El cambio climático, la presión pesquera, el cambio de caudal en el ciclo, la contaminación química, las medusas y la presencia de microplásticos están haciendo de las suyas en el mar Mediterráneo y en las especies que hay en estas aguas. Entre ellas está la sardina que ha hecho saltar las alarmas porque cada vez hay más alachas africanas y menos sardinas. Ante esta situación, ¿correrán peligro los espetos este verano?
Diferentes pescadores al salir a faenar se han percatado de que sus redes están repletas de alachas, en vez de sardinas. Ante esta situación, José Carlos Báez, investigador del Centro Oceanográfico de Málaga adscrito al Instituto Español Oceanográfico (IEO-CSIC) sostiene que no hay que alarmarse porque esta situación es más habitual de lo que podría llegar a pensar la sociedad. “Estamos ante un cambio de ciclo de caudal más”, señala.
Cierto es que al mismo tiempo se está produciendo un “punto de inflexión” en el cambio climático, por ello explica que ambos procesos hacen que la temperatura de la superficie global varíe. Esto repercute, no solo en los mares, sino también en los patrones de lluvia y en otras cuestiones meteorológicas del día a día.
Esto quiere decir que los años de sequía, son ciclos y patrones climáticos habituales y el cambio climático lo que está haciendo es que “los ciclos sean cada vez más perceptibles y más extremos”. Por ello, sostiene que se debe incidir en que la sociedad deje de pensar en “fenómenos proporcionales”.
Los espetos no desaparecerán
En cuanto a la sardina, sostiene que “los peces son muy susceptibles a los cambios en los ecosistemas en el medio” y además, esos cambios favorecen más a unos que a otros. En este sentido, hace hincapié en que los cambios “sutiles” a medio o largo plazo “son muy perceptibles en la dinámica de las poblaciones y más cuando una de ellas, como el caso de las sardinas, está sometida a una fuerte presión pesquera”.
“La llegada de la alacha es algo que siempre ha pasado, lo que está sucediendo es que se está notando más”, apunta. Eso sí, los espetos no van a desaparecer, pero sí que puede que sea “un año malo de sardina”, según Báez.
Sin embargo, se desconoce cuánto tiempo se producirá esta situación en las costas del Mediterráneo y tampoco saben lo que va a suceder en los próximos años. “Puede que cambie por la propia dinámica de las pesquerías de que se deriven más que otros animales o que la especia se vaya o se mueva y de repente no tengan esa presión”, asegura.
Por lo que, prevé que este podría ser un “año malo” para la sardina. Por tanto, los pesqueros “tendrán que acostumbrarse a la alacha y a reducirla”. Además, intuye que probablemente el precio de la sardina se va a “poner por las nubes”.
Por otro lado, Báez señala que esto no sucede solo con la sardina y la alacha, ya que en el medio pelágico también están las medusas que “pueden competir con la sardina, tanto por la alimentación porque se alimentan de los mismos plancton, sino que además las larvas de la sardina se las puede comer la medusa”.
De igual forma, también explica que las gambas están en aguas más cerca del fondo con estratos distintos a los que la sardina y la alacha tienen en sus aguas superficiales, pero también se ven afectados por los mismos fenómenos que el resto de especies.
Alertas por toda España
Esta situación se está produciendo tanto en el Mediterráneo como en el Atlántico y como muestran diferentes estudios, entre el que está realizando el Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC) que recoge los cambios en la distribución de 246 especies marinas del litoral peninsular. Así, en sus conclusiones destacan que son evidentes los cambios que está provocando el cambio climático en el reparto de los peces y el número de estos por los mares.