La ambiciosa y estratégica apuesta del Puerto de Málaga por ampliar sus superficies de mercancías con la construcción de un nuevo muelle alcanza un hito relevante después de que el Ministerio de Transición Ecológica haya avalado la operación y descarte la necesidad de que la misma sea sometida a un procedimiento de evaluación ambiental ordinaria. Y ello después de haber comprobado que con el desarrollo del proyecto de Prolongación del muelle 9 y relleno del muelle 8 para la creación de nueva explanada polivalente "no se prevén efectos adversos significativos sobre el medio ambiente".
El pronunciamiento del ministerio es clave para que la Autoridad Portuaria avance ya de manera decidida en la tramitación de una infraestructura clave en su futuro inmediato, dada la necesidad de incrementar su capacidad de almacenaje y mercancías.
Su ejecución, cuyo coste se estima en unos 45 millones de euros, permitirá al puerto adaptarse a la evolución de los tráficos en los últimos años, que ha hecho que en la actualidad, la práctica totalidad del suelo portuario se encuentre ocupado. Muestra de lo anterior es la zona de San Andrés donde, de acuerdo con el Plan Especial del Puerto de Málaga, hay una parcela de 31.354 metros cuadrados destinada al futuro auditorio de la ciudad y que en la actualidad está siendo utilizada como zona de almacenamiento cubierto.
En este escenario, desde hace años se viene trabajando en el cerramiento de la dársena pesquera y la creación del nuevo muelle 8, que consistiría en la construcción de una nueva alineación de muelle entre los muelles 7 y 9, estando su inicio en el final del muelle 9 en su parte norte y acabaría perpendicularmente en el muelle 7, con una longitud aproximada de unos 275 metros y un calado de unos 15 metros.
Con el relleno de esa área, se generaría, entre superficie emergida más la superficie actual de la zona colindante (21.000 metros), una superficie total superior a los 89.000 metros cuadrados, que se podría destinar al tráfico de graneles sólidos agroalimentarios o al tráfico de vehículos nuevos.
Tras analizar la compatibilidad con la alineación del Muelle 9 y la nueva flota de diseño, la asistencia técnica encargada del proyecto, ha recomendado pasar a una longitud de muelle de unos 360 metros y una superficie neta exclusivamente ganada al mar de unos 64.000 metros cuadrados.
La intervención que ha sido sometida al escrutinio del Gobierno desde el punto de vista medio ambiental incluye las obras necesarias para la prolongación del muelle 9 existente que dará lugar a la creación del futuro muelle 8, situado entre el muelle 7 y el 9, y la creación de una explanada polivalente mediante el relleno de la actual dársena pesquera.
Para la elección de la solución óptima, se han comparado los parámetros del calado máximo permitido para los buques, el volumen de dragado generado y el incremento de servicio generado respecto a la flota mundial de graneleros. De las diferentes alternativas analizadas, el Puerto opta por la número 1, que incluye el dragado de la dársena hasta la cota -15,60 metros, lo que permite admitir buques con un calado máximo de 13,5 metros.
El volumen total estimado de dragado de la dársena es de aproximadamente 200.000 metros cúbicos. Mediante esta actuación, se logra dar cabida al 91 % de los buques graneleros de la flota mundial con eslora máxima de 250 metros, incrementando un 30 % respecto a la situación actual.
Para afrontar esta importante infraestructura, se procederá a:
- Demolición de los espigones norte y sur de la dársena pesquera, así como de parte del dique de Poniente (el material obtenido puede utilizarse como relleno en la actual dársena pesquera).
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Retirada y desmantelamiento del espaldón del actual muelle-dique de Poniente y de parte de la escollera que integra el cierre norte de la actual explanada del Muelle 9 con el fin de regularizar y conectar las superficies de explanada.
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El dragado principal de la dársena situada frente al nuevo muelle, consiste en un dragado de profundización de la dársena portuaria hasta una cota de -15,60 m, para poder permitir el paso de buques hasta un calado máximo de 13,5 m.
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El material dragado será gestionado conjuntamente, transportándose hasta una de las dos zonas de vertido habitualmente empleadas por la Autoridad Portuaria de Málaga, situadas dentro de la zona II del puerto, en el extremo suroeste de la misma. El material, por sus características no se puede emplear en el relleno de la propia obra ni otras zonas portuarias, ni tampoco para regeneración de playas, por lo que se vierte en aguas costeras.
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Construcción de un nuevo muelle en prolongación del actual muelle M9, con una longitud de 86,45 metros y un calado de 16 metros; la construcción del nuevo muelle M8, con una longitud de 276,50 metros y un calado de 16,2 metros y la construcción de un tacón Roro, que se configura en la unión del nuevo muelle M8 con el actual muelle M7 con una longitud de 42,88 metros y un calado de 13 metros.
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Generación de nueva explanada trasdosada a los nuevos muelles. El relleno de la dársena pesquera se realizará con la aportación de material venido de un préstamo exterior, procedente de cantera priorizando las más cercanas. El relleno se colocará por vertido utilizando medios terrestres dentro de la dársena. El volumen total estimado para el relleno de la dársena es de aproximadamente 605.000 metros cúbicos.
En el plano del impacto ambiental, el documento elaborado por el ministerio señala que la principal afectación al cambio climático se deriva del incremento de emisiones asociado al incremento de capacidad de buques. Es por ello por lo que se analizan factores climáticos referidos a la estimación de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), realizando un estudio de la huella de carbono actual y de su evolución con el desarrollo de la infraestructura.
El cálculo se realiza a partir de las rutas de los buques y se calculan los consumos estimados de las diferentes fuentes de emisión. Según las estimaciones, a partir de 2025 comienza a apreciarse el incremento asociado al proyecto, siendo las emisiones del orden del doble con proyecto que sin proyecto, con valores de 17.600 t en 2030 con proyecto, frente a 8.800 sin proyecto, y 38.700 t con proyecto en 2055, frente a 19.300 t sin proyecto.