Casi ocho años después de que se diesen los primeros pasos para ajustar a deportivo el uso principal de una extensión de 122.000 metros cuadrados de suelo, el Ayuntamiento de Cártama ya tiene vía libre para seguir avanzando en una operación urbanística que persigue dotar al municipio de un gran circuito de motocross.
Y ello es posible después de que entre en vigor la innovación del Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) de la localidad, haciendo factible el desarrollo final de una iniciativa que, todo sea dicho, tiene aún por delante un largo camino. La intención del Consistorio, según confirma el alcalde, Jorge Gallardo, es la de impulsar más adelante una licitación pública para que un promotor privado se encargue de materializar este equipamiento deportivo.
El objeto de la innovación es hacer que los terrenos, situados en el Bosquete de Aljaima, pasen a ser suelos no urbanizables de carácter natural o rural, lo que abre la puerta a su explotación con carácter deportivo. Con este movimiento, Cártama quiere maximizar el potencial de una actividad que "de forma puntual y esporádica" ya se desarrolla en este espacio.
"Pese a no tratarse de una actividad sostenida en el tiempo, se ha constatado que existe un alto interés por la consolidación de un espacio donde esta actividad pueda llevarse a cabo de forma regular y con todas las garantías legales para ello", se indica a modo de justificación.
La posición de las parcelas, distantes de los núcleos habitados y la orografía en pendiente del terreno, lo hace particularmente adecuado para este tipo de actividad, en detrimento de los deportes de pista (fútbol, baloncesto, etc.) o actividades acuáticas.
Superado el trámite de la innovación urbanística, el desarrollo de este proyecto requiere de un plan especial en el que se definan los usos a implantar y el tratamiento que habrá de darse al ámbito. En cualquier caso, el planeamiento ya advierte de que todos los usos que se materialicen en el espacio estarán vinculados a la actividad principal del motocross. Subrayándose la prohibición de cualquier uso residencial.
A modo de usos complementarios sí se abre la puerta a un espacio de cafetería-restaurante, con una superficie construida máxima de 200 metros cuadrados; la posibilidad de implementar un espacio para la venta de artículos relacionados con las prácticas deportivas, con un máximo de 200 metros. También se autoriza la instalación de aularios para el aprendizaje de las prácticas deportivas que se llevan a cabo en las instalaciones, con un máximo de 250 metros. Otro uso autorizado es el administrativo, destinado a oficinas para la gestión de los servicios del circuito. En su caso, la superficie construida máxima no superará los 100 metros.