfil adecuado para ser objeto de análisis y, llegado el caso, de participación económica.
La decisión final, en cualquier caso, tendrá que ir de la mano de la viabilidad de las operaciones, esencial para determinar el impacto cierto de las mismas, y de la aceptación de las Administraciones públicas responsables de estas operaciones. Justamente, en los próximos días y semanas está prevista la puesta en marcha de reuniones con, entre otros, representantes del Ayuntamiento de Málaga y de la Junta de Andalucía.
De todos los potenciales desarrollos, el que cobra especial protagonismo es el de la conexión ferroviaria con Marbella, en una primera etapa, y Estepona, en una segunda. La posibilidad de que la misma sea objeto de un marco de colaboración con entidades privadas no es nueva. De hecho, en los orígenes mismos del proyecto se llegó a plantear esta opción para poder afrontar una inversión que se ha llegado a estimar en unos 4.500 millones de euros.
Alfonso Cahero admite esta infraestructura, junto al Auditorio, por ejemplo, es una de las actuaciones "válidas para ser analizadas más que para ser ejecutadas, porque para hacerlo realidad tiene que tener factibilidad", una idea que es secundada por Curro Rodríguez.
El malagueño pone sobre la mesa otra iniciativa a modo de ejemplo que podría cumplir los parámetros de colaboración iniciales: la conexión Algeciras-Bobadilla. "Uno de los problemas que tenemos ahora mismo es que en Europa no tenemos conexión ferroviaria para mercancías; la gente no se da cuenta de la importancia que tiene eso y lo que supone en costes", explica, señalando que a su firma le sale más barato transportar a Brasil, a Japón, a India o a China que a Galicia.
"Esa conexión es una infraestructura necesaria, rentable y que redundará positivamente en el consumidor", apostilla, al tiempo que introduce como otro de los potenciales escenario de conversación el de la vivienda y las evidentes dificultades a las que se enfrentan los jóvenes.
Más allá de lo elevado de los precios actuales del mercado, uno de los principales escollos es el dinero que tienen que tener ahorrado para poder acceder a la misma. "Una pareja hoy en día no es capaz de ahorrar 40.000 o 50.000 y no puede acceder a la vivienda. ¿Se puede arreglar? Claro", señala, apuntando la existencia de fórmulas para allanar el camino, entre las que menciona alguna ya explorada por el Ayuntamiento de la ciudad, como la puesta a disposición de los suelos para la construcción de pisos asequibles.
La sostenibilidad, clave
Una de las variables a las que otorga especial trascendencia Ly Cahero es el de la sostenibilidad. De hecho, se asume el rechazo de aquellas iniciativas que por más que sean interesantes desde el punto de vista económico y social, no respondan de manera favorable en materia de sostenibilidad.
Para constatar esta posición, Alfonso Cahero, nacido en México, recuerda que ha tenido la oportunidad de participar en el Tren Maya y ha renunciado a ello por su impacto sobre el territorio. "Nuestro motivador no es el dinero; ya tenemos capital para hacer cosas buenas y es lo que queremos", remarca.
"Pensamos que el dinero es una consecuencia, no es la prioridad", defiende Alfonso, convencido de que cuando actúas buscando "impacto social y bienestar, el dinero viene de la mano". "Es como el cuerpo humano, que no puede funcionar solo con el cerebro mandando, también necesita el corazón", agrega.
La palabra "impacto" se repite de manera continua durante toda la conversación, constatando el deseo de ambos empresarios, ahora unidos, por analizar y estudiar en detalle su participación económica en operaciones de evidente relevancia para Andalucía. Puesta la semilla, queda que el proceso avance. El objetivo es que este mismo año puedan tener seleccionados varios proyectos para iniciar el camino