Hay palabras que, para desgracia de todos, empiezan a caer en el olvido, afectadas por el desuso y la pérdida de significado en un contexto económico y social como el actual. Es lo que está ocurriendo desde hace unos años con la palabra "emancipación". Lo que antaño era habitual para cientos de miles de jóvenes españoles, ahora se ha convertido en un imposible. 

¿Abandonar la casa de tus padres y vivir por cuenta propia? El reto es de tal envergadura que el porcentaje de afortunados que se lo pueden permitir es muy reducido. Y, los que dan el paso, lo hacen a duras penas. Los últimos datos publicados por el Observatorio de la Emancipación, correspondientes a finales de 2023, concluyen que más del 70% de los jóvenes que trabajan sigue viviendo con sus padres.

Esta es la principal conclusión dada a conocer por el Consejo de la Juventud de España, que ha precisado que la situación de la emancipación juvenil alcanza una tasa del 17%. Si bien es la mejor cifra desde mediados de 2020, está lejos de la que había antes de la pandemia (18,6%) y del pico que alcanzó en 2007 (el 26,1%).

El estudio, que periódicamente es actualizado, no recoge datos provinciales, lo que impide poner la lupa en los detalles precisos. Sin embargo, los parámetros económicos que se apuntan en el documento constata hasta qué punto la dificultad de los jóvenes malagueños es mayor que en la inmensa mayoría del territorio nacional.

En el caso de Andalucía, el Observatorio de la Emancipación indica que a finales del año pasado era la cuarta comunidad autónoma con menor tasa: sólo el 14,2 % de la población joven andaluza estaba emancipada. Un porcentaje similar al del segundo semestre de 2022, aunque 10 puntos por debajo de las cifras anteriores a la Gran Recesión de 2008.

Se apunta, igualmente, que el salario mediano de las personas jóvenes andaluzas era el tercero más bajo de las regiones españolas, tan solo por delante de Canarias y Extremadura; por el contrario, tiene la tasa de paro más alta de España entre personas jóvenes, con un 30,6 %.

"Con respecto a la adquisición de vivienda, una persona joven andaluza lo tenía extremadamente difícil para emanciparse en solitario, ya que el alquiler mediano joven en la comunidad era de 856 euros al mes y solo le quedarían 176,80 euros mensuales para pagar los suministros y cubrir sus necesidades", expone el informe. 

Los valores aquí reflejados están muy lejos de representar el escenario inmobiliario de la provincia de Málaga, donde el precio medio del alquiler alcanza los 1.168 euros. Conforme a esta realidad, el sueldo tipo de un joven malagueño tipo es del todo insuficiente para abonar la renta mensual de un piso. 

Y la realidad es que el problema, lejos de mejorar, se agrava mes tras mes. Así lo confirman los datos que periódicamente publican portales como Idealista, cuyos informes sobre el mercado inmobiliario en la provincia de Málaga elevan a 15,3 euros el precio del metro cuadrado de una vivienda en alquiler, un 11,6% por encima del año pasado. Esto hace que un piso de 70 metros cuadrados esté en el mercado por unos 1.071 euros, por encima incluso del sueldo medio.

Si esta misma fórmula la aplicados al mercado de compraventa, observamos que el metro cuadrado alcanza los 3.325 euros el metro, con lo que, sin incluir otros gastos de tramitación e impuestos, un piso de 70 metros cuadrados asciende a casi 233.000 euros.