Hace unos días algunos vecinos de Coín, Alozaina y Casarabonela se despertaron y observaron que sus campos estaban repletos de langostas, saltamontes y grillos. Los vecinos llevan unas dos semanas haciendo frente a esta plaga de bichos que no hacen más que volver a salir por mucho que los quiten. “Se han comido hasta el hueso de la fruta”, aseguran afectados por la proliferación de estos insectos.
“Tengo 72 años, me he criado en el campo y no he visto algo así en mi vida”, asegura Salvador Martín, agricultor de Coín, a EL ESPAÑOL de Málaga. Con unas 17 hectáreas de cultivos, este trabajador del campo explica que se han comido “hasta el hueso de la fruta” que tenían sembrada.
Tras un invierno y una primavera, donde las lluvias han brillado por su ausencia, Martín sostiene que había plantado tomates, melones, limones y sandías para su casa y “los bichos no han dejado nada”. Además, añade que “los insectos han arrasado por donde han pasado”, incluso se han comido hasta las adelfas que tenía sembradas.
Martín cuenta que un día hace unas dos semanas se levantó y se encontró todo su campo lleno de chicharras. Unos días más tarde, estas desaparecieron y llegaron los saltamontes. “Son una banda”, explica.
En este punto, remarca que la Junta de Andalucía ha estado por allí, han observado la situación, pero sostiene que les han explicado que hasta septiembre no pueden hacer nada. “Vendrán a matar los huevos, pero no se pueden usar pesticidas porque hay animales. Tenemos vecinos con ovejas y si se utilizaran, los animales morirían”, apunta.
“Los agricultores están tratando ellos por su cuenta, pero al ser una plaga tan importante, matan una parte de la plaga y a los tres días hay más”, asegura Juan Carlos Rebollo, gerente de una tienda de suministros agrícolas en Coín.
Desde que empezaron a aparecer estos insectos acuden a la tienda diferentes agricultores preocupados porque no saben qué hacer. “No son capaces de controlar la plaga de langostas y me cuentan que van andando por el campo y no ven ni la tierra”, explica Rebollo.
Asimismo, hace hincapié en que se están comiendo olivos, plantaciones de melones y de ciruelas, “prácticamente toda la fruta que ven, es impresionante”.
Los insectos están repartidos en más de 400 hectáreas
Estos insectos ortópteros se han extendido en un área de 409,57 hectáreas, según informó Asaja Málaga. Cabe señalar que esta infestación ha afectado tanto zonas agrícolas como áreas naturales de la región.
La presencia de estos insectos podría llegar a tener un impacto considerable en la agricultura local. Por ello, la Consejería de Agricultura solicitó a los propietarios de los cultivos que se encuentran en Coín, Alozaina y Casarabonela y se han visto afectados, que avisen de cualquier avistamiento.
Según el Gobierno andaluz, la situación producida en Coín, Alozaina y Casarabonela en relación con el incremento de insectos ortópteros podría venir motivada por una cuestión pluviométrica, es decir, ha coincidido la época de lluvia concentrada en la primavera con en el momento de la salida de la diapausa de estos insectos. Por lo que, el resultado es que el nivel de ejemplares ha sido superior a lo habitual.
En este momento, consideran que "carece de sentido" implementar medidas de control con insecticidas, ya que no son eficaces contra los insectos adultos, que suelen mostrar resistencia a estos tratamientos por la presencia debuta fuerte coraza de quitina.