Hay datos de tal contundencia que permiten resumir sin muchas explicaciones el escenario demográfico de un territorio. Málaga, como ocurre en el resto del mapa español, el envejecimiento de la población es un hecho incuestionable, que se viene manifestando desde hace años y que se va a agravar en los próximos 15 años.
La proyección demográfica del Instituto Nacional de Estadística (INE) concluye que en 2039 (a 15 años vista), la provincia tendrá casi 1.100 vecinos con 100 (252 hombres y 843 mujeres) o más años (solo un año antes, en 2038 se habrá superado por vez primera el millar de estos habitantes). Nunca antes este valor había sido tan elevado. Este extremo de la pirámide demográfica va a pasar de 300 representantes en la actualidad a 783 en 2034, lo que supone un incremento del 161%, y 1.095 en 2039, un 265% más.
El matiz es que no se trata de algo puntual, sino que afecta de manera clara a toda la franja de edad que pasa de los 65 años. Tomando como referencia este punto de partida, en la actualidad hay 329.077 residentes, la mayoría de ellos con entre 70 y 79 años (147.909).
En diez años, si se cumplen las previsiones del organismo estatal, habrá habitando la provincia 482.071 ciudadanos de 65 años hacia arriba. Esto supone un 46,5% más. ¿Y qué ocurrirá en 15 años? En 2039, serán 556.036 vecinos, lo que supone una variación al alza del 69%.
El crecimiento constante de individuos en los tramos de edad más longevos contrasta con el ritmo de nacimientos, lo que colabora a un envejecimiento sin freno de quienes residen en la provincia. En este sentido, es de valorar que mientras que las personas de más de 65 años representan ahora el 18,6% de los 1.771.221 habitantes de Málaga; en 2034 este porcentaje será del 23,2%, y de casi el 26% en 2039.
Estos cambios demográficos suponen un reto para países como España, donde los servicios sociales son uno de los pilares básicos del Estado del Bienestar. Y, por ende, para la provincia, que habrá de desarrollar los equipamientos necesarios para atender a una población cada vez más mayor.
Algo que no se antoja sencillo ni barato. Porque uno de los pilares de esta atención pasa por incrementar sustancialmente la actual oferta de plazas en residencias de mayores. Hasta el año 2020, en la provincia había 7.512 plazas disponibles en residencias de mayores, el 84% de ellas privadas. De hecho, son muchas las empresas y fondos de inversión que han puesto sus ojos en el desarrollo de operaciones residenciales con los mayores como protagonistas.
La lectura que puede hacerse de los niveles de edad más bajos es completamente distinta. De hecho, entre los 0 y 10 años, según la información del INE, se observa una caída de población prevista para esta década. Si en la actualidad hay registradas 169.173 personas, para 2034 se esperan 165.730 niños. La tendencia a la baja se romperá para el lustro siguiente, ya que en 2039 se prevén 173.050 residentes en Málaga con entre 0 y 10 años.