El bronceado dorado y la búsqueda de la juventud eterna se han convertido en el protagonista del verano para muchas personas que buscan lucir más atractivos después de exponerse al sol. ¿El problema? Que tiene su lado positivo y su lado negativo que se trata de un enemigo silencioso que se infiltra en la vida de muchos si no se protegen y se hacen revisiones: el cáncer de piel.
En la provincia de Málaga se pueden llegar a detectar 5.000 casos de cáncer de piel tan solo en los hospitales públicos, aunque se estima que probablemente sean más, según Magdalena Magdalena de Troya Martín, jefa del Servicio de Dermatología del Hospital Universitario Costa del Sol y directora del proyecto Soludable.
Lo que comenzó en los años 60 impulsado por diferentes iconos de la moda como Coco Chanel, ha terminado por aumentar la incidencia de una enfermedad que afecta a millones de personas.
En este sentido, la experta asegura que este incremento lleva produciéndose desde los años 60 cuando "se pone de moda el bronceado mientras que en épocas anteriores el estar moreno la sociedad lo veía mal y era un distintivo de la clase social baja”, remarca.
A partir de entonces el estar moreno se convirtió en un símbolo de estatus cuando “el bronceado en realidad es un deterioro importante de la calidad de la piel y es un envejecimiento acelerado de la misma”.
En los últimos años, según De Troya, el cáncer de piel ha captado la atención mundial debido a que incidencia no ha parado de crecer. El cáncer de piel más conocido es el melanoma que solo es el responsable del 5% de los casos. Eso sí, su baja incidencia, no significa que sea menos mortal porque su tasa de muerte es del 80%.
Tipos de cáncer de piel
De igual forma, también existen otros tipos de cáncer de piel: el carcinoma basocelular y el carcinoma espinocelular. La experta del Hospital Costa del Sol explica que el primero de estos dos es de crecimiento lento y se localiza en zonas expuestas al sol, como la cara y los brazos. En cambio, el espinocelular, pese a encontrarse en zonas similares, puede ser algo más invasivo, pero no tan mortal como el melanoma.
El problema de estos dos tipos de cánceres es que, pese a ser menos propensos de crear metástasis, pueden afectar a la calidad de vida de las personas. De Troya remarca que suelen manifestarse como lesiones que pueden parecer verrugas sangrantes y, si se extirpan quirúrgicamente, dejan cicatrices notables y potencialmente desfigurantes en áreas visibles como la nariz, los párpados y las orejas.
“Generan cicatrices con alteraciones o disfunciones, ya que en ocasiones obstruye la nariz. No solo son poco estéticas sus cicatrices, sino que generan trastornos funcionales en zonas muy visibles”, explica.
A estas secuelas se les debe añadir que los carcinomas suelen ser recurrentes. Esto quiere decir que una persona que lo ha padecido tiene un 40% de probabilidad de desarrollar otro en los siguientes tres años. “La piel afectada por el sol tiene memoria” lo que provoca que las cicatrices y las secuelas estéticas puedan multiplicarse, mermando en “la autoestima y la vida social de las personas”.
Detección precoz
Esta enfermedad suele presentar síntomas diferentes. De Troya apunta que para tener un diagnóstico fácil es crucial seguir la regla ABCDE: asimetría en los lunares; bordes irregulares; color variado; diámetro mayor de seis milímetros; evolución de la apariencia del lunar.
Además, también considera que se debe tener en cuenta que el melanoma puede presentarse como un “patito feo”, es decir, un lunar con un aspecto diferente, manchas rojizas, rasposas que pueden aparecer en el rostro y en zonas expuestas al sol.
En cuanto a la edad, pueden verse afectados tanto jóvenes como adultos o personas mayores. El melanoma es más frecuente en jóvenes. En cambio, el carcinoma basocelular aparece en adultos con unos 50 años y el carcinoma espinocelular lo hace en aquellos que tienen entre 60-65 años.
Por todo ello, la jefa de Dermatología del Costa del Sol hace hincapié en que es crucial la detección precoz. Hacerse autoexámenes regulares “de cinco minutos” o ir a un dermatólogo al observar algún cambio en la piel. De igual forma, recomienda no tomar el sol entre las 11.00 y las 17.00 horas, ya que es el horario con mayor radiación.
Asimismo, considera que se debe utilizar un buen protector solar, además de ropa protectora, evitar camas de bronceado y también portar un gorro con alas para proteger la cara de la radiación ultravioleta.
Proyecto Soludable
Para concienciar a la población y hacer ver a la sociedad de que deben protegerse y hacerse revisiones de sus pieles para evitar el cáncer de piel, en 2009 se creó en el Hospital Costa del Sol de Málaga el proyecto Soludable. Desde entonces trabajan por lograr una exposición solar segura y conseguir educar a la población de todos los sectores y de todas las edades.
Así, el proyecto opera en seis áreas clave: educación en escuelas, protección en lugares de trabajo, turismo, deportes, espacios sanitarios para detección precoz y promoción de la alimentación mediterránea rica en antioxidantes.
También utiliza diversas estrategias de acción, como la creación de materiales informativos adaptados a diferentes audiencias y la capacitación de profesionales mediante cursos presenciales y online.
Esta iniciativa la forman 90 profesionales y es líder nacional en la prevención del cáncer de piel, según De Troya. Para seguir creciendo se han marcado el objetivo de ser un referente a nivel mundial en la promoción de hábitos saludables relacionados con la exposición solar y la prevención del cáncer de piel.