White Málaga, el mismo fondo israelí que en los últimos años viene copando buena parte de las nuevas promociones inmobiliarias del Centro histórico de Málaga, con la recuperación de edificios antiguos y su transformación en viviendas o apartamentos turísticos, va a pagar a la Junta de Andalucía algo más de 3,6 millones de euros (900.000 euros más del precio de licitación) por un edificio situado en la calle Ollerías.

La suya es con diferencia la mejor de las dos ofertas presentadas por este inmueble, que la Administración regional había incluido en la última gran enajenación de bienes inmuebles en la comunidad.

De acuerdo con los datos recogidos en la ficha técnica oficial, el bien objeto de compra tiene uso terciario y está compuesto por la unión de cuatro edificios que correspondían a casas con accesos comunes, siendo cada uno finca registral independiente. Fueron construidos en el año 1950 y constan de planta baja más dos plantas y castilletes.

La superficie registral es de 782 metros y la construida, según Catastro, de 1.837 metros. En el plano urbanístico destaca que se trata de un suelo urbano consolidado en el que se autoriza uso residencial y terciario.

El éxito de esta enajenación contrasta con la ausencia de ofertas para la compra del segundo de los edificios localizado en Málaga capital e incluido en el cuarto procedimiento de subasta de inmuebles. 

En ese caso se trata de un local de oficina en la calle Compositor Lehmberg Ruiz, con plaza de aparcamiento. Atendiendo a los detalles recogidos en el pliego de condiciones que rige este procedimiento de enajenación, el precio de partida de la oficina de Lehmberg Ruiz es de 3.258.561 euros,

A tenor de los datos manejados por la propia Consejería de Economía, la conclusión de la subasta de bienes, con 14 activos iniciales, no ha sido del todo la esperada. Frente a una previsión de ingreso de 21,5 millones de euros, la cifra finalmente obtenida está próxima a los 7 millones. Bien es cierto, que esta cuantía supera en 1,5 millones el precio de salida de los edificios enajenados.

Los lotes vendidos en primera subasta son el de los locales de la avenida de Madrid, número 5, de Granada; el edificio de la calle Ollerías de Málaga; la nave industrial de la avenida de Calzas Anchas en Utrera (Sevilla); la Finca la Cabaña de La Rinconada (Sevilla). y la Finca Los Labrados de Aznalcázar (Sevilla).

Por su parte, hay varios adjudicados en segunda subasta. Los dos están ubicados en Huelva, como son el edificio de la calle Rico número 35, sin uso administrativo desde hace casi 20 años, adjudicado por 213.000 euros (unos 5.000 euros más del mínimo establecido para la segunda subasta), y el de la calle Alfonso XII, 34, en unos 533.000 euros, que era el precio que se había fijado para la segunda subasta.

La intención de la Dirección General de Patrimonio es la de intentar vender nuevamente los lotes que han quedado desiertos, incorporándolos a un nuevo procedimiento de subasta o bien mediante enajenación directa.

La venta, mediante subasta o enajenación directa, de patrimonio público sin uso es uno de los objetivos marcados por el Gobierno andaluz. Al mismo tiempo que se generan ingresos para las arcas públicas se reducen los costes de mantenimiento que tienen esos inmuebles. Desde 2019, la Junta ha generado ingresos por casi 130 millones de euros por la venta de estos inmuebles, ya sea a través de subasta o mediante alguna fórmula de enajenación directa. La venta de este patrimonio, además, ha supuesto un ahorro anual de alrededor de un millón de euros.

La consejera de Economía, Hacienda y Fondos Europeos, Carolina España, ha celebrado el resultado de la subasta y ha destacado que "no sólo la Junta está transformando en ingresos y ahorro un patrimonio abandonado, sino que se está facilitando que las ciudades y los pueblos de Andalucía recuperen el uso de estos inmuebles".

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