Este es uno de los acuerdos nacidos del encuentro protagonizado este miércoles por el secretario de Estado de Movilidad, José Antonio Santano, la consejera de Fomento de la Junta de Andalucía, Rocío Díaz; el presidente de la Diputación, Francisco Salado, y los representantes de 18 localidades. No es el único avance planteado en materia de movilidad. El otro pasa por analizar la aplicación de bonificaciones a estudiantes y trabajadores, entre otros colectivos, que circulan de manera recurrente por la autopista de peaje (AP-7).

Siendo relevante el paso al frente comprometido por el alto dirigente estatal, no puede obviarse el hecho de que con ello el también llamado tren litoral vuelve a la casilla de salida. Y ello 24 años después de que por vez primera, con Manuel Chaves como presidente del Gobierno andaluz, se pusiese sobre la mesa la idea de conectar por ferrocarril todo el litoral de la provincia, desde Nerja hasta Estepona.

La hoja de ruta trazada en el cónclave institucional, de un valor simbólico más que evidente, incluye, como primer paso, la elaboración con carácter inmediato de un estudio de viabilidad por parte de los técnicos estatales.

Ese será el marco en el que, en coordinación con los ayuntamientos, se defina el tipo de tren que se quiere para la franja occidental de la Costa del Sol (ya se verá si también para la oriental). Ello implica optar por exclusivamente una prolongación del Cercanías que ahora llega hasta Fuengirola o por un sistema que haga factible la llegada de la Alta Velocidad hasta Marbella.

Atendiendo a los detalles aportados, la intención es que ese trabajo esté concluido para finales de año, de manera que a principios de 2025, "con datos en la mano", se pueda celebrar un nuevo encuentro institucional. 

El mencionado trabajo de viabilidad será el elemento previo a la licitación por parte de Transportes de la redacción de un estudio informativo. La idea es que el procedimiento de contratación vea la luz en los primeros meses del nuevo año.

Este es el esquema indispensable para armar el futuro esqueleto del ferrocarril costero, claramente condicionado por la necesidad de empezar de la nada. Debido a la obsolescencia de todos los trabajos técnicos elaborados hasta la fecha, es obligado arrancar desde la casilla de salida con la redacción y contratación de todos los documentos. 

Por eso nadie puede esperar que, de tener continuidad el clima de acuerdo con el que se ha celebrado la reunión, el tren litoral será una realidad en el corto o medio plazo. De confirmarse la disposición de todas las partes, pasarán muchos años antes de que se haga realidad el suelo del eje ferroviario de la Costa  del Sol.

Sólo la redacción del mencionado estudio informativo, según varios expertos consultados por EL ESPAÑOL de Málaga, requerirá 2 o 3 años. Un apunte temporal que, en el mejor de los casos, nos llevaría a 2027. Desde ese momento, siempre que el estudio cuente con todos los parabienes, el promotor deberá activar la fase de licitación, redacción y aprobación de los diferentes proyectos constructivos (dada la gran cantidad de kilómetros de todo el recorrido, lo normal es que se divida en diferentes fases), con varios años más de tramitación.

¿Qué tipo de tren se demanda?

La respuesta a esta pregunta es una de las claves que han de resolver la labor de coordinación anunciada por Santano con los ayuntamientos que sufren desde hace años la ausencia del ferrocarril.

La posición que parece ganar más adeptos en los últimos tiempos, incluyendo, por ejemplo al alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, no pasa por una extensión sin más de la actual línea de Cercanías. Muestra de ello es el trabajo elaborado meses atrás por la consultora ARCS en el que se dibuja una línea de 47 kilómetros que permitiría llegar desde el aeropuerto de la Costa del Sol hasta Marbella en unos 22 minutos.

Esta solución, que fue remitida al Ministerio de Transportes, tendría un coste de entre 2.500 y 2.700 millones de euros (sin IVA), disponiendo de una demanda potencial anual de entre 34 y 46 millones de viajeros. El trazado incorporaría estaciones en Aeropuerto, Torremolinos, Benalmádena, Fuengirola, Las Lagunas, Mijas La Cala, Las Chapas, Hospital Costa del Sol y Marbella. Según el estudio, que cuenta con la aportación de Analistas Económicos, su puesta en marcha podría generar un ahorro de 600 millones de euros.