La madrugada del pasado lunes un terremoto de 5,5 grados y 19 kilómetros de profundidad en aguas del Atlántico al sur de Lisboa (Portugal) ha sorprendido a diferentes municipios de Andalucía a las 6.15 horas. Málaga estaba entre ellas, lo que sí es cierto que se quedará en anécdota porque nada podrá compararse con lo que se vivió en Málaga en 1680 cuando se destruyeron casas y fallecieron decenas de personas.
En el registro de los terremotos más importantes de España por provincias del Instituto Geográfico Nacional se puede observar como el terremoto más fuerte que se ha vivido en Málaga se produjo el 9 de octubre de 1680 y fue de intensidad VIII-IX. Esto quiere decir que fue gravemente dañino y destructor, según la Escala Macrosísmica Europea. Lo que significa que cayeron objetos al suelo, muchos edificios sufrieron daños y era complicado mantenerse en pie.
Y así fue. Según los documentos disponibles en el Archivo Municipal del Ayuntamiento de Málaga, aquel día “los malagueños volvieron a contemplar con pavor como la fuerza de la naturaleza daba el golpe de gracia a una ciudad extenuada que enlazaba una catástrofe con otra sin tiempo ni tregua para su recuperación”.
Eran las 7.15 horas cuando se produjo el temblor que fue tal que explican que los edificios “parecían cañas combatidas de recios y encontrados vientos”. Asimismo, en los escritos del archivo remarcan que de “seis partes de casas” que había en la ciudad “cinco están asoladas e inhabitables y las demás desplomadas”.
Los malagueños tuvieron que dejar sus casas y se fueron a vivir a las huertas, a la playa y a los barcos varados. Además, remarcar que los daños se dieron, sobre todo, en Pizarra, Alhaurín de la Torre, Cómpeta, Alozaina, Álora, Coín, Alhaurín el Grande, Mijas y Benalmádena.
Se explica también que la Catedral fue el único edificio de la capital que no sufrió daño alguno, pero el número de infraestructuras afectadas era casi interminable. Además, sostienen que hubo un gran número de víctimas, cosa que propició una de las grandes consecuencias de este siniestro: muchos niños quedaron huérfanos y acabaron mendigando por las calles. Seísmos anteriores a este se conocen el de junio de 1581 y el de enero de 1494.
Desde el siglo XVII no ha vuelto a haber un terremoto similar en la provincia. Cierto es que sí se han registrado terremotos de intensidad IV y V, el más reciente el que se sintió el 26 de abril de 2018 de 4,5 a 12 kilómetros de profundidad. Llegó a sentirse en Cortes de la Frontera, Ronda, Jubrique, Algatocín, Marbella, Estepona y Málaga.
Últimos terremotos en Málaga
Por otro lado, el terremoto de la madrugada del pasado lunes de 5,5 no es el único que se ha sentido en Málaga en los últimos días. Un seísmo de magnitud 3,3 se registró al mediodía el pasado 24 de agosto, según el Instituto Geográfico Nacional.
El epicentro de este terremoto se dio a 23 kilómetros de Fuengirola en medio del mar. Fue de intensidad baja y pudo notarse en Benalmádena, Mijas y Torremolinos. Siendo este uno de los seísmos más fuertes que se han dado en la zona últimamente.