Imagen de archivo de un atasco.

Imagen de archivo de un atasco. iStock

Málaga

La odisea interminable: el atasco de la zona este de Málaga se agrava sin solución a la vista

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Ruth vive en la zona de Rincón de la Victoria. Es decir, en la parte oriental de la provincia de Málaga. Y todos los días tiene que coger el coche para ir a trabajar a Málaga. Hace un año, según relata a EL ESPAÑOL de Málaga, salía de casa sobre las 07:00 de la mañana. Lo hacía con los dedos cruzados, confiando en que ningún contratiempo en la autovía echase por tierra sus previsiones. Un año después, con los mismos dedos cruzados que entonces, tiene que salir 15 minutos antes, porque lejos de mejorar, la odisea a la que se enfrenta gana en intensidad.

Su historia es la de otros miles de malagueños que, procedentes de Rincón, Torre de Benagalbón, Vélez-Málaga, recorren a diario la carretera estatal que les debe llevar a sus puestos de trabajo. El problema es que esa arteria se ha convertido de manera ya habitual en un cuello de botella en las horas punta de la jornada.

Los datos objetivos constatan que la intensidad del tráfico en este tramo de la A-7 crece incluso por encima de la media nacional. Según datos dados a conocer por el PP hace unos días, el incremento anual es del 9% y, atendiendo a estadísticas del Ministerio de Transporte, por esos tramos en cuestión circulan del orden de 50.000 vehículos diarios.

Y eso es relevante si se toma en consideración que los propios informes estatales admiten que se trata de una infraestructura próxima al colapso. Pese a ello, lo cierto es que no ha sido hasta hace unos meses cuando el Gobierno ha tomado cartas en el asunto, adjudicando la redacción de un estudio de alternativas posibles para aliviar los problemas crecientes.

El movimiento del Gobierno se antoja tardío. El documento en el que quedarán plasmadas las acciones a desarrollar no se conocerá hasta finales de año o principios de 2025. Esa será la base sobre la que la Administración central tendrá que dar el siguiente paso en forma de compromisos, ya sea para ampliar la carretera actual o para plantear una nueva ronda.

La situación, a peor

Durante el último año, según Ruth, la situación "ha empeorado". "Estoy saliendo de mi casa hora y cuarto antes para llegar con cierto margen a mi puesto de trabajo", explica. Con ese tiempo, de inicio, cumple con el objetivo, siempre que "no suceda nada fuera de lo normal, como un choque de vehículos, que es muy frecuente dado el volumen de tráfico y el nerviosismo de las personas por llegar tarde". 

"Si eso sucede, no llegaré a tiempo a trabajar", precisa, remarcando el hecho de que es profesora, con el impacto que ello tiene para sus alumnos. "Esto repercute en la salud, ya que aumenta mi estrés y dificulta la conciliación familiar; saliendo a esas horas no hay un aula matinal donde poder dejar a los hijos".

Su historia no es única. A Pablo le ocurre algo parecido. Reside en Rincón de la Victoria y trabaja en el polígono industrial San Luis, en Málaga capital. Se trata de un viaje que en condiciones normales podría necesita de unos 20 minutos. "Entro a las 08:00 horas y para que no me pille el toro tengo que salir a las 7:00. Si me retraso y salgo a las 7:15, no llego en hora", explica. 

Pablo se topa a diario con bastante tráfico, aunque sin llegar a la caravana. Pese a ello, suele alcanzar el destino sobre las 7:30 o las 7:40. "Si no lo hiciese así, llegaría a las 8:15-8:30", comenta. Los problemas de la ida se repiten a la vuelta, con alta densidad en el falso túnel de Carlos de Haya y en el tramo que se extiende desde El Palo hasta la Cala del Moral. 

"El problema va empeorando con el paso del tiempo; cada vez viven más personas en la zona oriental de Málaga por los precios tan altos que hay en la capital", afirma. Cuando se le pregunta por las posibles soluciones, apunta a la construcción de una nueva circunvalación con la que liberar de tráfico la autovía actual.

El caso de Eduardo es algo diferente. No tiene obligación de ir todos los días a Málaga. Lo hace un par de veces a la semana. En lo que sí coincide con sus compañeros de odisea es que ha tenido que modificar sus horarios "para no perder tiempo en los atascos diarios, aparte de evitar todas las zonas de acceso a la autovía en el municipio". A su juicio, el arreglo pasaría por un transporte público "en condiciones". "La mayoría de los vehículos van con un solo ocupante y eso podría ser evitable si el transporte público funcionase", añade.